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//Pr. Eliud Cervantes\\
“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” Ro 8:37
Nuestro encargo al frente de la Obra del Señor es edificar una Iglesia de Vencedores. Y en el trabajo con jóvenes no es diferente, no queremos apenas jóvenes o adolescentes que asistan a nuestras células o cultos, queremos adolescente y jóvenes vencedores. Siempre hablamos de esto en todo lugar, ya sea en la célula, discipulado, los cursos, etc., porque creemos que los Vencedores Reinarán con Cristo y ciertamente serán arrebatado cuando Cristo vuelva.
Pero cuando hablamos de ser Vencedores, muchas personas piensan que es algo que está reservado solo para algunos que tienen ciertos “títulos” o “posiciones” dentro de la Iglesia; pero déjame decirte que la Palabra del Señor nos muestra en este pasaje que fuimos creados para ser vencedores. El Apóstol Pablo hace una afirmación categórica: “somos más que vencedores”. Esa es la verdad a nuestro respecto.
¿Sabes que quiere decir esto? Que todos a la verdad fuimos creados y destinados a ser vencedores. Aleluya!!! No es solo para algunas personas. ¡Es para todos! Esa es la verdad. Sin embargo, algunos tal vez puedan decir: “Pastor, usted no conoce las pruebas que estoy pasando, las tenciones que enfrento, las debilidades que tengo”.
Delante de eso, me gustaría ver junto contigo la circunstancia en la cual el apóstol Pablo hico tremenda afirmación. Antes de declarar lo que esta en el v.37, el apóstol pablo nos presenta en los vv.35-36, situaciones nada favorables, circunstancias adversas, que probablemente no todos hemos pasado o enfrentado y es por esa razón que el comienza el v.37 diciendo: “Antes, en todas estas cosas”. ¿Qué cosas? Todo lo que está escrito en los vv.35-36. Es por causa de esto que podemos decir que no hay circunstancia desfavorable, prueba terrible o tentación tan grande que nos impida de ser vencedores. ¡Fuimos creados para ser vencedores! ¡Aleluya!
Por eso quiero detenerme viendo el mensaje de Jesucristo a su Novia (Iglesia) en sus 7 cartas que están en el Libro de Apocalipsis en los capítulos 2 y 3. Y ese mensaje es para nosotros, la Iglesia. Pero, específicamente quiero enfatizar el mensaje que nuestro Señor Jesús tiene para un grupo de personas que habían en todas estas Iglesias. Ese grupo se llaman “Los Vencedores”.
Antes de hablar sobre los vencedores y su mensaje, quiero todavía explicarles porque es que Jesús escribió estas siete cartas.
Primero, históricamente estas 7 iglesias realmente existieron en la época de Juan, actualmente se ubicarían en el país de Turquía. Y el mensaje que Jesús mandó a cada una de ellas y la descripción de las mismas, era la pura realidad del momento que estaban viviendo. Por tanto, estas cartas ciertamente sirvieron para corregir, animar y elogiar en su momento a estas iglesias.
Segundo, ¿Por qué fueron siete? ¿no habían más iglesias? Claro que habían más iglesias, pero el número 7 en la palabra de Dios significa un número completo, pleno. Es decir, estas 7 iglesias representaban a la totalidad de las Iglesias del mundo de esa época, por lo tanto, los mensajes también sirvieron para guiar a las demás iglesias.
Y finalmente, estas 7 iglesias desde el punto de vista profético, también nos habla de un periodo de tiempo en la historia de la Iglesia y el mensaje ciertamente pueden ser aplicado hoy en día a cada iglesia local.
Entonces, me gustaría ver el mensaje y básicamente la recompensa de nuestro Señor Jesús para ese grupo de personas que habían en todas las Iglesias: “Los Vencedores”.
1. ÉFESO – Ap. 2:1-7 Yo conozco tus obras Cuando vemos las cartas a las 7 Iglesias, es interesante observar que Jesús después de presentarse de una manera particular a cada una de ellas, siempre comienza diciendo: “Yo conozco tus obras”. ¿Sabes que significa eso? Que no hay nada que se pueda esconder de nuestro Dios, sus ojos son como “llamas de fuego”, Él escudriña mente y corazón. Muchas veces veo jóvenes desanimados porque tal vez su líder o pastor no reconocen su trabajo, pues déjame decirte: “¡Él conoce tus obras!” y eso es lo más importante. Que precioso saber que Dios conoce cada una de nuestras situaciones. Pero, esto también se aplica a todo, inclusive nuestros pecados, fallas; por eso, debemos dejar que el Espíritu Santo también nos muestre aquellos caminos que debemos corregir.
