¡No Pierdas el propósito!

//Pr. Luis A. Nuñez\\

Pablo era un vencedor y dijo algo muy interesante en 1 Corintios 11:1. Pablo nos expresó que la mejor forma de ser vencedores, es imitar a Jesucristo; ser imitadores de Pablo es una expresión de liderazgo, es el desarrollo de la influencia. El enfoque es Cristo, la dirección es Cristo, todo buen líder debe llevar las personas hacia Cristo.  

La palabra imitador viene del griego “mimetes”, de allí viene la palabra mimetismo, te haces idéntico y cuando declaras “sé imitador de mí como yo de Jesucristo” estás diciendo “esto es real, es posible”, el sentido de esta palabra implica además que este mimetismo debe ser un hecho continuo.

Por eso quiero comenzar hablando de algunas características de un vencedor, para ser la luz en este mundo, a través de la vida del Señor Jesús.

Cristo vivió una vida de principios, principios que son inquebrantables, no es posible ver todas ellas en unas cuantas reuniones, pero hablaremos de aquellas que nos permitan comenzar en este camino victorioso.

¿Quiénes somos? El Señor Jesús como hombre nunca perdió identidad, Él manifestó y enseñó siempre quién era; Jesús cuando tenía doce años fue llevado a Jerusalén y se separa de sus padres, ellos lo encuentran a los tres días y Él les dice “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” (Lucas 2:49), noten que expresa necesidad. Hace algunos domingos les dije que nuestra identidad determina lo que somos y lo que somos determina aquello que hacemos y lo que hacemos demuestra lo que somos. Hoy quiero añadir algo más, identidad conlleva responsabilidad y compromiso, la responsabilidad produce necesidad y necesidad produce búsqueda para el cumplimiento del propósito.

Si tienes identidad de ser parte del cuerpo de Cristo, entonces buscarás siempre vivir la vida de la iglesia, asumirás la responsabilidad de vivir la vida de la iglesia como parte de tu propósito.

La palabra propósito significa objetivo, razón de ser de la existencia de algo, habla de metas, es la respuesta a la pregunta PARA QUÉ, todo en la creación responde a un propósito, nada es por casualidad, todo tiene un propósito. El hombre en la ciencia está abocado a descubrir el porqué de las cosas, entonces se enreda. El para qué siempre lleva al conocimiento de Dios, porque nada es casualidad. (Juan 10:10)

El Señor Jesús enfáticamente dice “para que” vino Satanás, esto tiene que ver con propósito. Satanás tiene un propósito, desde el inicio se propuso destruir al hombre.

Una gran mayoría o quizás todos  tienen un problema en su fe, en su caminar cristiano, ya sea a nivel personal o como iglesia y es que con frecuencia, pasan por periodos en los que se cambian las motivaciones de una manera sutil en relación a la vida con Dios, constantemente se pierde el rumbo y el propósito, pasan a tener una vida muy egocéntrica, por tanto la relación con Dios se vuelve solamente en una respuesta a este sentir.

Este era el mismo problema del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento, cuando Dios le dijo a Moisés que liberaría a su pueblo de mano de los egipcios (Éxodo 3:7-8). Notemos en el verso 8 que Dios dice “para”, esto habla de propósito. Podemos ver dos cosas:

  1. Para librarlos de mano de los egipcios.
  2. Para sacarlos de esa tierra a una tierra mejor.

Ahora podemos ver e imaginar que había muchas formas de liberarlos, por ejemplo, Dios podía destruir a los egipcios o podía levantar un nuevo monarca, con un corazón bondadoso con el pueblo de Dios, como en los tiempos de José o cambiar el corazón del Faraón reinante, etc. Pero Dios manifiesta su deseo de sacarlos a otra tierra, es decir no solo quería liberarlos de la opresión, del dolor, de la esclavitud,  sino que quería darles una visión de propósito, “sacarlos a una tierra mejor y buena”, cuando ellos olvidaron esto,  se convirtieron en un pueblo egocéntrico por sus necesidades, esto les impedía ver más allá y entender a Dios, por consiguiente, se convirtieron en un pueblo que se estancó por cuarenta años en un desierto.

¿Qué pasó en esos 40 años?,

Sus deseos y grandes pedidos fueron respondidos ¿Pero cuáles eran estos grandes pedidos? comida, vestido y tranquilidad ¡Eso era todo lo que querían! cuando algo de esto les faltaba entraban en crisis, reclamaban, lloraban, se rebelaban, maldecían su nueva vida y deseaban la esclavitud nuevamente.  Entonces tuvo que levantarse otra generación para mirar el propósito de Dios, para tomar en serio los planes de Dios; costó mucho un cambio de mentalidad en esta nueva generación.  Veamos el Salmo 105:37-42, inclusive Deuteronomio 8:4 dice que sus vestidos nunca envejecieron durante los 40 años.

Es triste ver que cientos, miles de cristianos en las iglesias en el mundo entero están en este desierto, felices por comida, ropa, techo y paz, se tornaron en hombres y mujeres con una vida religiosa, gente cuya relación con Dios está basada en su ego y en todo lo que esto implica, cristianos con una relación con Dios armoniosa pero solo si sus deseos “son cumplidos” o si sus “intereses no son afectados”.

Muchas personas aquí, han caído en este desierto, sus matrimonios han caído en este desierto (comida, ropa, techo y que todo esté bien, si es así,  amén) pero se olvidaron que Dios quiere algo mejor, “sacarte de esta tierra” a una tierra mejor, esto habla de un gran propósito, el desierto que ellos experimentaron nos muestra un lugar de “grandes deseos” en función apenas de las “grandes carencias”. La “otra tierra”, esa donde fluye leche y miel, habla del cumplimiento de un gran propósito.

