Bendecidos en tiempos de crisis

//Pr. Luis A. Núñez\\

“Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar. Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré. Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre. Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes. Habitó, pues, Isaac en Gerar. Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana, porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto. Sucedió que después que él estuvo allí muchos días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que acariciaba a Rebeca su mujer. Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella. Y Abimelec dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado. Entonces Abimelec mandó a todo el pueblo, diciendo: El que tocare a este hombre o a su mujer, de cierto morirá. Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová. El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso. Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia”(Génesis 26:1-14)

Hubo hambre, eso habla de crisis, tiempos difíciles, tiempos de toma de decisiones, de cambio de estilo de vida, de salir de la comodidad, de presiones, etc. Isaac representa a todo hijo de Abraham y en un sentido, nosotros somos Isaac, entonces si Isaac fue bendecido, nosotros también, pues somos parte de la descendencia de Abraham en Cristo.

“Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente descendientes de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gálatas 3:29)

          Este texto se refiere a cada uno de nosotros, por lo tanto, nosotros somos bendecidos como Isaac, aun en tiempos de crisis, seremos prosperados, pues la prosperidad es parte de nuestra herencia, somos hijos de Abraham. Tú eres bendecido, necesitas vivir con ese entendimiento, si estás en Cristo eres bendecido. El problema, en muchos, es creer que la expresión de esa bendición está ligada a cero adversidades, cero contratiempos, cero problemas, sin embargo, no debemos pasar por alto aquello que el Señor Jesús dijo:

“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33)

          En este versículo primero se nos muestra la gran necesidad de paz y esa paz solo la podemos tener en Cristo, solo en Él. Nada va a producir en ti la verdadera paz, no la obtendrás escapando de un lugar o fugando de los problemas, es simplemente a través de Cristo. Jesús dijo: “la paz os dejo, mi paz os doy y no es como la que el mundo les da”, luego nos dice: “en este mundo van a tener aflicción (presiones, tribulaciones, lágrimas, etc.), pero CONFIEN”, esta palabra también es ánimo, perseverancia y finalmente: “yo he vencido al mundo”, es porque el venció que ahora tenemos confianza, es porque Él venció que ahora tenemos seguridad, es porque Él venció que ahora tenemos victoria, es solo por Él.

          Al ser hijos de Dios, las adversidades solo son muestra de que Dios está con nosotros, de que su gracia nos sostiene. Es necesario que veamos las cosas en esa luz, en la luz de Cristo, “en tu luz veo la luz”. Elías fue alimentado por un cuervo enviado por Dios en tiempos de crisis, de desánimo, quizás todos desearíamos ser alimentados por una paloma, blanca, si fuera posible y muchos dejarían de disfrutar la bendición solo al mirar al cuervo, NO MIRES EL CUERVO, mira la bendición de Dios para tu vida cada día. El cuervo nos muestra que probablemente no es de la forma que queríamos, pero lo que, si es seguro, es que la bendición viene.

  1. La herencia es nuestra, aunque aun no hayamos tomado posesión de ella

Gerar es un lugar que, actualmente, está cerca de la Franja de Gaza. En el verso 2, el Señor le dijo: “no vayas a Egipto, yo te voy a dar estas tierras”, pero en ese momento la tierra era de Abimelec, eso significa que en algún momento Dios iría a transferir la posesión de aquella tierra a Isaac y a su descendencia. La transferencia de riqueza sucede muchas veces en la Biblia y también sucede en nuestros días, un ejemplo de esto es la salida de Israel de Egipto, pero esto no debe dar una imagen de Dios como un Robín Hood, que le roba a los ricos para dar a los pobres, simplemente es que Él toma lo que es suyo y de esta forma, también es tuyo, como su hijo y te lo dará en su tiempo.

Pongamos un ejemplo, supongamos que viajas y cuando retornas, te enteras que tu casa ha sido invadida. La casa es tuya aun, por supuesto, pero tienes que entrar en un proceso judicial para recuperarla. Dios sigue siendo el propietario de todo, pero el actúa en la legalidad, comienza a llenar tu corazón de fe y de certeza: “este lugar es mío, las bendiciones son mías”, no dejes que esta pandemia mate tus sueños, mantén vivas tus ilusiones. Eres hijo amado y esa identidad debe permitir que retornes cada día a tu padre celestial, a creer en Él y en lo que Dios tiene para ti.

  1. En este tiempo no desciendas a Egipto 

Dios le dijo a Isaac “no desciendas a Egipto”. Experimentarás la bendición si estás en la posición cierta (hay unción en el propósito). Estar en la posición correcta es el resultado del creer, sin embargo, la posición correcta suele estar en oposición a la lógica natural, por lo general, la voluntad de Dios está fuera de un padrón de lógica natural, por eso los pasos que damos son de fe. Mientras sepas que estás bajo la voluntad de Dios puedes confiar, aun cuando tus ojos vean lo contrario.

