//Pr. Luis A. Núñez\\
“Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía” (Números 21:4-9)
El desánimo es muy peligroso porque lleva a los hijos de Dios a tomar posiciones de incredulidad. El pueblo de Israel acababa de tener un victoria sobrenatural sobre el rey Arad, quien los atacó y tomó prisioneros, pero luego se desanimaron, hay muchas especulaciones que intentan explicar el porque del desánimo, pero si la Biblia no la explica es porque, en realidad, no tenía mayor razón, algunos dicen que era porque era una temporada muy cálida, otros dicen que era porque el camino los alejaba más de Canaan, en realidad no se sabe exactamente la razón de su desánimo, pero como consecuencia de ese desánimo por lo menos dos cosas acontecen:
- Pérdida de propósito. Ellos dijeron: “¿por qué nos hiciste subir de Egipto para morir?”.
- Despreciaron la bendición. Ellos dijeron: “tenemos fastidio de este pan liviano”.
Serpientes ardientes
Pudieron haber sido escorpiones, que abundan en el desierto, pero fueron serpientes, porque apuntan a la figura de la serpiente del Génesis, estas serpientes provocaban la muerte de las personas y Dios determina algo extraño, que Moisés haga una serpiente de bronce, a propósito de esto, es correcto indicar que el bronce es un metal que en la Biblia significa juicio. Es extraño porque la serpiente es un animal inmundo para los judíos, no solo para ellos, pues en general genera repugnancia y es atemorizante.
Imagina lo siguiente, estás muriendo por causa de la mordedura de una serpiente ardiente, estás con mucho dolor y fiebre, luego hacen una serpiente de bronce y Moisés te pide que la mires, sinceramente hay que tener mucha fe para hacer eso, pero en ese momento alguien se animó a hacerlo, miró y fue sano, probablemente gritó y llamó la atención de los demás, luego muchos más miraron y fueron sanados. Para un pecado y una consecuencia tan terrible fue dispuesta una solución muy simple, solo requeria fe, solo era necesario creer.
Pero ¿por qué Dios hizo eso? ¿por qué esa manera aparentemente caprichosa de solucionar el problema? la representación de las serpientes que los estaban matando, que a su vez era la representación del pecado que causa muerte estaba allí colgado en un madero para que todo el que la mirase pudiera vivir. Años después el significado de este acontecimiento nos sería revelado, este acontecimiento era figura y sombra de lo que había de venir. Veamos:
“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto,(A) así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:14-15)
Jesús habló con Nicodemo, un fariseo, principal entre los judíos, un fariseo que no tenía revelación de nada y Jesús le trae la luz de la revelación. Nicodemo solo conoce el Antiguo Testamento como una narración de historias, solo conoce la expresión de la ley, pero sin la revelación del plan completo del Dios. “es necesario que el hijo del hombre sea levantado” (Juan 3:14) Pero ¿Cómo es que fue levantado? cuando fue crucificado fue levantado, se hizo pecado por nosotros. Desde el Génesis el hombre estaba condenado a morir lejos de Dios.
“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23)
Este pecado que produjo la muerte de cada persona Cristo la asumió, Él se hizo pecado en la cruz, fue crucificado para que la ley se cumpliese en Él, en lugar de en nosotros.
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2 Corintios 5:21)
Al ser levantado en una cruz Cristo llevó sobre si nuestros pecados y maldiciones, Él se hizo pecado, el pecado que te separó de Dios Cristo lo llevó sobre si.
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)” (Gálatas 3:13)
Todo el que ve esa obra redentora en la cruz, todo el que cree es salvo y se produce un intercambio, ya no vives tú, sino Cristo en ti.
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20)
Por causa de eso, de esa alianza, tú eres heredero de toda bendición.
“Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos” (2 Corintios 8:9)
La ignorancia de la religión
Volvamos al Antiguo Testamento y veamos que paso con esa serpiente de bronce:
“En el tercer año de Oseas hijo de Ela, rey de Israel, comenzó a reinar Ezequías hijo de Acaz rey de Judá. Cuando comenzó a reinar era de veinticinco años, y reinó en Jerusalén veintinueve años. El nombre de su madre fue Abi hija de Zacarías. Hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre. El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán” (2 Reyes 18:1-4)
Durante más de 700 años, desde que Moisés levantó la serpiente hasta Oseas, la gente había adoptado la adoracion a la serpiente de bronce en el madero, es increíble pero cuando las personas no entienden los planes de Dios, la revelación de Cristo, hacen de su relación con Dios actos litúrgicos, sin sentido, desvían su fe a fetiches o símbolos, la semana santa es una muestra de eso ¿qué celebramos? o mejor ¿Cómo celebramos? en realidad estos días y todos los demás debemos reconocer la gran obra de Cristo en la cruz, aquel plan de amor celestial y eterno y asumir el compromiso de anunciar ese evangelio glorioso de salvación, por eso celebramos la Santa Cena.
“Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga” (1 Corintios 11:23-26)