Respuestas que definen destinos

//Pr. Luis A. Núñez\\

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9)

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“Dad gracias en todo, porque esta es la …

La revelación de estos dos versículos en la vida de un hombre produjo un rumbo glorioso en la historia de la iglesia, una revolución que trajo un despertar a las escrituras y revelación de la gracia. Más adelante muchas personas bajo la misma revelación fueron protagonistas de un gran mover, la historia cambió y un manto de salvación se derramó en medio del mundo. También es verdad que fruto de eso comenzó la persecucion y muchos murieron por causa del evangelio. Esto sucedió hace más de 500 años, pero lo que me impacta es el hecho de cómo la revelación de un par de versículos en un hombre pudo traer un cambio en la historia, eso solo es porque Dios hizo la obra.

Pensando en esto, hice una oración para que la revelación del siguiente versículo produzca otra revolución en tu vida y así cambiar la historia. Yo creo que la revelación de este versículo puede producir un mover sin precedentes en medio de nosotros.

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10)

Frente a algo que te expresan, existe una reacción natural en todos nosotros que se llama curiosidad. Si alguien te dice que te ha preparado algo especial, no cesas de preguntarte qué será. Al considerar los dos primeros versículos que hemos compartido, hemos disfrutado al saber que somos salvos por gracia, pero además deberíamos preguntarnos ¿Dios cuáles son esas buenas obras que has preparado de antemano para mí? Algunas de ellas han sido descritas en la Biblia y la forma cómo anheles ser parte de ellas definirá tus respuestas.

Algunos han denominado a esto el llamado, llamado ante el cual tenemos dos opciones: eres indiferente a este llamado, a este propósito y vives todos tus días ignorando lo que Dios preparó para ti o permites que comience una revolución en tu vida. Por lo menos quiero recordarte dos propósitos claros que están dentro de las buenas obras que él preparó para nosotros.

  1. Fuimos llamados a ser edificadores de la iglesia

“Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo” (1 Pedro 2:5)

En esto se basa la visión que Dios nos dio, todos siendo parte del cuerpo y todos funcionando. Cuando tienes revelación de esta verdad se produce una revolución, parte de eso es lo que vemos acontenciendo en medio de nosotros, pero necesitamos estar firmes en eso, de lo contrario, podríamos creer que esto solo una estructura eclesial, un modelo más y la renuncia estará a la puerta constantemente.

  • Fuimos llamados a ser anunciadores del evangelio

“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,pueblo adquirido por Dios,para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9)

La Biblia también nos indica que somos ministros de la reconciliación.

“El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto,no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica” (2 Corintios 3:6)

¡Aleluya! La Biblia aclara en 1 Pedro 2:10  que nosotros que no éramos nada, que no merecíamos nada y ahora somos anunciadores del evangelio, embajadores de Cristo.

La respuesta de alguien definió tu destino

¿Cuántos de nosotros fuimos alcanzados por el evangelio a través de alguien que nos predicó, insistió, oro por nosotros? ¿cuántos somos conscientes de eso? ¿cuántos pueden dar testimonio del abrazo de alguien, de la expresión de amor de alguien, de la insistencia de alguien? ¿quién es ese alguien? alguien que respondió, alguien que creyó en el camino que Dios preparó de antemano.

Muchos podríamos decir que alguien nos cuidó en medio de una célula, estuvo pendiente de nosotros, nos inspiró ¿Quién es ese alguien? alguien que respondió a un llamado, alguien que creyó en el camino que Dios preparó de antemano. Lo mismo tendría que suceder contigo, una respuesta tuya puede definir destinos.

Un llamado santo

“Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos” (2 Timoteo 1:9)

La primera mención de Dios llamando a alguien en la Biblia está en Génesis 3:9-10:

“Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí”

Dios llamó a Adán y él se escondió y cuando Dios lo encontró, Adán le dijo que tuvo miedo porque estaba desnudo y por eso se escondió, esa es la misma razón por la que muchos no responden a este llamado, porque se miran a sí mismos y tienen miedo, están paralizados por la culpa, por la condena, por la intimidación. La pregunta es ¿quién te dijo que estás desnudo? Defines tu posición por lo que ves de ti mismo o defines tu posición por lo que Dios dice de ti.

La primera mención de Dios llamando a alguien en el Nuevo Testamento está en Mateo 4:18-22:

“Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.  Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.  Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron”

No hubo resistencia, sino fe, una respuesta que definio destinos, una respuesta que produjo una revolución, un cambio en la historia. Veamos a continuación otra respuesta que definió el destino de la humanidad:

“Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia” (Lucas 1:38)

“Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor” (Lucas 1:45) María creyó que sería el instrumento que Dios usaría para traer al Mesías. La promesa se cumplió porque ella respondió a un llamado, ella creyó y dejó de mirarse a si misma para mirar el propósito de Dios y Dios cumplió lo prometido. La respuesta que expreses hoy definirá destinos y dará inicio a una gran revolución.

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