¿Cómo era la tierra de Egipto? Veamos en Deuteronomio 11:10-12:

“La tierra a la que vas a entrar para tomarla no es como la tierra de Egipto, de donde habéis salido, donde sembrabas tu semilla y regabas con tu pie, como huerto de hortaliza. La tierra a la que vais a entrar para tomarla es tierra de montes y de vegas, que bebe las aguas de la lluvia del cielo; una tierra de la que cuida Jehová, tu Dios. Siempre están sobre ella los ojos de Jehová, tu Dios, desde el principio del año hasta el fin”  

Egipto representa todo lo que ha sido hecho en la independencia de Dios, en otras palabras, el Señor le dice: En Egipto ustedes andaban mirando al suelo, en Egipto se sembraba con el pie mirando el suelo, en Egipto no llueve, dependes del suelo, pero Canaán es la tierra de los montes y de la lluvia, Egipto es un lugar que no espera lluvia, la lluvia nos habla de dependencia a Dios, en Egipto confiamos del suelo, pero Dios quiere que dependamos de Él, Dios no quiere que andes por vista, sino por fe. El Señor le dice tira la semilla, pero no mires el polvo ¡esa es la diferencia! los hijos de Abraham esperan la lluvia, el mundo no espera lo que viene de lo alto. Los tiempos de dependencia son épocas de transformación. Para entender esto es necesaria una pregunta ¿por qué la ventana del arca era en el techo?

“Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero” (Génesis 6:16)

Era para que mirasen sólo al cielo y no alrededor, Dios no quería que Noé mirase a su alrededor, es decir, la muerte y las circunstancias, Dios quería que solo mirase a los cielos. Camina mirando al cielo, dependiendo de Dios y confiando en Él. Cuando Jesús tuvo en sus manos los panes y los peces, no miró a la gran multitud, lo limitado de los recursos y aunque sus discípulos si lo estaban haciendo, Jesús miró a los cielos y dando gracias lo repartió (Mateo 14:19) ¡Aleluya! Miremos a los cielos.

  1. Somos bendecidos a pesar de nuestras fallas

La Biblia dice que Isaac mintió y eso es terrible, pues la mentira es del diablo. Su mentira fue fruto de desconfianza, Dios le había prometido que le daría esa tierra, a él y a su descendencia, entonces, si tenía que morir, era en el tiempo y de la forma que Dios lo determinaría. Hay quienes piensan que, si te metes en un problema Dios te abandona, pero no es así, la bendición es para quién no merece. En el Salmo 23 el salmista dice: El me guía por sendas de justicia, donde hay pastos verdes” pero después dice que: “aunque ande en valle de sombra y de muerte” Dios no le dice: “que pena, sufre pues tomaste tu propio camino” la Biblia dice que Él deja las 99 para ir tras la que se descarrió. Somos nosotros los que sufrimos las consecuencias, pero Dios nunca nos abandona, este salmo dice: “tu vara y tu cayado me infunden aliento” ¿Cómo es eso? es como si un niño le dijera a su padre: “cuando veo la correa me animo” naturalmente no ocurre así, pero esto se refiere a que sabemos que la corrección de nuestro Dios nos asegura que Dios nos ama.

Un ejemplo de eso es el hijo pródigo (Lucas 15:13), él reconoció que tenía que volver a su casa cuando tuvo hambre, el hambre no es de Dios, pero muchas veces esta hace que las personas se den cuenta que necesitan de Dios. Había gran hambruna, pero en la casa del padre había abundancia, en época de hambre el padre tenía buey que se engordaba, el hijo pródigo falló, pero Dios no desistió de él. Otro ejemplo es Noemí, quien salió de Belén, que significa casa del pan, pero aún así Dios la bendijo, solo hay provisión en la casa del pan.

  1. Somos bendecidos, a pesar de las circunstancias

Sembró en una época de sequía, él tenía la bendición de Dios, tú eres hijo de Abraham, por tanto, la bendición está contigo, la promesa es para los que creen. Dios nos va sorprender cada día, muchos esposos creen que su esposa es el problema, si quieres prosperar tienes que arreglar ese matrimonio, las estadísticas dicen que quien se divorcia cae en pobreza, el diablo quiere dividir el matrimonio. La prosperidad en toda área nos acompaña, a pesar de toda circunstancia adversa.

Mira tu vida, desde que conociste a Dios eres próspero, pero no confundas prosperidad con ausencia de problemas. Tú eres próspero en toda área, cuando veo a los hermanos prosperar, me digo, Dios eres bueno. Las circunstancias pueden decir: “morirás de hambre”, pero tu experimentarás prosperidad comiendo maná del cielo y un día, pisarás la tierra que fluye leche y miel ¡Aleluya! Isaac recogió a ciento por uno, cien veces más de lo normal, en tiempo de sequía, en tiempo donde no se siembra, sino se come la semilla, él recogió cien veces más.

  1. Prosperidad viene acompañada de persecución 

En el verso 13, imagina a esas personas con envidia, es inevitable que haya persecución, que hablen mal de nosotros, pero cuando hablen mal es señal de que eres hijo de Abraham.

“Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, aunque con persecuciones, y en el siglo venidero la vida eterna” (Marcos 10:29-30) 

            Recibiremos cien veces más, aunque enfrentaremos persecuciones.

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