Preparando el corazón para ver cosas mayores

//Pr. Luis A. Núñez\\

Proverbios 4: 20-23

El Señor declara que su Palabra es vida y salud para el cuerpo, por eso él manda que atendamos a sus palabras y no dejemos que se aparten de nuestros ojos. Atender a las palabras parece simple, pero ¿Qué significa no dejar que se aparten de nuestros ojos?

Los judíos religiosos oran con una pequeña caja en la frente, se le llama tefilín y dentro de ellas está escrito un texto, esta práctica se basa en Deuteronomio 6: 8 donde el Señor manda que su Palabra este como frontal entre los ojos. Los religiosos toman esto de forma literal, pero creemos que hay algo más profundo sobre eso.

Tener la Palabra delante de los ojos significa ver la Palabra de Dios. Ver la Palabra significa crear una imagen en nuestro corazón de lo que ella declara y luego el texto dice que debemos guardar esa imagen en lo más íntimo de nuestro corazón. El resultado es que será vida y salud para el cuerpo.

Nuestro corazón necesita ser guardado porque de él proceden las fuentes de la vida, de él procede salud y vida, pero del corazón también puede proceder enfermedad. Mucho antes de que una enfermedad se manifieste en su cuerpo o el pecado se manifieste, en primer lugar, se manifiesta en tu corazón.

“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo, porque de la abundancia del corazón habla la boca (Lucas 6:45)

Todo lo que hablas muestra de lo que está lleno tu corazón, pero también puedo decir que muchas cosas que suceden en tu vida proceden de tu corazón. Podemos decir, entonces, que mucho antes de todo suceda, primero una imagen surgió en su corazón. Las cosas que vemos se originan en el corazón porque esta es la fuente, por ello es tan importante que cambiemos todas las cosas erradas que hay dentro de él.

¿Cómo funciona el corazón? Para comprender cómo funciona el corazón vamos a recurrir al principio de la primera mención en la Biblia. Este es un principio de interpretación bíblica que dice que la primera mención de cualquier asunto en la Biblia determina su sentido y significado en el resto de la escritura. La primera mención de corazón en el Antiguo Testamento está en Génesis 6: 5: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” Otra traducción dice que todo lo que idealizaba o imaginaba en su corazón era continuamente malo, nota que Dios enlaza el corazón con la imaginación del hombre. Pensamos que la imaginación viene de la mente, pero Dios dice que procede del corazón.

En nuestros días la forma de educación se basa en la lógica y el razonamiento, pero en los tiempos bíblicos aprendían a través de imágenes. Dios les dio imágenes en la Biblia, el Señor siempre nos da imágenes de fe sobre nuestra vida, no es por casualidad que dicen que una imagen vale más que mil palabras.

Muchos piensan que la imaginación es inofensiva, pero Dios dice que lo que imaginamos ya está hecho delante de él.  Dios dice que había visto la perversidad en la imaginación de su corazón. Esta es la razón, por ejemplo, por la que el diablo busca llenar el corazón de las personas con pornografía, las imágenes pornográficas se convierten en parte del corazón. Mateo 5:28 dice “Yo, sin embargo, os digo: cualquiera que mira a una mujer con intención impura, en el corazón, ya adulteró con ella” Cuando las personas fantasean no usan la parte racional de la mente, sino que usan la imaginación y el enemigo sabe que todo lo que sea colocado en su imaginación será reproducido en su vida, por eso Dios quiere purificar nuestra imaginación.

