//Pr. Luis A. Núñez\\
El término en el Antiguo Testamento para paz es Shalom, significa completo, solidez, bienestar. También se usa cuando uno se encuentra en armonía o concordancia con otro (Josué 9:15, 1 Reyes 5:12), cuando se desea el bien de una ciudad o país (Salmos 122:6, Jeremías 29:7). Puede significar prosperidad material (Salmos 73:3) o seguridad física (Salmos 4:8), pero también significa bienestar espiritual (Salmo 85) y su equivalente en el griego es eirene.
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6)
El libro de Isaías nos da la revelación profética de la venida de Cristo. En este verso se describe las características del Mesías. Se nos muestra que Él era Dios mismo hecho carne, pero además declara que Él es “el Príncipe de Paz”. Aproximadamente 750 años después de esta profecía, el Señor Jesús dijo lo siguiente:
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27)
En la Biblia nuestro Señor también es llamado Rey de Salem (Hebreos 7:2) y Salem significa “paz”. Dios también es llamado de Príncipe de Paz. Esto es fascinante, el príncipe de paz, que es el Señor Jesús, Dios mismo hecho carne, el Emanuel, Dios con nosotros, nos dejó un gran legado de paz.
¿Por qué dejamos que nuestro corazón se preocupe? Notemos que inmediatamente después de que Jesús dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy” Él dijo también: “No dejes que tu corazón se preocupe, ni tampoco que tenga miedo”. No dejes que tu corazón se preocupe, ni que tenga miedo.
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida” (Proverbios 4:23)
Debemos de cuidar nuestro corazón por sobre todas las cosas, no permitas que se turbe tu corazón y sea invadido por el miedo. Tienes poder en Cristo para eso, porque Él es tu paz, a ti te corresponde no permitir turbación. Pero quiero que reflexionemos en lo siguiente:
En este verso el Señor Jesús está usando dos verbos diferentes, que han sido traducidos como “dar” y “dejar”, existe diferencia entre estos dos verbos, es diferente dejar y es diferente dar, ahora el Señor dice que nos deja la paz y nos da su paz, veamos entonces a qué se refiere.
- Primero
Cuando el hombre pecó contra Dios, allá en el Génesis, se produjo una separación, una ruptura en su comunión con Dios. La vida de Dios salió del hombre y por tanto Dios, que es Santo, Santo, Santo y no puede tener comunión con el pecado, esto es denominado como enemistad y la palabra morir significaba separación, el hombre se separó de la vida de Dios, entonces se tornó enemigo de Dios.
“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”
(Romanos 5:12)
Esta naturaleza pecaminosa en el hombre definió su separación de Dios y por lo tanto, la Biblia denomina al hombre enemigo de Dios, como un extraño, un desconocido.
“Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida” (Romanos 5:10)
“Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado 22en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él” (Colosenses 1:21)
Estos versículos nos muestran la condición del hombre delante de Dios, éramos enemigos y estabamos lejos de Él, ya no teníamos comunión con Dios, pero vemos que la muestra de su inefable amor se manifiesta en Cristo, veamos:
“Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” (Lucas 2:12-14)
Desde que Jesús nació nunca hubo paz en la tierra, contrariamente las guerras se incrementaron, entonces ¿A qué paz se refería? ¡A la reconciliación del hombre con Dios! al acercamiento del hombre hacia Dios. Por eso dice la Biblia que cuando Cristo vino y murió por nosotros, Él nos reconcilió con el Padre.
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1)
“Y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado” (Colosenses 1:20-21)
Jesús dijo en la cruz que todo estaba consumado, todo estaba hecho para que esta paz sea dada a través de su muerte en la cruz, la obra ya fue hecha. Él la “deja” y eso significa que la obra está consumada, la paz está definida. Quien cree toma de esa paz, pero infelizmente no todos los hombres creen en Él, solo unos cuantos toman lo que Él dejó, por eso debemos predicar el evangelio, para que más personas crean en la paz que Él nos dejó. Es la oportunidad de tener acceso a su presencia, de tener su naturaleza, la oportunidad de tornarnos hijo de Dios (Juan 1:12), a los que creen les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
Por eso debemos predicar el evangelio, para que las personas entiendan que Cristo es el camino al Padre. Jesús dijo en Juan 10:10: “yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia”. Percibe dos cosas maravillosas, una es que Él vino para darnos vida y luego aclara que nos la dará en abundancia.
- Segundo
Él dice “mi paz os doy”, esto es el resultado de una relación personal. La relación con el mundo da un tipo de paz y la relación con Jesús nos da su paz, pero ¿Cuál es la diferencia? El mundo llama paz a la ausencia de problemas, por esto cuando estás en problemas muchos te ofrecen olvidarte de los problemas con una cerveza o con cualquier otra actividad, pero regresando a la realidad todo continua igual, pero la paz que da Cristo es que aun habiendo problemas y luchas yo tengo estabilidad, bienestar, tranquilidad, porque esto está basado en la confianza plena, de saber que puede estar cayéndose el mundo, pero Dios está conmigo ¡Aleluya! este sentir es el resultado de una relación con Jesús, Él no te ofrece religión, te ofrece una relación que resultará en paz, una paz que supera todo entendimiento.
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”(Filipenses 4:7)
Te verán como loco, porque cuando deberías estar angustiado estás lleno de gozo, cuando deberías estar destruido estás animado, eso es el resultado de reconocer cada día su gracia y por experimentar su favor, Pablo experimentó esa paz y declaro:
“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. (2 Corintios 4:7-10)
La vida en abundancia se expresa en plenitud de vida, en un nivel de disfrute, eso solo es posible en medio del creer, que trae consigo paz y gozo. Paz es la expresión más grande en la vida de una persona, gozo y paz traen descanso.
“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”
“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Por eso, amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprochables, en paz” (2 pedro 3:13-14)
Que seamos hallados en santidad y en paz, esta es la marca de todo vencedor, paz que es fruto del creer en su favor y en su gracia, solo quien cree en su gracia y en su favor experimenta paz.