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//Pr. Eliud Cervantes\\
Las personas afuera asocian la biblia con el creyente, eso es muy bueno; sin embargo, en muchos de ellos es como un desodorante. La biblia no es un amuleto, de nada sirve dejar la biblia abierta en el Salmo 91. Si deseamos crecer en Dios necesitamos tomar la palabra y obedecerla.
Ej: El pueblo de Israel.
“El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” Mt 4:4
Nosotros somos lo que comemos. Al dar a su pueblo maná para comer, Dios estaba indicando que su intención ere cambiarles la naturaleza. El pueblo ya había cambiado de lugar. Antes estaba en Egipto, ahora estaban con el Señor en el desierto. Pero no basta un cambio de lugar, debe haber también un cambio interior.
La intención de Dios no es introducir una porción de egipcios redimidos en el cielo. La manera como Dios hace esa transformación es cambiando nuestra dieta.
Todo lo que Dios hace, Él lo hace por medio de Su Palabra.
1. Dios y Su Palabra son uno solo Dios y su Palabra son uno solo. Entonces yo debo conocer a Dios conociendo su Palabra, amar a Dios es amar su Palabra, creer en Dios es creer en su Palabra. En Juan 14:21 leemos:
“El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que ama; y el que me ama, será amado por mi padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”.
Nunca olvides que Dios y su Palabra son inseparables. Quien ama a Dios ama también su Palabra.
2. La Palabra engendra fe “Así que la fe es por el oír y el oír por la Palabra de Dios.” Ro 10:17
No necesitamos pedir fe a Dios, necesitamos sólo oír su Palabra y practicarla, así la fe se manifestará.
3. La Palabra engendra vida La Palabra de Dios es vida en nuestro espíritu. En Jn.6:63 Jesús dice que sus Palabras son espíritu y vida.
El nuevo nacimiento aconteció por medio de la Palabra. Lucas 8:11 dice que la semilla es la Palabra. Cada semilla genera de acuerdo con su especie, semilla de guayaba produce guayaba, cimiente de gatos producen gatos; y la cimiente de Dios produce hijos de Dios.
“Siendo renacidos, no de cimiente corruptible sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.” 1Pe 1:23
4. La Palabra de Dios es un arma “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios…” Ef 6:17
Tú estás en una guerra espiritual y tu arma es la Palabra de Dios; la Palabra es un arma que no funciona en la mano, funciona sólo en la boca. Por eso debes confesar a través de su Palabra, aquello que Dios dice que Él es, que Dios dice que hace, que Dios dice que tiene y aquello que Dios dice que tú eres, que tú haces, y que tú tienes; entonces en breve tu cosecharás grandes resultados.
5. La Palabra de Dios es alimento. “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios.” Mateo 4:4
Cuando un bebé nace, su necesidad inmediata es tomar leche para alimentarse.
Después de ser salvos y por tanto haber nacido de nuevo, nuestra necesidad inmediata es que aprendamos a alimentarnos del Señor como nuestra leche y alimento espiritual. (I Pe. 2:2-3)
Siempre que leas la Biblia, debes apropiarte de algo de Dios para ti, así como haces al comer tu comida.
Si tú deseas crecer en Dios, necesitas tomar la Palabra de Dios y practicarla. Podemos decir que conoceremos más de la Palabra a través de cinco formas:
Oyendo
Leyendo
Estudiando
Memorizando
Meditando en ella.