//Pr. Eliud Cervantes\\

Fuimos creados para ser guiados por el Espíritu
Hoy en día, la gente del mundo, e incluso algunos creyentes, viven guiados por sus propios deseos, sus propios pensamientos e intelecto. Aunque somos una generación aparentemente más inteligente y avanzada que cualquier otra generación, estamos viendo más oscuridad. Esto se debe a que nunca debimos vivir únicamente mediante el razonamiento o el intelecto. Dios nos hizo para vivir guiados por el Espíritu.
Dios quiere lo mejor para nosotros. Isaías 48:17 dice: “Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir.” El corazón de Dios es que seamos bendecidos y que obtengamos provecho en cada área de nuestras vidas. Y cuando seguimos Sus caminos, no nos encontraremos con fracasos ni pérdidas. Entonces, ¿cómo podemos dejarnos guiar por Dios?
Primero, debemos entender cómo Dios nos hizo: tripartitos, con espíritu, alma y cuerpo. Somos seres espirituales que vivimos en cuerpos y nos relacionamos intelectualmente con el mundo que nos rodea a través de nuestras mentes. Pero a causa del pecado, el espíritu del hombre ha sido separado de nuestro santo Dios. Para lidiar con el pecado que nos aleja de Dios, Él envió a nuestro Señor Jesús para ser nuestro sacrificio, para llevar todos nuestros pecados. Cuando nos arrepentimos, volvemos a Dios y nacemos de nuevo, restablecemos esa conexión que originalmente teníamos con Él.
Dios nos diseñó para que operáramos desde nuestro espíritu y no confiando únicamente en nuestra mente o razonamiento. Cuando confiamos en el Espíritu Santo dentro de nosotros, podemos ser guiados por Dios por caminos de paz y abundancia y hacernos experimentar el verdadero éxito en todas las áreas de nuestra vida.
En tiempos de dificultad, Él es tu ayuda
“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.” Jn 14:16-18
Antes de que nuestro Señor Jesús fuera a la cruz, compartió estas últimas palabras con Sus discípulos para prepararlos para lo que está por venir. Los consuela diciéndoles que “no los dejará huérfanos” y presentándoles el Espíritu Santo, otro Consolador (ayudador) que el Padre les daría.
La palabra griega usada aquí para “Consolador” es paraklētos, y “para” significa “junto”. Esto significa que el Espíritu Santo es aquel que está cerca de nosotros, que viene a nuestro lado para ayudarnos.
¿Por qué nuestro Señor Jesús presentó al Espíritu Santo de esta manera? Esto se debe a que el Señor mismo había sido el Ayudador de los discípulos todo este tiempo cuando estuvo con ellos. Al presentar al Espíritu Santo como “otro Ayudador”, estaba asegurando a sus discípulos que les enviaría a alguien igual a él, para estar con ellos y ayudarlos en sus momentos de necesidad.
El Espíritu Santo no sólo es como nuestro Señor Jesús, sino que tampoco está limitado por el tiempo y el espacio, como lo estuvo nuestro Señor Jesús durante Su tiempo en la tierra. Entonces, ¡el Espíritu Santo es Jesús en Su forma ilimitada! Es por eso que el Señor dice en Juan 14:12 que haremos obras mayores que Él, porque tenemos el Espíritu Santo en nosotros. Pero ¿qué pasa con los santos del Antiguo Testamento? La Biblia registra que el Espíritu venía para una tarea específica y partía cuando la obra está terminada. Ej: Jueces 14:6 (Sansón). ¡Este año, comencemos a confiar más y a orar más en el Espíritu! Cuando eres lleno de Él, Él es quien dirige en tu vida.
¡El maestro de todas las cosas está dentro ti!
En nuestro mundo actual, nos bombardean constantemente con noticias. Cuando empezamos a creer mentiras y desinformación, podemos generar miedo y ansiedad; En la medida en que estemos preocupados, ansiosos y deprimidos, en esa medida se nos ha inducido a creer una mentira. Entonces, ¿dónde podemos encontrar la verdad?
“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Jn 8:31-32
¡Obtén tu verdad en la Palabra de Dios! Cuanto más continuamos en la Palabra de Dios, más conoceremos la verdad. Juan 16:12–14, dice que cuando este Espíritu de verdad venga, ¡nos guiará a toda la verdad! Esto incluye todo lo que hacemos.
Cuanto más oremos en lenguas y permitimos que el Espíritu Santo nos guíe, más seremos guiados a la verdad. Si no estás seguro de qué hacer, ¡ora en lenguas! ¿Cómo reconocer la dirección del Espíritu Santo? Como hijos de Dios, el Espíritu Santo nos guía por instinto, intuición, inspiración, iluminación y revelación. El Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu.
“Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. 21 No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad.” 1Jn 2:20-21
El apóstol Juan confirma esto en este pasaje de la Escritura, donde le dice a las personas a las que les estaba escribiendo que saben que lo que les estaba diciendo es verdad, ¡porque tienen el Espíritu Santo que da testimonio de lo que ya saben!
El Espíritu Santo, puede conducirnos y guiarnos sobrenaturalmente en otras áreas de nuestra vida diaria y darnos éxito. Ej: experiencia con mi hijo (abrazo).
Las cosas que el Espíritu Santo vino a revelarnos
Lo primero que recibimos con el bautismo del Espíritu Santo es el sentimiento del amor de nuestro Padre celestial. Echemos un vistazo a este versículo:
“Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” Mt 3:17
Antes de que nuestro Señor Jesús realizara algún milagro, fue bautizado por primera vez en el Espíritu Santo. Y cuando el Espíritu Santo cayó sobre Él, Dios declaró y afirmó Su amor por nuestro Señor Jesús. ¡Esto nos muestra que el bautismo del Espíritu Santo está íntimamente ligado a la afirmación del Padre de su amor por nosotros!
