//Pr. Luis A. Núñez \\
Hoy es un día especial para todos nosotros, es el día de las madres. Definitivamente es un día de sentimientos encontrados, pues para unos es de mucha alegría por la oportunidad de honrar a sus madres y para esas madres, por supuesto, la oportunidad de ser honradas, otras madres, sin embargo, sufren pues sus expectativas han sido defraudadas debido a hijos o esposos ingratos. Para algunos hijos que perdieron a sus madres por causa del COVID 19 u otro motivo es un día triste, darían cualquier cosa para poder retroceder en el tiempo y poder honrar a su madre cuando aun estaba viva. Otros ven con frustración el hecho de no poder darles lo que este mundo comercial ofrece y esto se agudiza más por causa de la pandemia, que ha empobrecido la economía de la mayoría de familias, en fin, es un conglomerado de cosas.
Considero que este día podría tener mucho más valor si lo tomamos como la oportunidad de arreglar algunos errores o injusticias que se cometieron, decepciones que se causaron. Fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, el carácter de Dios fue colocado tanto en el hombre como en la mujer y hoy en Cristo, podemos experimentar esa gracia maravillosa de tener la vida de Dios en nosotros y asi poder expresar en Cristo el carácter del cristiano.
¿Qué podemos hacer en el día de la madre?
Debemos hacer de este día, un día de compromiso y de alianza con Dios y con nosotros
Son muchas las formas que tenemos de honrar a nuestras madres, pero quiero aconsejar dos cosas importantes:
- Que esta expresión de honra sea el resultado de un estilo de vida.
- Si no lo es, que hoy sea el comienzo de un estilo de vida.
Dios es un Dios de alianzas, por eso Cristo es la garantía de nuestra salvación. En el Antiguo Testamento se dio la ley como garantía de redención, en el Nuevo Testamento, Cristo es la garantía, Dios siempre manifestó su alianza con el hombre y nunca falló, por esto quiero decirles a las madres, a los hijos y a los esposos lo siguiente:
- A las madres:
El amor, el sentimiento de cuidado, de protección, la expresión de la maternidad no son un problema en ti, pero la frustración si puede constituirse en un problema serio. La frustración es por lo general un sentimiento que resulta de no afrontar una realidad, de no ver sueños cumplidos, esto es lo que más atenta contra ti y abre la puerta para que el maligno entre en acción.
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8)
El nombre diábolos que en nuestro idioma es traducido como diablo significa acusador y la palabra devorar se entiende en el contexto de la cacería de un león, pues este muerde la yugular o la naríz de la presa, para ahogarla lentamente. De la misma forma que el león, el maligno está buscando a quien devorar, no permitas que te ahogue con la acusación, con la condenación, con la intimidación. Es importante notar lo que dice el siguiente versículo:
“al cual resistid firmes en la fe…” (1 Pedro 5:9a)
Cómo vencer la frustración
En un primer caso, la frustración viene cuando las expectativas son mayores que la realidad. Esta es una de las cosas que daña el matrimonio, pues muchos se casan con expectativas muy altas y la realidad muestra otra cosa, entonces viene el desencanto, la crisis y esto daña las emociones en el día a día. Cuando doy cursos de matrimonios e invito a los esposos a salir con sus esposas a tomar un café, las noticias son diversas, algunas esposas están felices por la experiencia, otras frustradas, porque su expectativa era mayor que la realidad, entonces ¿Cuál es la solución? La solución es estar pendientes de las bendiciones de hoy, disfrutar de ellas y nunca permitir que las expectativas de cosas mayores te quiten la alegría de lo que tienes hoy. Eso no es falta de fe, nuestra fe debe estar puesta en la gracia de Dios, tus expectativas deben ser colocadas en Dios y mientras esperas, disfruta lo que Dios te da hoy. Es decir, debemos tener expectativas de que grandes y mayores cosas acontecerán, pero esas expectativas están puestas en Dios, no en las personas. Así tendrás fuerzas para esperar y para ver lo que aun no se ve.
Otra razón que provoca frustraciones es porque no has visto tus sueños cumplidos, principalmente en tus hijos. Tal vez quisiste darles una mejor educación o darles mejores condiciones de vida y no lo lograste, este debe ser un sentimiento que debes combatir, al entender que todo lo que hiciste lo hiciste en tus fuerzas, en tus limitaciones, hiciste lo que era posible en su momento y eso es lo que cuenta. Les diste a tus hijos tu fuerza, tu juventud, tu amor, esa fue tu tarea y la cumpliste ¡Esa es tu corona! Solo asegúrate cada día que tus hijos, si aun están bajo tu tutela, conozcan a Dios, sean sensibles a su voz, inculca en ellos valores de fe, pues tú tienes una gran influencia sobre ellos, ese fue el plan de Dios.