Arduo trabajo y paciencia – Esta era una iglesia que no solo trabajaba, su trabajo era arduo, eran perseverantes. Delante de eso podemos decir que era una iglesia perfecta. Sin embargo en el v.4 nos muestra que esta iglesia dejó su primer amor.
¿Qué es el primer amor? Es el mejor amor, el amor verdadero. Es colocar a Dios por encima de todas las cosas y personas, inclusive por encima de la Obra misma. Es ser apasionados por Él. Yo creo que una de las marcas del Vencedor es justamente que son personas que no dejan el primer amor. Ése es nuestro desafío hoy en día, mantener nuestro amor intacto por Él.
LA RECOMPENSA: Comer del árbol de la vida. La recompensa del vencedor es “comer del árbol de la vida”. Esto quiere decir cumplir el propósito original de Dios para el cual fuimos creados. Cuando Dios creó a Adán y Eva, Él lo colocó delante de dos árboles principales: El árbol de Vida y el árbol de la Ciencia del bien y del mal. Dios le había dicho a Adán que el día que comiese del árbol de la ciencia ciertamente moriría, porque su deseo era que comiese del árbol de la vida que representaba al propio Cristo, porque Él es la vida.
Entonces, comer del árbol de la vida nos habla de estar dentro de los propósitos de Dios, que es el mejor lugar donde podemos estar. Allí encontrarás vida, placer, satisfacción, plenitud, realización, etc. Todavía, quiero decirles que estas promesas ciertamente lo recibiremos del Señor aquel día que estemos delante de Él; sin embargo, yo creo que el Vencedor ya disfruta de todas estas verdades hoy día.
2. ESMIRNA – Ap 2:8-11 Esmirna era una iglesia que pasó muchas pruebas y estaba conformado por personas muy pobres. Ella representa a las iglesias perseguidas del 2º y 3º siglo. Pero, es interesante que Dios afirma categóricamente que a la verdad ellos eran ricos, porque lo más importante es la riqueza espiritual, esa es la verdadera riqueza delante del Señor. Los vencedores son los que son ricos delante del Señor.
No temas… se fiel hasta la muerte. Muchas veces nosotros también pasamos por situaciones que nos desestabilizan, nos quieren derrotar, y es ahí que el Señor nos dice: “¡No temas!” porque Él esta con nosotros, apenas seamos fieles. Esa es otra marca del Vencedor, él es alguien “fiel”. Fidelidad hasta la muerte nos habla de dos cosas: ser fiel al punto de morir por Cristo, y ser fiel hasta que la muerte llegue a nuestra vida. No importa cuanto tiempo pase, debemos perseverar en nuestra fidelidad.
RECOMPENSA: Corona de Vida. La corona tiene que ver con autoridad. Ciertamente el vencedor es aquel que en aquel día reinará juntamente con Cristo, pero como ya les dije, el vencedor disfruta de todas estas verdades en el presente también. Por eso, quien es vencedor, reina en su casa, trabajo, estudio, por donde vaya el reina porque fuimos llamados a reinar en vida (Ro 5:17).
3. PÉRGAMO. Ap. 2:13-14 Esta era una iglesia que retenía la doctrina (v.14), pero era la doctrina Balaam, lo cual significa traer los conceptos del mundo dentro de la Iglesia. Es triste ver a tantos hermanos que son guiados por conceptos que aprendieron en el mundo y no la verdadera doctrina (La Palabra de Dios) en las diferentes áreas de su vida: matrimonio, relaciones, finanzas, crianza de hijos, etc. Vencedor es aquel que es guiado por la Palabra de Dios.
RECOMPENSA: MANÁ ESCONDIDO. El mana escondido, se refiere al maná que estaba dentro del Arca allá en el Tabernáculo. Nadie podía ver ese maná, mucho menos comer, ni el Sumo Sacerdote tenía acceso a ese Maná. Por tanto, ¿de qué nos habla esto? Nos habla que la recompensa para los vencedores es tener una intimidad profunda con el Señor. Fuimos creados para eso! Fuimos creados para Él. Aleluya!!!
Dios desea que seas un vencedor porque es allí que tendrás lo mejor del Señor.