//Pr. Luis A. Núñez\\

David era un hombre según el corazón de Dios y sabía cómo llegar a Dios de una manera especial. Él tenía muchos errores, pero sabía cómo tener una relación con Dios y compartió esto en el Salmo 26:6.
“Lavaré en inocencia mis manos y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová”
Sabemos que el único camino para ser limpio de pecado es ser lavado con la sangre de Cristo, de esta forma puedes tener la seguridad que no hay más juicio sobre tu cabeza (Romanos 8:1).
¿Qué quiso decir David con “andaré alrededor de tu altar”? Esta es una revelación que David tuvo al respecto del altar de los holocaustos, él tuvo una revelación del perdón y la llave para vivir una vida de victoria. Dentro de la tienda del Tabernáculo todo era de oro: el arca, el propiciatorio, la mesa, el candelero, el altar del perfume. Todas estas cosas eran símbolos de la naturaleza divina, del Señor Jesús. Por otro lado, fuera de la tienda del Tabernáculo todo era de bronce: el altar y sus utensilios, el bronce apunta al juicio, al sacrificio de Cristo y la madera de acacia apunta a la naturaleza pecaminosa del hombre, es decir, la humanidad cubierta por el juicio de Dios, la justicia de Dios en Cristo.
El lado norte
Vamos a comenzar por el lado del altar, aquí era donde el cordero era muerto, siempre era sacrificado de este lado (Levítico 1:11). Siempre es importante recordar que nuestra vida cristiana comienza con la muerte de Cristo, nuestra victoria comienza con la comprensión de su muerte. Hoy existen enseñanzas que intentan retratar a Jesús como un gran psicólogo, un gran mentor, un gran médico, un gran ejemplo de liderazgo y hay mucha gente que cree en eso más que en la obra de la cruz, por tanto, no hay el mensaje de derramamiento de sangre, no hay mensaje del cordero sacrificado, esa es por tanto una doctrina falsa, todos nosotros solo podemos ser salvos gracias a la muerte de Cristo.
El lado norte en la Biblia es el lado de donde viene el mal. Siempre que ponemos atención en la geografía de Israel, podemos percibir que los enemigos que venían contra Israel siempre venían del Norte. Inclusive podemos ver un versículo que dice que el mal viene del norte (Jeremías 1:14).
Dios colocó la muerte de su hijo exactamente del lado por donde el mal entraría a tu vida. La cruz del Calvario detuvo el mal, recuerda que todo comienza con la cruz. Si por ejemplo, tuvieras un problema económico, recuerda esto pues aquel que creó todo el universo se torno pobre para que tú seas rico (2 Corintios 8:9). Recuerda esto siempre que pases por pruebas en tu vida, es importante que comiences preguntándote ¿qué aconteció en la cruz? Cristo no solo llevó nuestra condenación, sino también todo lo que vino por causa del pecado del hombre. Antes de que el hombre pecara no había enfermedades, todo eso vino por causa del pecado (Mateo 8:17, Isaías 53:5 y 1 Pedro 2:24). Así que ante cada problema solo pregúntate ¿qué aconteció en la cruz? Cristo cuidó todos los aspectos de tu vida y aunque no recuerdes los capítulos o los versículos bíblicos sobre el asunto, quiero que recuerdes simplemente esto ¡Cada necesidad fue suplida en la cruz!
El lado oriental (Este)
A través de lo que acontece en el lado norte del altar el Señor nos muestra que su muerte detuvo el mal, pero el lado oriental (Este) es el lugar de las cenizas (Levítico 1:16). Por tanto el lado este es el lugar de las cenizas, pero al lado este también está la vía de acceso, la entrada al tabernáculo. Sobre este lugar de cenizas Jesús asumió todo el juicio en nuestro lugar y clamó ¡Consumado es!
Tú sabes que la forma final de algo que fue quemado por el fuego son las cenizas, pero ¿Qué significa eso? Las cenizas no pueden ser más consumidas por el fuego de lo que ya están, es decir, se terminó la obra, el juicio de Dios sobre tu vida ha hecho que ahora todo sea cenizas.
