Algunos principios para continuar firmes en el encargo

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1. PRINCIPIO DE SER Y NO DEJAR DE SER.
Muchos han logrado crecer, madurar y formar carácter, pero asombrosamente existen cambios de actitud y por ende de pérdida de valores por causa de las actitudes de las otras personas, por esto Jesús nos dice: Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues” (Lucas 6:29). A la verdad no era una expresión de masoquismo, habla de ser lo que uno es sin dejar de ser lo que es por causa de la actitud de otros, no dejes de ser lo que ahora en Cristo ya eres. Pastor Marcelo hablo ayer de que la influencia va producir autoridad, pues mientras tu firmeza se mantenga en el carácter de Cristo formado en ti, lograrás esta influencia, si alguna actitud produjo en la otra persona una reacción inadecuada hacia ti, no dejes de ser lo que eres, el Señor no te dice que reacciones igual, no te dice que le hieras tú también, usando ese dicho corriente: ojo por ojo, diente por diente.

No nos dice escúpele en el rostro, no nos dice afila el cuchillo, etc, la otra mejilla muestra la misma actitud de sencillez, de ser lo que eres, (historia de un hombre y el escorpión). El Señor Jesús nunca dejo de ser lo que era ni en los peores momentos o circunstancias, ni en las peores injusticias, ni en las peores calumnias. 1 Pedro 2:20-23 “pues ¿qué mérito tiene el soportar que os abofeteen si habéis pecado? Pero si por hacer lo que es bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. Para esto fuisteis llamados, porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo para que sigáis sus pisadas. Él no cometió pecado ni se halló engaño en su boca. Cuando lo maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino que encomendaba la causa al que juzga justamente.”
Un ejemplo más es: Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.” (Lucas9:53-56)

Pudo haber dicho, ¡claro que tal lisura! sabrán quien soy yo. Saben, Él no dejo de ser lo que era por culpa de los demás, la Biblia dice que “a lo suyo vino y los suyos no le recibieron”, y aun así no dejo de ser lo que era, y hacer lo que vino hacer: ¡SALVARNOS!
En otras palabras esto tiene que ver con identidad, saber quién eres y para que estás, El señor Jesús siempre manifestó esto, Él decía: “Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia”.

2. EL PRINCIPIO DEL COMPROMISO.
Solo quien tiene compromiso manifiesta excelencia en lo que hace.
a.  La convicción que tengamos en algo nos llevará a comprometernos en ese algo.
Nadie se compromete si primero no está convencido en lo que se hace. Reuniones como esta pueden definir el destino de toda una generación. Mateo 5:14 “Vosotros sois la luz del mundo”. Es necesario tener convicción de los principios o ideales en los que asumimos responsabilidades. Para comprometernos con la evangelización tenemos que estar convencidos de que somos la luz y la sal, y que la gente que no tiene a Cristo está condenada eternamente.
Si tengo una convicción, tendré un compromiso. Se conoce de lo que estoy convencido por el compromiso que adquiero. Por ejemplo, la convicción del amor a una mujer te lleva a un compromiso matrimonial; de igual forma, la confianza en mí salvación conlleva el compromiso de vivir como Dios pide. También sucede así con el servicio a Dios: si estoy persuadido de la vocación, me comprometeré a servirlo.
b.  Cuando adquiero un compromiso, adquiero constancia en lo que hago.
Tener rutinas no es malo. Dios mismo estableció rutinas. Ej: cada día cuando sale el sol por el mismo lugar; nuestro corazón y nuestros pulmones trabajan con la misma rutina todos los días, y el día que la rompan sufriremos gravemente. Debemos adquirir obligaciones que nos llevan a ser constantes y perseverantes en algo, hasta terminar la obra a la que el Señor nos llamó. Esto solo será realidad cuando adquirimos compromiso fruto de una convicción.
c.    No se llega a la meta sin compromiso.
La perseverancia y la persistencia son el resultado del compromiso en algo. El premio se encuentra en la meta, al terminar, no está al inicio. Jesús es el mejor ejemplo. Juan 3:16, Juan 10:10

3.  EL PRINCIPIOS DE LA EXPECTATIVA.
Ej: del niño que pescaba peces pequeños porque su fuente era pequeña. Muchas personas de achican porque se limitan a una fuente de veinte centímetros. No piensan en más grande, no ven más allá, no esperan más. En lugar de expandir sus horizontes, aumentar sus expectativas, reducen su potencial achicando sus esperanzas.

Ej: del sapo quecayó en agujero y vivió toda su vida en ella.

El motor de muchos emprendimientos, en  nuestra vida está directamente relacionada a las expectativas, son las expectativas las que determinaran el ánimo y la excelencia en los emprendimientos, la intensidad estará definida por la influencia de tu expectativa. Cuantos recuerdan la expectativa por un paseo cuando éramos niños en la escuela, o cuantos iniciaron un emprendimiento como la elaboración de una receta, o un proyecto, pues  simplemente lo que determino que caminaras hasta alcanzarlo fue tu expectativa. Es difícil esperar el éxito en lo que hacemos si no lo esperamos.

Hay personas que han perdido la expectativa de lo que un día comenzaron, lo que un día fueron sueños ahora son dudas, el futuro se veía brillante ahora se ve borroso, se ha nublado por los amargos días del pasado, no debes dejar que tus expectativas sean nubladas por las circunstancias que pasaste.

Sabes que hay dos formas de construir el arca, una con resignación y pesar, ¡Bueno es porque Dios lo dijo, Él lo mando y bueno hay que hacerlo. O en segundo lugar, con expectativa que trae consigo alegría. Conozco alguien  que en unos meses se casará, cuando ella habla de cómo será el decorado del local, de las mesas, de los detalles, sus ojos brillan cuando habla de eso, porque hay ilusión, ella describe aun lo que no vemos, eso es expectativa, la expectativa es el motor para caminar donde no hay camino, para ver en Dios lo que nadie ve, toda expectativa en hombres o en circunstancias te traerá casi siempre decepciones, pero las expectativas en los sueños de Dios en el cumplimiento de su voluntad siempre tendrá un final maravilloso.

Solo quien tiene expectativa en lo que Dios hace a través de ti, va producir el impulso a levantar y formar líderes, a dejar un legado, y multiplicar, es así que en esta formación tendrás paciencia, perseverancia, por la expectativa, esta expectativa no te centrará en el hoy sino en el mañana.

La expectativa tiene que ver con fe, no es solo desear, es tener expectativa de lo que aún no se ve y eso te permitirá caminar.

 

Pr. Luis Alberto

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