Claves para una fe robusta

//Pr. Eliud Cervantes\\

No limites lo que Él puede hacer

Y volvían, y tentaban a Dios, Y provocaban (limitaban) al Santo de Israel” (Salmo 78:41)

Limitamos a Dios por lo que dicen otras personas, por las falsas doctrinas que se han infiltrado en la iglesia, por la experiencia natural.

Llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa” (Mateo 9:28-30)

Note que Jesús no dijo: “¿Crees que puedes ver?”, sino: “¿Crees que puedo hacer esto?” Nuestra fe no está en nuestra fe. Nuestra fe está en Él.Hay un padre en la Biblia cuyo hijo estuvo poseído por un espíritu desde la niñez. El padre dijo: “…si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.” “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible” (Marcos 9:22-23). Aquí, Jesús no le está poniendo al hombre la responsabilidad de creer; en la Traducción Literal de Young (YLT), el versículo dice: “…aquel que cree, todo le es posible”, que es Él mismo. Jesús está diciendo: “Engancha tu poca fe a Mí. No se trata de tu fe sino de en quién está tu fe. Todo lo que quiero que creas es que todo es posible para Mí y que siempre estoy lleno de fe”. Como dijo el apóstol Pablo: “…lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20) Entonces, cuando mires una situación, no preguntes si puedes creerle a Dios por esto, ¡sino si Jesús puede creerle a Dios por esto!

Bajo la ley, la fe no opera

Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe. Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa” (Romanos 4:13-14)

Digamos que usted está creyendo que Dios sanará a tu hijo, pero una voz te dice: “No has orado lo suficiente. Lee tu Biblia lo suficiente. No eres lo suficientemente bueno. ¿Recuerdas lo que hiciste el otro día? Entonces, empiezas a evaluarte a ti mismo en función de lo que has hecho o no hecho, en lugar de la bondad del Señor y lo que Él hizo en la cruz. En lugar de poner los ojos en Jesús, los pones en ti mismo, y eso es efectivamente ponerte bajo la ley. En el momento en que te sometes a la ley, la fe no puede operar.

Se trata de la fidelidad de Dios y no la tuya

La Biblia nos muestra que ninguno de los israelitas murió durante su viaje de Egipto al Sinaí: una imagen de pura gracia. Dios no los sacó de Egipto por la fidelidad de ellos, sino por Su fidelidad, un pacto incondicional que hizo con Abraham antes de que existiera la ley. La ley trata de nuestro comportamiento, pero lo sorprendente es que cuando vivimos por fe, purifica nuestro corazón, lo que afecta nuestra conducta.

El secreto de una gran fe: conocer a Jesús

En los Evangelios se dice que sólo dos personas tuvieron gran fe: el centurión romano cuyo sirviente estaba enfermo, y la mujer sirofenicia. Aunque eran tan diferentes (en género, en ocupación, en dónde vivían), tenían un denominador común: ambos eran gentiles, por lo que no conocían la ley pero conocían a Jesús.

La ley siempre te dice: “Espera un momento, no has hecho lo suficiente”. Dios dio la ley para que el hombre fuera consciente del pecado, no para producir excelencia moral. Fue nuestro maestro de escuela el que nos llevó a Cristo. Ahora que ha llegado la fe, ya no estamos bajo el maestro de leyes. No tenemos que ser conscientes del pecado y dejar que la ley nos prive de creerle a Dios con una fe sólida.

¿Has fallado? Ten fe que aun así Dios te puede responder

El único mandamiento para el creyente: Creer en el Señor Jesucristo y amarse unos a otros. Y una forma de hacerlo es orando unos por otros. Job fue liberado de un año de cautiverio cuando oró por sus amigos.

La primera vez que se menciona la curación en la Biblia es cuando Abraham oró y Dios sanó a Abimelec, su esposa y sus esclavas para que pudieran tener hijos nuevamente. Aquí, Abraham acababa de mentir diciendo que su esposa Sara era su hermana (Gén. 20:1-17). Y en Génesis 21:1-2, Sara concibió y dio a luz a Isaac.  Era un hombre indigno orando por un hombre indigno. Abraham oró para que se abrieran los vientres de otros, y Dios abrió el vientre de su propia esposa.

La fe se trata de confiar en Él

“Y Jehová estaba con Judá, quien arrojó a los de las montañas; mas no pudo arrojar a los que habitaban en los llanos, los cuales tenían carros herrados” (Jueces 1:19)

Si el Señor estuviera con ellos, los carros de hierro bien podrían haber sido hechos de tela. Este es el Señor que derribó al gigante Goliat de una sola piedra por parte de David, quien tuvo fe en Él.

Aconteció después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel consultaron a Jehová, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos?Y Jehová respondió: Judá subirá; he aquí que yo he entregado la tierra en sus manos. Y Judá dijo a Simeón su hermano: Sube conmigo al territorio que se me ha adjudicado, y peleemos contra el cananeo, y yo también iré contigo al tuyo. Y Simeón fue con él. Y subió Judá, y Jehová entregó en sus manos al cananeo y al ferezeo; e hirieron de ellos en Bezec a diez mil hombres” (Jueces 1:1-4)

Judá significa alabanza. En todos nuestros desafíos, lo primero que debe elevarse al Señor es la alabanza. En los buenos tiempos, alaba al Señor; en los malos tiempos, alaba al Señor. El Señor quería entregar la tierra únicamente en manos de Judá, pero quería traer consigo a Simeón. Todos queremos el apoyo de la carne. Moisés en la Biblia también dijo que no era elocuente, y al final Dios tuvo que hacer de Aarón su portavoz (Éxodo 4:10-17). Pero cuando Dios te llame, Él te equipará. Cuando limitas a Dios, tu victoria es limitada. Aparecerá donde no confías en Dios.

La fe es buscar el consejo de Dios ante todo

Pide consejo a Dios antes de pedírselo al hombre, por muy piadoso que sea. No corras primero al médico, porque puede cometer errores y tu vida es demasiado valiosa para eso. Busca primero al Señor, Él puede darte paz y arreglar las circunstancias (Ej: traerte el médico adecuado). Pero ahora tu confianza está en el Señor, no en el médico, porque le oraste. Búscalo a Él primero.

Cuando tu fe está en el Señor, te mantienes feliz

Las personas felices son personas fructíferas. La promesa para Aser (feliz): “Y como tus días serán tus fuerzas” (Deuteronomio 33:25). Los cristianos no pueden ser gruñones. Abraham y Sara se rieron cuando Dios les dijo que serían padres. Y su hijo Isaac significa risa. Cuando Sara se enteró de que tendría un bebé, se rió y dijo: “¿Tendré un placer?”. No “¿Tendré un bebé?” Entonces ella decía: “Si disfruto de mi señor, el bebé vendrá” (Génesis 17:19).

El cristianismo se trata del gozo del Señor (Nehemías 8:10). No se trata de “Tienes que estar alegre”, eso es una ley. Es saber que el Señor se alegra por ti con cánticos, Él está alegre contigo ¡Aleluya!

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