Cuando un israelita traía su cordero, el animal era sacrificado en el altar, pero antes el hombre pecador debía colocar sus manos sobre el cordero y de esta forma, le transfería sus pecados. Estos pecados pasaban al cordero y la justicia (Pureza) del cordero pasaba al hombre. Luego de ser muerto el cordero era colocado en el altar de bronce y era consumido por el fuego. Esa persona sabía que el cordero era inocente, pero sus pecados habían sido transferidos a él y de la misma forma, el cordero transfería su justicia a la persona, de esta forma, el cordero sufría el juicio y la persona se iba con la bendición de Dios.
El mensaje de la gracia es el mensaje de la aproximación a Dios, la primera cosa que debes hacer es aproximarte a Dios y recordar las cenizas. Siempre que vengas ante el Señor y expreses cualquier necesidad que tuvieras, recuerda las cenizas, es decir, Dios no ve más tus pecados, pues todos estos fueron reducidos a cenizas y la obra está consumada.
Lado sur
Ahora vamos a hablar del otro lado, el lado sur (Ezequiel 47:1). Las aguas salían por el lado este del templo (casa) y descendían por el lado sur del altar. El profeta Ezequiel estaba viendo el futuro literalmente, las aguas saldrían del templo hacia nosotros. Después que Cristo murió e hizo su obra, no hay más conciencia de pecado, solo hay cenizas y la próxima cosa que debemos saber es que ahora tú puedes seguir al Espíritu. Ríos de agua viva siempre apuntan al espíritu, por tanto las aguas que salieron del templo de Dios son el Espíritu Santo. La Biblia dice que si no somos guiados por el Espíritu, estamos debajo de la ley (Galatas 5:18), pero no podemos seguir al Espíritu mientras nuestra conciencia esté sobrecargada con el peso del pecado, personas así están ignorando lo que significa las cenizas.
En otras palabras, cuando tú vives debajo de la conciencia de pecado en vez de la conciencia del perdón, tú proyectas eso en las otras personas. Es por eso que es importante enseñar sobre la gracia. Tú debes llegar a un punto en el que tu conciencia no esté más sobrecargada con el pecado.
Lado occidental (Oeste)
El último lado es el occidental ¿Qué había en el lado oeste? El lugar de la casa de Dios o el tabernáculo propiamente dicho quedaba frente al altar, no del lado oeste. Una vez que aprendas que todos tus pecados fueron perdonados y borrados, que no existe ningún pecado que Dios no lo haya perdonado, entonces ya no eres más gobernado por alguna ley, sino es el propio Espíritu Santo quien nos gobierna.
La ley te dice “no cometerás adulterio”, pero el Espíritu te provee del amor que necesitas darle a tu esposa y te enseña cómo amarla. La ley te dice “no robarás”, pero el Espíritu te muestra como ser próspero y vivir de manera correcta en el área económica.
La próxima cosa que Dios quiere es que todo creyente aprenda a tener una vida de éxito. Algo importante es que tú necesitas de la casa de Dios, necesitas estar injertado en la iglesia. Nosotros, como miembros del cuerpo de Cristo, edificamos casa para Dios y es en ella donde está la unción y en ella el aceite de la unción fluye (Hebreos 10:25).
Cuando permaneces solo estás más expuesto a caer en tiempos de tentación, a tomar decisiones equivocadas. Con esto no estamos diciendo que necesitas o debes permancer siempre en el local donde se reúne nuestra iglesia, este principio de unidad en el cuerpo de Cristo se puede ejercitar aun almorzando o tomando un café junto con los hermanos. En esos momentos algo fluye de ellos para ti y algo fluye de ti para ellos, encuentras fuerza en medio del pueblo de Dios, porque donde estuvieren dos o tres reunidos en su nombre, allí esta nuestro Señor, en medio de ellos (Mateo 18:20). Hay Poder en la vida de la iglesia.