Y en la primera mención del Espíritu Santo en el libro de Romanos, dice: “y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” Ro 5:5
Esto nos muestra que cuando recibimos el Espíritu Santo, recibimos un sentimiento del amor del Padre por nosotros.
Luego, debemos ser establecidos en la verdad de nuestra adopción en la familia de Dios, que somos hijos de Dios, Sus hijos e hijas.
“porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.” Ro 8:13-16
Cuando seamos establecidos en nuestra filiación por el Espíritu Santo, haremos morir las malas obras de la carne y viviremos. Esto significa que reinaremos sobre cualquier adicción, tentación y emoción negativa con la que el enemigo intente plagarnos cuando somos guiados por el Espíritu.
El Espíritu Santo no sólo testifica con nuestro espíritu que somos hijos de Dios y del amor de Dios por nosotros, sino que también afirma nuestro perdón en Cristo.
“De este dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.44 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso”. Hch 10:43-44
¡El Espíritu Santo cayó sobre la gente mientras Pedro predicaba sobre el perdón de los pecados mediante la obra consumada de nuestro Señor Jesús! ¡Esto nos muestra cuán importante es esta verdad para el Espíritu Santo, y esta es una verdad muy vital que Él vino a revelarnos!
Se guiado por el Espíritu orando en lenguas
Nuestro Señor Jesús nos dice en Hechos 1:8 que cuando recibimos el bautismo del Espíritu Santo, recibimos poder, poder para sanar a los enfermos y expulsar a los espíritus malignos que están oprimiendo a las personas.
Una vez más, cuando miramos Jueces 14:6, podemos ver demostrado el poder del Espíritu Santo:
“Pero el Espíritu del Señor vino con poder sobre Sansón, quien a mano limpia despedazó al león como quien despedaza a un cabrito…” Ju 14:6 NVI
Cuando el Espíritu del Señor cayó sobre Sansón, ¡pudo destrozar al león! Lo interesante aquí es cómo “vino con poder” es una palabra hebrea que también significa “prosperar”. ¡Esto significa que cuando el Espíritu Santo está sobre nosotros, podemos esperar que lo que hacemos prospere! Incluso si hay una tarea que parece que no puedes completar o te parece difícil, cuando el Espíritu Santo esté sobre ti, recibirás fuerza y poder y podrás lograr lo que antes no podías.
Para ayudarnos a conectarnos e involucrarnos con el Espíritu Santo, nuestro Padre nos ha dado un regalo: ¡podremos orar en lenguas cuando recibamos el bautismo del Espíritu Santo! ¡Este es un lenguaje poderoso del cielo que el enemigo no puede interceptar y que nos bendecirá enormemente!
Aquí hay algunos beneficios de orar en lenguas:
- Te fortalece
En 1 Corintios 14:4 dice: “El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica…”. La palabra griega para “edificar” es oikodomeo, que significa “construir una casa, erigir un edificio”, también restaurar construyendo, reconstruir, reparar. Y nuestro cuerpo es el templo de Dios.
Esto significa que al orar en lenguas, podemos reconstruir o reparar nuestros cuerpos deteriorados por la edad o enfermedad. ¡Esto incluye todas las demás partes de nuestro cuerpo! Entonces, esto significa que todo tu ser (espíritu, alma y cuerpo) se edifica o reconstruye mientras oras en lenguas.
- Nos trae descanso, nos refresca y desarraiga todo estrés
“porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo, 12 a los cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; mas no quisieron oír.” Is 28:12
Ya sea en el trabajo, cuando hacemos las tareas del hogar, en el camino, cuando oramos en lenguas, ¡experimentamos el descanso y el refrigerio de Dios! A Dios le encanta cuando descansas, porque estás diciendo que confías en Él. Mientras más oras en lenguas, más libre del estrés.
Hoy el diablo está tratando de desgastarte y estresarte; por tanto, no luches contra fuerzas sobrenaturales con medios naturales. Tenemos un arma del cielo: orar en el Espíritu (lenguas).
- Te permite orar por tu futuro
Las lenguas son un poderoso don de oración hecho en el cielo y que no está limitado por la distancia, el tiempo o el conocimiento intelectual. Cuando oras en el Espíritu, quizás no lo sepas, pero podrías estar cubriendo efectiva y sobrenaturalmente a tus seres queridos o tu futuro con la protección de Dios.
Orar en lenguas te da acceso a las bendiciones. ¡Es por eso que Dios quiere que recibas y utilices este poderoso regalo de gracia! Cuando oras en lenguas, estás orando por tu futuro y el de tus hijos sin el estrés adicional de saber qué pudo haber sucedido.
“Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios…” 1Co 14:2
Entonces, cuando oramos en el Espíritu, estamos orando más allá de los límites y limitaciones de nuestro conocimiento. Hablamos directamente a Dios; por tanto, ora por tu futuro y especialmente cuando llegue el miedo al futuro. Dios puede alcanzar el futuro y tocarlo porque Dios es atemporal y no está restringido por el tiempo ni el espacio.
“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas”. Mr 16:17
Si has recibido a Cristo como tu Señor y Salvador, el Espíritu Santo ya reside en ti y Él mismo dijo que aquellos que creen (en Él) hablarán en lenguas.
Pero si nunca antes has orado o hablado en lenguas y te gustaría hacerlo, aquí tienes una oración sencilla que puedes orar por ti mismo para recibir este regalo: “Padre amado, en el nombre del Señor Jesucristo, te pido la plenitud de El Espíritu Santo.”