//Pr. Eliud Cervantes\\
El día que Jesús fue entregado, ese día en que Él entró a Su pasión y sufrió por nosotros, les dijo a sus discípulos:
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” Jn 14:27
La última voluntad de Jesús y el regalo más grande que Jesús le quería dejar a Sus discípulos antes de ser crucificado, fue el regalo de su paz.
Nuestro Señor también se llama el Rey de Salem (Hebreos 7:2). “Salem” significa “paz”. Dios también es llamado Príncipe de Paz. Cuando Él estaba aquí en la tierra, Él caminaba con una paz que lo hacía estar siempre en control. Una vez trataron de apedrearlo, pero Él solamente camino a través de la gente y salió sin ser dañado. (Juan 8:59). Nadie lo podía tocar. Él tenía la paz perfecta y completa.
El diablo levanto una tormenta en el mar de Galilea, pero Jesús siguió durmiendo en la barca. El ataque del diablo no logró despertar a Jesús, sino solamente los gritos de sus discípulos (Marco 4:35-41). Aun hasta en Su muerte, Él estaba en control, porque nadie le quito la vida, Él mismo la entregó (Juan 10:17-18). Él tomó la decisión en el jardín del Getsemaní de entregar Su vida por nosotros.
El Shalom (Paz) de Dios
Jesús estuvo y está siempre en perfecto control de las cosas. Una de las razones por las que Él era poderoso es porque caminaba en el Shalom (paz) de Dios. La palabra “paz” en Juan 14:27 es la palabra “shalom” en Hebreo. Esta quiere decir bienestar, plenitud, estar completo con paz en la mente y el corazón. Por tanto, tener shalom quiere decir tener todo nuestro ser – espíritu, alma y cuerpo – bien.
Entonces, ¿Qué es lo que Jesús quería decir al mencionar: mi “Shalom” les dejo, no el shalom del mundo, sino mi shalom? Esto quiere decir lo siguiente: “El shalom con la que me viste vivir a mí, el shalom con que me viste dormir en la barca, el shalom con la que me viste caminar por en medio de la gente que me querían apedrear; el shalom que hacía que el poder del diablo no pudiera tocarme, este shalom, mi shalom, yo te la doy a ti.”
Esta es la paz que Jesús nos ha dejado a nosotros. No es una paz como la que da el mundo que surge por escuchar o meditar en cierto tipo de música, o por respirar profundamente. ¡Si no es más grande que eso! Esta paz no depende de las circunstancias y trabaja en medio de las tormentas de la vida.
Guarda tu Corazón por sobre todas las cosas
“¿Pero pastor, si Jesús me ha dado esa paz, porque yo todavía tengo problemas y preocupaciones sobre muchas cosas?” Esto es porque dejamos que nuestro corazón se preocupe. Notemos que inmediatamente después de que Jesús dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy…”, Él dijo también: “No dejes que tu corazón se preocupe, ni tampoco que tenga miedo.” No dejes que tu corazón se preocupe ni que tenga miedo, el Señor no puede “no temer” por ti, tu esposa no puede “no temer” por ti, yo no puedo “no temer” por ti. ¡Tú tienes que “no temer” por ti mismo!
Mucha gente está cuidando sus finanzas, carreras, hijos, salud etc. Pero El Señor no espera que nosotros cuidemos tanto esas cosas. Sino que él desea que cuidemos nuestro corazón:
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.” Pr 4:23
Debemos de cuidar nuestro corazón por sobre todas las cosas. Porque si nosotros cuidamos de eso que está adentro (corazón), Dios es quien cuidará de todo lo que está afuera de nosotros. Eso es exactamente buscar primeramente el reino de Dios, y todo eso que está afuera y que necesitamos va a ser añadido a nosotros (Mateo 6:33).
Esto debe de darnos ánimo. No tenemos que preocuparnos sobre muchas cosas, sino solamente tenemos que cuidar nuestro corazón. La gente toma decisiones poco sabias cuando su corazón esta temeroso. Hacen cosas que en medio de otras circunstancias nunca las harían; por tanto, guardemos nuestro corazón.
La manera de cuidar que nuestro corazón no tema ni tenga miedo es recordar lo que dice Juan 14:27. Cada vez que sintamos temor o miedo digamos: “No permitiré que mi corazón tema y que ni tenga miedo”, y rápidamente verás el poder de la palabra de Dios hacerse real en ti. La paz de Dios va a comenzar a fluir en ti.
Su Gracia es lo máximo
Todos tenemos áreas de debilidad y áreas de fortaleza. Lo que me preocupa, puede que no te preocupe a ti y viceversa. Pero el diablo sabe bien que botones presionar en cada uno de nosotros. Por ejemplo, mientras que yo en ocasiones pueda preocuparme cuando soy responsable de organizar algún evento, no me preocupo tanto sobre mis finanzas.
El diablo no puede hacerte nada en aquellas áreas de tu vida que no te preocupan. Las áreas que no nos preocupan son las áreas en donde vemos el máximo de la gracia de Dios fluyendo, la bendición en su mayor esplendor de riqueza.
Algunas personas piensan que sus problemas son tan pequeños como para que Dios se haga cargo de ellos. Puede que hasta nos de pena decirle a Dios que es lo que nos preocupa. A la mejor es solo un granito que ha estado ahí por algunas semanas; pero si eso hace que tu corazón se sienta temeroso. ¡Entonces no es algo insignificante! Dios quiere que se lo entregues a él. Él no quiere que tu corazón tema por ninguna cosa, ya sea grande o pequeña. Al poner tu necesidad delante de Dios haces que su gracia fluya libremente en esa área de tu vida.
