La revelación de su amor te da una fe osada a pesar de los tropiezos

//Pr. Eliud Cervantes \\

¿Cuál es la actitud del Señor delante de las fallas?

En la Palabra del Señor, a través de las experiencias del apóstol Pedro, podemos ver que cuando tenemos revelación del amor del Señor por nosotros, a pesar de nuestros tropiezos podemos levantarnos con una fe osada.

Muchos de nosotros luchamos no con los pecados cometidos antes de ser salvos, sino con los pecados que vemos aun después de ser salvos ya sea a través de pensamientos o palabras. Este pasaje nos muestra cual es la actitud del Señor contigo delante de esas fallas.

“Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada. Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos no sabían que era Jesús. Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. El les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces. Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar” (Juan 21:3-7)

Es interesante ver que era propio de Pedro liderar, porque todos le siguieron; pero esa noche no pescaron nada. Muchas veces al igual que Pedro, estamos cansados sin poder pescar u obtener lo que tanto estamos deseando. Pero la palabra del Señor dice en Proverbios: “La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella.” (Proverbios 10:22) por tanto, cuando Dios obra, no hay dolor ni tristeza.

Esta era la tercera vez que Jesús se apareció y les dice: “Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis”. El lado derecho es el lado de la justicia. Benjamín significa “hijo de la mano derecha”, y la mano derecha es el lado del favor. Por eso, siempre depende del favor del Señor. Lanza tu vida a ese lado en todas las áreas.

Ahora, la Palabra del Señor nos dice que Pedro, después que supo que era el Señor, él se lanzó para ir hacia Jesús y nadó 90 metros. La pregunta es, ¿Porque Pedro salto al agua? ¿será que estaba pensando en su pecado? Porque días antes él le había negado después de la ultima cena.

En Lucas 22, vemos que Jesús le dijo que satanás lo zarandearía, pero Jesús le dijo que oró para que su fe no desfallezca y no para que no falle. Y Jesús profetizó su victoria antes que él caiga. Sin embargo, Pedro dijo que aunque los demás lo nieguen él no lo haría; pero sabemos la historia de cómo lo negó y al final Jesús le miro y él lloró amargamente.

“Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. El le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte. Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces” (Lucas 22:31-34)

Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces” (Mateo 26:33-34)

Entonces, si tú fueras Pedro ¿saltarías para ir a ver a Jesús? Tal vez serías el último. Pero Pedro conocía algo de Jesús que hizo que salte al agua. ¿Que era? La respuesta es algo muy importante para tu vida cristiana. ¿Era la ley? Claro que no, la ley vino para mostrar el pecado, eso lo llevaría a huir o ir al último.

Todavía, vemos que en este capitulo Jesús estaba restaurando el ministerio de Pedro. Entonces, ¿tú confiarías lo que más amas, las ovejas, a Pedro, alguien que te negó? Pero fue a él que le confió sus ovejas. Por tanto, fue el amor de Jesús que hizo que Pedro salte de la barca.

Los encuentros de Pedro con Jesús 

La primera vez que Pedro conoció a Jesús está en Juan 1, fue cuando le cambió su nombre en Cefas.

“Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús. Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo). Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro)” (Juan 1:40-42)

En Lucas 5 tenemos el segundo encuentro, cuando pescaron toda la noche y no lograron nada.

“Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.  Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador” (Lucas 5:3-8)

Ahí Pedro le dice a Jesús que se aparte porque era hombre pecador. ¿Por qué? Porque vio su santidad, se vio como pecador. Muchos nos acusan de solo hablar del amor y gracia de Jesús y que necesitamos hablar de la santidad, que eso es lo que trae madurez. Sin embargo, todos en el AT y en el NT cuando se encontraban con el Señor o su ángel tenían miedo, pensaban que iban a morir por causa de su santidad: Gedeón, Manoa, etc. ¿Qué nos muestra eso?

“Y dijo Manoa a su mujer: Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto” (Jueces 13:22)

Tienes que tener al Espíritu Santo para conocer su amor. La carne te puede enseñar sobre santidad y pensamos que eso es profundo, pero conocer su amor y gracia es fe, es crecer, mientras más conoces su amor.

Después de esa experiencia, pasaron tres años, y Pedro negó conocer a Jesús, maldiciendo e insultando. Por tanto, ¿Qué es lo que le llevó de regreso hacia Jesús? El conocimiento de su amor. Tú sabrás cuánto eres amado por alguien, hasta saber que esa persona sabe todo de ti y aun así te ama.

Percibiste que Jesús nunca habló palabras duras contra cobradores de impuestos, prostitutas, pero si contra los fariseos. Los fariseos conocían su santidad, pero no su amor, eran guardianes de su santidad, pero acabaron matando a Jesús. Pedro sabía que Jesús lo conocía y aun así lo amaba, por eso corrió hacia Él. Y Jesús sigue siendo el mismo hoy. ¡Él te ama! Jesús amaba a los fariseos, pero ellos vivían de apariencia por eso  tuvo que quitar esa máscara. Es su amor y gracia que cambia a las personas. 

La mujer samaritana

Esa misma experiencia del amor del Señor, a pesar de las fallas, fue la que llevó a la mujer Samaritana a poder ir hacia su pueblo hablando de Jesús por más que ella tenía mucha vergüenza antes. En Juan 4 leemos eso: 

“Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo? Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él” (Juan 4:28-30)

¿Por qué Jesús tenía que hablar de su pecado a la mujer? Para que ella sepa que aún con su pecado le amaba ¿Por qué Jesús fue duro con la hipocresía? Porque amaba a los fariseos. Mientras ellos sigan así, no conocerán el amor, creen que Dios los ama por su apariencia. Pero cuando sabes que Dios sabe todo de ti y aún así te ama, entonces conoces su amor y quién se siente amado, va amar. La hipocresía obstruye Su amor, mientras finjas no experimentarás su amor. Vas a estar siempre haciendo algo para sentir que Dios les ama.

Y la mujer descubrió que Jesús era el mesías y sabía todo, pero ese Mesías era aquel que expone tus pecados, te perdona y te ama. Y la mujer que tenía vergüenza de la gente y a sus ex maridos, fue hacia ellos para decirles que había conocido al Mesías. Ella en un instante se convirtió en una evangelista, sin hacer ningún curso. Si Jesús le hubiese expuesto apenas sus pecados sin mostrarle su amor, ella no hubiese ido hacia el pueblo. Cuando te sientes amado, haces cosas grandes. Dios nos hizo para funcionar con su amor.

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