  1. En el camino del propósito siempre te encontrarás entre dos opciones

Así fue desde el principio, el hombre en el Edén tuvo que escoger entre el árbol de la ciencia del bien y del mal o el árbol de vida, en otro tiempo el pueblo tuvo que escoger entre Egipto o la tierra prometida, hoy tenemos que escoger entre el pecado o santidad, entre detenerte o seguir caminando, entre alcanzar el propósito celestial de Dios para tu vida o el desierto, siempre habrá dos opciones en tu vida, o asumes lo que Dios demanda de ti o te detienes, tomas la tierra de la promesa o te quedas en el desierto. Caminar en el propósito es una gran demanda de Dios para todos nosotros, fuimos creados para representarlo, esto es grande, esto es el propósito, recuerda que el Señor nos dijo “vosotros sois la luz de este mundo”

Mateo 5:14-16 habla de una luz y esta luz tiene un propósito, alumbrar delante de las personas ¿Para qué? para que al ver tu luz glorifiquen a Dios ¿Cómo? Pues a través de tus actitudes, de tu perseverancia, de tu madurez, de tu fe, de hacer su voluntad ¿Te das cuenta de esto? Tú representas a Dios en la tierra, eres su embajador, la luz que irradies hará que Él sea glorificado.

  1. Quien camina en el propósito conquista

Observa algo interesante en Josué 1:6. Dios había jurado a sus padres darles esta tierra, pero ¿Por qué ahora los hijos verían esta promesa y no los padres? ¿Por qué los padres de la generación de Josué no disfrutaron de la conquista de una tierra que tanto habían deseado y soñado? (la tierra que fluye leche y miel) simplemente porque perdieron el propósito. Dios no quería que apenas sean libres de Egipto, Dios quería que ellos conquistaran una buena tierra, que sean vencedores, una tierra donde se formaría un pueblo fuerte, vigoroso, que se tornaría en la fuente de salvación para todo el mundo, un pueblo donde nacería el Mesías, un pueblo en el que las familias del mundo serían bendecidas  a través de Cristo.

Dios no solo quiso darnos la salvación sino quiere que nos volvamos vencedores, que conquistemos donde esté nuestra generación. No queremos que esta promesa pase a la siguiente generación, queremos que el avivamiento del cual hablamos hace años acontezca hoy, contigo, conmigo ¡Aleluya!, por esto debemos hacer un pacto con Él ¡CAMINAREMOS EN EL PROPÓSITO!

  1. Quien camina en el propósito persevera

Amados tenemos que persistir, no solo en buscar solución a los problemas que tenemos, sino en todos los proyectos que tenemos en la visión que Dios nos dio, en nuestra búsqueda de Dios. La Biblia dice en Marcos 8:34llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” La expresión “tome su cruz” habla de tomar decisiones y “sígame” habla de perseverar en las decisiones que tomamos y que sabemos que están conforme a la voluntad de Dios, por lo tanto debemos perseverar. La cruz es un instrumento de muerte, es decir, tomamos la decisión de renunciar a nuestra vieja  naturaleza y morir cada día a ella.

Nosotros somos como un terreno fértil en el que Dios coloca sus sueños, cuanto mayor sea nuestra comunión con El, mas tendremos sus sueños en nosotros, por esto ¡Persevera!

Uno de los mayores requisitos de un hombre o mujer de Dios que quiere servirlo es la paciencia, estabilidad ante las adversidades, es mantener el mismo sentir de fidelidad, confianza y de ánimo en todo tiempo y en toda circunstancia, por esto debemos romper todo obstáculo y seguir anhelando, soñando y disponiéndonos para hacer lo que Dios demande. Un gran obstáculo para esto son los complejos y las críticas ¿Por qué crees que muchas veces cuando más oras parece que fuera todo peor, que se complica más? Pues porque tienes que creer hasta el último; recuerdo algunos milagros de Dios, como el ciego que tuvo que gritar más fuerte para que Jesús lo oyera o los leprosos que se les mandó hacia el sacerdote y en el camino fueron sanados o un ciego a quien se le mandó lavarse en el estanque o el paralítico a quien se le llevó a Jesús, aun teniendo que agujerear el techo, necesitamos perseverar.

Albert Einstein, el gran genio, no pudo hablar hasta los cuatro años y dicen que era malo en matemáticas. El maestro de música de Beethoven le dijo que no tenía esperanza como compositor, luego se convirtió en un gran músico a pesar de que para el colmo se volvió completamente sordo, es justamente en este tiempo cuando llegó a componer sus mejores obras. Walt Disney fue despedido de su trabajo en un periódico porque el jefe decía que carecía de buenas ideas. Persevera hermano en todo lo que Dios puso en tu corazón.

Tenemos que luchar hasta vencer, de esto depende muchas cosas más adelante.

Leamos lo que la Palabra dice en 2 Corintios 4:7-10, esto habla de un Pablo que tenía que enfrentar circunstancias, pero que nos invita a perseverar, porque allá adelante esta el propósito, en el camino hay adversidades, pero mientras estemos en el propósito no dejaremos de caminar, por esto el mismo dice “Prosigo a la meta”. Hebreos dice: Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (hebreos 12:2).

Perseverar habla de vencer las tentaciones y solo vence las tentaciones quien tiene propósito en Dios. Cuando perdemos el propósito nos hacemos vulnerables a caer en toda tentación del maligno, quizás esta es la antesala de toda caída, la pérdida del propósito.

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