El Espíritu nos enseña dándonos la mano con su Paz
Otra cosa importante que hay que mencionar es que antes de que Jesús hablara a sus discípulos de que les daría la paz, Él les habló sobre la guía del Espíritu Santo:
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy…” Jn 14:26-27
Jesús está diciendo que el Espíritu Santo nos enseña todas las cosas en lo que respecta a su paz. En otras palabras, si tu cuidas tu corazón y no llegas a preocuparte por algún problema, si tu rechazas el temer por las dificultades y solamente puedes unirte a Su paz, el Espíritu Santo va “enseñarte todas las cosas”. ¡Él te va a enseñar el camino para que salgas de diferentes situaciones!
El “Modus Operandis” del diablo
Cuando comienzas a preocuparte por cosas particulares de tu vida, los problemas se hacen más y más grandes y el “Modus Operandis” del Diablo es así:
Primero él se acerca a ti para ver cuales áreas de tu vida te preocupan para atacarte. Aunque sabe que no tiene el poder para dañarte – puesto que ya fue despojado de ello en la cruz con Cristo (Colosenses 2:15). Es por eso que lo único que puede hacer es causar preocupaciones en nosotros.
¿Recuerdas lo que dice 1 Pedro 5:8? “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.” Pero, ¿qué dice el versículo anterior a este? “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” (1 Pe 5:7)
En otras palabras, cuando estas lleno de preocupaciones por no depositarlas en el Señor, entonces te conviertes en alguien “devorable” para el diablo. Pero lo opuesto de eso es verdad también, ¡el diablo nada puede hacer a un cristiano que está en paz! Ya que para tocarte, el necesita que estés preocupado, temeroso y lleno de problemas.
La preocupación bloquea el fluir de la Gracia
La siguiente ilustración nos ayudará a explicar el tema que estoy hablando. Imagínate que existieran muchas pipas que vienen desde el cielo. Hay pipas que transportan la gracia para la sanidad, otras traen la gracia para prosperar, otras contienen la gracia para el matrimonio feliz, etc.
Sabemos que por ser creyentes somos justos por fe y tenemos “por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios” (Ro 5:2).
Cuando Jesús murió en la cruz, surgió un terremoto y el corazón de Dios se abrió para que las corrientes de su amor, gracia, misericordia y todas sus bendiciones puedan fluir libremente. Estas corrientes han estado fluyendo desde que Jesús murió por nosotros.
Lo que pasa cuando nosotros nos preocupamos, es como si estuviéramos agarrando fuertemente esas pipas de gracia que vienen del cielo, y bloqueáramos el fluir que viene por ellas. Entre más nos preocupemos, más bloqueamos el fluir de la gracia de Dios. ¿Pero acaso la gracia de Dios dejara de fluir desde el cielo por eso? Claro que no, lo que pasa es que la pipa de gracia se bloquea con nuestras preocupaciones; contrariamente, en las áreas que no nos preocupan, la gracia de Dios fluye libremente, produciendo un treinta, sesenta y finalmente hasta el cien por ciento de resultados.
Síntomas comunes que nos meten en problemas
Por el hecho de que el diablo sabe que no tiene poder sobre ti, lo que va a hacer es enfocarte en algunos problemas comunes que fácilmente logran preocuparnos. La salud por ejemplo. El diablo no puede poner una enfermedad en ti. Él no tiene el derecho de hacer eso a un hijo de Dios porque Jesús ya pago por todos los pecados en la cruz, Él ya pago por nuestras dolencias, enfermedades y dolores. Por sus llagas fuimos nosotros sanados (Isaías 53:4-5). Tampoco él puede maldecirnos con ningún tipo de maldición porque Jesús ya nos redimió de la ley también (Gálatas 3:13).
Todo lo que el diablo puede hacer es enfocarnos en esos síntomas que nos pueden llegar a preocupar y darnos problemas. Mientras estemos preocupados y conscientes de ello, es ahí cuando empezamos a bloquear el fluir de la gracia de Dios para nuestra salud. Recuerda, Dios todavía está fielmente haciendo que su gracia fluya desde el cielo para tu vida. Son solo las preocupaciones las que finalmente hacen que esta gracia se bloquee.
Llévalo al Señor en oración
Rechaza el preocuparte. No permitas que tu corazón se angustie ni que tenga miedo. Cuando venga a tu mente algo que te preocupe ponlo en oración a Dios inmediatamente:
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” Fil 4:6-7
No estés afanoso. No vale la pena orar oraciones de preocupación. Echa toda tu ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de ti (1 Pe 5:7). Deja ir tu preocupación por creer que Dios te escucha y saber que Él se hará cargo de tu problema. Si tú haces esto y rechazas el estar preocupado, “la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guiará tu mente y corazón a Cristo Jesús”. Recuerda: El diablo no puede soportar el estar cerca de un cristiano que está en paz.
El Padre nos quiere libres de preocupación
Tu padre quiere que vivas una vida libre de preocupación, que lo disfrutes y que sepas que Él cuida de ti. El realmente te ama. “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” (1 Juan 4:18)
“¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?” (Mt 6:27). No dejes que tu corazón te de problemas, tampoco dejes que se preocupe, para que la gracia de Dios fluya libremente en tu vida, haciendo en ti que veas sus bendiciones en tu propia vida.
sería de mucha bendición que el audio tenga sonido, gracias???