“He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; no será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta” (Salmos 127:3-5)
Dios nos confió a nuestros hijos para influenciar en ellos. La influencia que tienes sobre ellos es más de lo que imaginas, yo creo que puedes cambiar el mundo a través de ellos, solo asegúrate de que sean siervos de Cristo. Si ellos ya no están bajo tu tutela entonces sé la mayor intercesora que ellos tienen en la tierra, nunca dejes de creer y no aceptes ninguna condenación y acusación, nunca pierdas la esperanza en Dios.
Hoy necesitas hacer una alianza con Dios. Si tus hijos aun están bajo tu tutela tu alianza será que vas a enseñar a tus hijos el camino de Dios, la Palabra de Dios, establece un compromiso de ser un ejemplo y patrón que ellos puedan imitar.
“E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza” (1 Samuel 1:11)
Este voto habla de una alianza, de un compromiso que Ana hizo, un compromiso de orar por la consagración de su hijo cada día y de hacer que su hijo sea un nazareo. Más adelante, la Biblia dice que después de destetarlo lo llevó (a los tres años) al templo para que se quedara allí, esto muestra la búsqueda de las estrategias necesarias para hacer que tus hijos vivan todos los días en la casa del Señor, no es por inercia, es por instrucción, por búsqueda de Dios, por oración, etc.
- A los hijos:
Este día debe ser un día para establecer una alianza con Dios y con tu madre, de amarla y ponerla delante del Señor. Si ella no conoce al Señor, hacer lo que sea posible para que ella lo conozca, eso habla de una vida de testimonio, de cambio. La Biblia dice:
“Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da” (Éxodo 20:12)
Honrarlos significa respetarlos y asumir el compromiso de sustentarlos en su vejez. Jesús fue un ejemplo de esto:
“Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena. Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa” (Juan 19:25-27)
- A los esposos
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia” (Efesios 5:25-29)
La Biblia nos muestra que los esposos son comparados con Cristo, es decir, tu patrón o modelo es Cristo, Cristo sustenta, cuida, ama y protege. En tiempos antiguos las mujeres admiraban a sus esposos porque aun a costa de sus propias vidas conseguían provisión, el principio era la protección, sustento y cuidado, pero si ahora tú no mantienes ese principio ¿cuál sería la razón de admiración de ella hacia ti? ellas son inteligentes, son profesionales, son fuertes, etc. Observa una cosa, ellas fueron creadas para ser protegidas, la mujer necesita sentirse segura, amada, mientras guardes esa posición, ella te admirará, ella no sufrirá inseguridad. Lo peor son los maridos que mandan a sus esposas a campos minados, esposos que quieren que ellas den la cara ante los problemas, que ellas carguen solas con las responsabilidades del colegio de los hijos, nunca olvides que al primero al que Dios le pedirá cuentas es a ti.
Para finalizar
Vamos hacer de este día un día de perdonar ofensas
Quiero enfatizar principalmente aquellas ofensas que han salido de nuestros labios, veamos:
“De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce” (Santiago 3:10-12)
Momentos de enojo, de ira descontrolada, en los que se lanzaron palabras que fueron de maldición, tanto de parte de los padres como de los hijos, hoy es necesario romper todo eso que salió de nuestros labios y comencemos a liberar bendición.
Hagamos de este una día un día para liberar perdón
A las madres y a los hijos quiero decirles que el perdón no es un sentimiento, es una decisión. El perdón no es una opción, es un mandato. Para los hijos es muy fácil juzgar el estrés, las circunstancias, el comportamiento de cada madre, porque no comprenden la situación hasta que son madres o padres, por esto para perdonar es muy importante entender la condición de la otra persona. Pienso que esto probablemente sea más dificil para los hijos, sé que hay muchos hijos dañados por las reacciones de sus madres, en otros casos por el abandono de sus madres (es muy poco, pero hay), entonces veamos:
“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros como Dios También os perdonó a vosotros en Cristo” (Efesios 4:31-32)
Hagamos de este día un día de bendición
“no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición” (1 Pedro 3:9)
Declara todas las bendiciones sobre tu madre, sobre tus hijos. Bendice, pues hay poder en tu lengua para la vida, confiesa bendición. Somos profetas del nuevo pacto, lo que decimos conforme al corazón de Dios en la gracia que es en Cristo es respaldado por el Señor. Hablemos bendición, hagamos un pacto, una alianza que nos permita tener un nuevo comienzo en en Cristo.