Por otro lado, la primera mención de corazón en el Nuevo Testamento está en Mateo 5: 8:  “Bienaventurados los limpios de corazón, porque verán a Dios” El corazón está asociado con el ver ¿Qué estás viendo en tu corazón? Si no te gusta lo que has visto en tu vida, cambia tu corazón, cambia tu imaginación, coloca las imágenes correctas en el corazón. La Biblia es un libro de imágenes dadas por Dios para transformar nuestro corazón. Nuestra tendencia cuando meditamos en la palabra es intentar entender, analizar y sacar una enseñanza del texto, pero la manera de Dios, es crear una imagen en el corazón.  En el Salmo 1:1 el Señor dice que el hombre que tiene placer en la ley del Señor y en ella medita es como árbol plantado junto a la corriente de aguas, que, a su debido tiempo, da fruto y cuyo follaje no marchita y todo lo que hace será exitoso. El Señor quiere que usted se vea como ese árbol, crea la imagen de ti mismo como ese árbol, verde, lleno de frutas y junto a corrientes de agua. En el Salmo 128 tenemos otra imagen de fe. El hombre que teme al Señor come del trabajo de sus manos y es feliz. Coloca esa imagen en tu corazón y disfruta de ella, después el salmo dice que la esposa es como una vid, llena de frutos y los hijos son brotes del olivo, en otras palabras, su esposa es atractiva como uvas maduras y sus hijos son ungidos. Lo que usted imagina en su corazón se manifiesta en su vida. Abraham es el ejemplo más impresionante de la fuerza de la imagen en el corazón. Abraham era un hombre bendecido, pero él tenía un problema, no tenía hijos. El Señor vino a él y le dijo:“Levanta los ojos y mira desde donde estás hacia el norte, hacia el sur, hacia el oriente y hacia el occidente; porque toda esa tierra que ves, yo te daré, a ti ya tu descendencia, para siempre. Yo haré tu descendencia como el polvo de la tierra; de modo que, si alguien puede contar el polvo de la tierra, entonces se contará también a tu descendencia” (Génesis 13: 14-16).Dios sabía cómo Abraham se sentía abatido por lo que le dio una imagen. Él le dijo que su descendencia sería como el polvo, mientras él caminaba cabizbajo veía el polvo que ahora se había convertido en una imagen de fe. Abraham ahora podía mirar al polvo y ver la cara de incontables hijos y descendientes, pero él no tenía todavía ninguno ¿Qué estaba haciendo Dios con él? Cambiando la imaginación en su corazón. Antes de declarar mira, ve lo que confesarás Hemos enseñado mucho acerca de la confesión de la Palabra de Dios, esto es bueno, pero hemos ignorado la importancia de cambiar las imágenes en el corazón. En Génesis 15 vemos que Abraham se había olvidado de la imagen del polvo, que aquella imagen dejó de ser un sueño continuo, entonces el Señor habla nuevamente con él y le dice: “Yo soy su escudo” Vea el poder de esa imagen. Dios quería que Abraham lo vea como un escudo que lo protegía continuamente. Génesis 15: 2-5 dice:“Respondió Abram: “Señor, Dios ¿Qué me has de dar, si sigo sin hijos y el heredero de mi casa es el damasceno Eliézer? Dijo más Abram: A mí no me concedió descendencia, y un siervo nacido en mi casa será mi heredero. A esto respondió luego el SEÑOR, diciendo: No será ese tu heredero; pero el que será generado de ti será tu heredero. Entonces, lo condujo hasta el exterior y dijo: Mira los cielos y cuenta las estrellas, si es que lo puedes. Y le dijo: Así será tu descendencia” Abraham se había vuelto a ver sin hijos. Como usted y yo, todavía luchaba con las imágenes en el corazón. Necesitamos llenar nuestro corazón del futuro que esperamos tener. Necesitamos ver grandes iglesias, pastores llenos del Espíritu, provisión financiera, gloria de Dios. Antes que el milagro pudiera suceder, Dios quería cambiar las imágenes en el corazón de Abraham. El Señor entonces le dice: “Cuenta las estrellas del cielo, así será tu descendencia. Muchas veces necesitas cambiar la imagen en su corazón antes de que el milagro suceda.Cuando Abraham cumplió 99 años de edad, Dios se le apareció y le dijo que su nombre ya no sería Abram, sino Abraham que significa “padre de multitudes”. Al cambiar el nombre a Abraham, Dios estaba llevándolo a la confesión. La confesión es importante, pero debes percibir que antes de la confesión Dios tuvo que poner una imagen en el corazón de Abraham para que tenga fe. Nuestro error radica en intentar hacer confesiones sin antes cambiar lo que vemos en el corazón, no funciona así en la Palabra de Dios, primero cambiamos la imagen en el corazón, después hacemos la confesión. Esto a veces puede demandar tiempo. En el caso de Abraham fueron 15 años, para que pudiera cambiar el corazón, pero una vez que cambió el corazón y comenzó a confesar, tres meses después Sara quedó embarazada ¿Cuál es la base para decir que fueron tres meses después? Porque Dios apareció a Abraham cuando tenía 99 años y dijo que el niño nacería en un año (Génesis 18:10) e Isaac nació cuando Abraham tenía 100 años (Génesis 21: 5) y ¿Qué sucedió en esos tres meses? Dios cambió el nombre a Abraham y a Sara. Abraham había cumplido la primera parte del proceso: ¡creer en Dios!, formar una imagen, una visión, pero ahora él necesita también confesar, Dios entonces cambia su nombre. Abram significa “un padre grande” o “un padre exaltado”, pero ahora el Señor dice que su nombre será Abraham que significa “padre naciones” o “padre de multitudes”.Cuando Abraham se presentaba, él ahora decía: “mi nombre es padre de naciones”. ¿Es cierto? ¿Muy bonito? y ¿Cuántos hijos tienes? Él tenía que decir: “todavía no tengo ninguno, pero seré padre de multitudes”. Imagine a Sara llamándolo a la hora de la comida: “¡Padre de naciones, la comida está en la mesa!” Esa fue la segunda parte del proceso, ahora que Abraham cree, también confiesa.¿Qué ves desde tu corazón? Ve a tu familia bendecida, mírate lleno de vigor, de salud y de unción. Ve a tu iglesia, a tu célula, llena de discípulos y del poder del Espíritu. Mírate dentro del mover de Dios en nuestra generación. Ve tu vida llena de prosperidad y de provisión. Lo que ves produce una realidad Hay una secuencia simple en nuestra mente: las imágenes producen pensamientos, pensamientos producen palabras y palabras crean las circunstancias. Si queremos cambiar las cosas en nuestro alrededor, tenemos que ir al origen, a nuestro corazón y cambiar las imágenes que hay en él. Todo lo que Dios hace lo hace a partir de imágenes. Antes de que Dios nos lleve a hacer algo, siempre nos llevará a imaginar la obra y soñar con ella.Fue así como Dios hizo con Abraham. Dios le hizo la promesa de que su descendencia sería muy numerosa y entonces le dijo: “Mira a las estrellas Abraham, mira a la arena del mar. Llena tu mente con estas imágenes. No mires tu edad, mira las estrellas, no mires la avanzada edad de Sara, mira la arena del mar”Debemos controlar las imágenes que vienen a nuestro corazón. Es verdad que no podemos impedir que vengan imágenes erradas a nuestra mente, pero podemos impedir que ellas permanezcan allí. No podemos impedir que un pajarito se pose en nuestra cabeza, pero podemos impedir que haga un nido. Todos nosotros formamos dentro de nosotros imágenes con respecto a Dios, a nosotros mismos y a los demás y una vez que eso sucede, nos relacionamos con esas imágenes. ¿Cuál es su imagen de Dios? Hay muchas imágenes del Señor en las Escrituras, pero la principal es la imagen de Padre, pero la imagen que el diablo insinúa es que Dios es malo y solo está esperando condenarnos y castigarnos.Siempre me gusta recordar la imagen que el siervo infiel tenía de Dios en la parábola de los talentos (Mateo 25:24). En su concept, el siervo infiel pensaba que su señor era alguien demasiado severo, que quería cosechar lo que no había sembrado y quería juntar lo que no había esparcido. De la misma forma, la imagen distorsionada de Dios nos lleva a actuar mal, guardando nuestro talento, pues si el diablo logra cambiar la imagen de Dios en nosotros, habrá logrado vencernos. No podemos servir a Dios en base al miedo y la angustia, Dios es lo que la Palabra dice que es, no lo que usted piensa o lo que otros dicen. La Palabra de Dios nos dice quién es Dios. Amado hermano Dios no está enojado contigo. Él te ama y ya pagó el precio por todas tus injusticias. Recuerda, Dios nunca desiste de ti Por otro lado ¿Cuál es la imagen que tenemos de nosotros mismos? En proverbios 23: 7 la Biblia dice: “Porque como te imaginas en tu corazón así eres” Mira, tú eres lo que imaginas ser. Necesitamos llenar nuestra mente con las imágenes verdaderas de la Palabra de Dios. Escucha una vez más, tú no eres lo que tus padres dicen que eres, lo que otros dice que eres, tu eres lo que Dios dice que eres. En Números 13:33 tenemos un ejemplo interesante del poder de una imagen equivocada. Los espías fueron enviados por Moisés para ver la tierra prometida y en su retorno dieron el siguiente informe: “También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes. Nosotros éramos, a nuestro parecer, como langostas, y así les parecíamos a ellos”Ellos se veían como langostas y veían al enemigo como gigantes. La imagen que tenían de sí mismos era la de langostas. Esto explica por qué no pudieron alcanzar muchas cosas, ya que las langostas son insignificantes.El gran problema es que muchos no saben quiénes son en Cristo. No se ven como Dios los ve y por eso ceden a las amenazas del enemigo. Tú te conviertes en lo que imaginas sobre ti mismo. Si te resignas a verte como alguien débil, así lo serás, si nos vemos como langostas, eso será en lo que nos convertiremos.

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