La trampa de satanás

//Pr. Luis A. Núñez\\

Génesis 3 

Satanás le dijo a la mujer “serán abiertos vuestros ojos y serás como Dios, sabiendo el bien y el mal” ¿Entiendes cuál fue en realidad la tentación? La tentación no fue el fruto del árbol, ese fue solo el canal para caer en la verdadera tentación, la tentación fue ser como Dios. Esto la llevó a creer que algo que ella haría (comer el fruto) la transformaría en alguien como Dios, lo que ella no sabía era que en la bondad de Dios y en su gracia, Dios ya había puesto su naturaleza en ella (Nos hizo a imagen suya – Génesis 1:27), por eso dice la Biblia en 1 Timoteo 2:14 que Eva fue engañada, luego el hombre cedió a su mujer.

Hoy es el problema de los que viven en la ley, ellos creen que algo que hacen los va a transformar a la imagen de hijo de Dios, ignorando que ya son hijos de Dios en Cristo, la tentación es llevarlos a querer conseguir la santidad por algo que van a hacer, cuando ignoran que ya son santos. Orar y ayunar no nos hacen más santos, el orar y ayunar nos llevan a expresar lo que somos, orar y ayunar son la expresión de la necesidad de quienes son hijos, la intimidad de la oración es la manifestación de la comunión que todo hijo necesita tener con Dios.

El terrible resultado, para Adán y Eva fue que sus ojos fueron abiertos y empezaron a mirarse a sí mismos, allí comenzó la justicia propia, esa es la fuente de todos los problemas. Todo estaba bien mientras ellos contemplaban el deleite (Edén) en el cual Dios los colocó. Fueron llevados a mirar su desnudez (así mismos), a mirar su realidad natural y Dios les preguntó ¿Quién les dijo que estaban desnudos? La justicia propia te hace centrar en ti la atención y no en la gracia que es Cristo.

  1. SOMOS HIJOS DE DIOS

Entiende una cosa, nada de lo que hagas te hará ser hijo de Dios porque en Cristo ya eres hijo de Dios (Juan 1:12) tienes la autoridad de ser hijo, entonces no trabajas para ser hijo de Dios si no más bien manifiestas lo que ya eres, necesitas madurar como hijo.

Veamos Romanos 8:12-17, aquí se está usando dos palabras que se traducen como hijo, el “huios” (v.14) y el “teknon” (v.16), en otros versículos todavía existen dos palabras más, que se traducen como hijo, que en realidad habla de las etapas de desarrollo, estas son el “nepios” y el “paidon”, que más adelante apenas nombraremos. El huios es un nivel de hijo maduro y constituido, por otro el teknon se refiere, además de una etapa de desarrollo, también a un hijo como descendiente o engendrado. Todos los evangelios y en las epístolas, cuando se refieren a Jesús como hijo, usan el huios.

La palabra adopción aquí viene del griego “juiodesia” que significa “colocar como hijo”. En el mundo occidental se piensa y entiende de la adopción como el hecho de tomar a un niño sin familia y hacerlo parte de la nuestra, sin embargo, en el contexto de la cultura en el tiempo bíblico, se adoptaba como hijo a su propio hijo, es decir, se le colocaba en la posición de hijo. Algunos usan el termino en español “filiación” para explicar esto, es decir, cuando el hijo había madurado y alcanzado una edad determinaba por el propio padre, entonces él lo “adoptaba”, lo llevaba a un status. Por el nacimiento o por la descendencia él era un hijo (teknon), pero la adopción lo convertía en un hijo (huios). Con la adopción el hijo podía representar al padre, podía encargarse de la administración del negocio familiar, es decir, el nacimiento en la familia le daba derecho a la herencia, pero la adopción le hacía participe de la herencia. La adopción le daba una posición de madurez.

¿Cuál es esa madurez? (madurez espiritual), aquí ya vemos que el huios puede clamar Abba Padre, es una expresión que significa papito, entonces, si eres dirigido por el Espíritu eres un huios, no se nos ha dado la motivación de ser esclavos nuevamente, si no de ser adoptados (vencedores) huios, por el cual podemos clamar Abba Padre (A los esclavos jamás se les permitía decir Abba Padre. Es decir, el Espíritu da testimonio a nuestro espíritu de que somos teknon, tenemos certeza de que tenemos la naturaleza de hijos de Dios, esa seguridad es la revelación de Dios, pero debemos entender que también hemos recibido el deseo de ser huios, por el cual podemos clamar Abba Padre, es decir, tienes la revelación de que eres teknon, pero cuando eres huios, cuando maduras puedes clamar Abba padre, tienes revelación del amor del padre, al punto de llamarlo Abba Padre.

Sigamos viendo ¿Cuál es la única condición para ser heredero? Ser hijo y nada más. Pero muchos dicen que esa no es la realidad de muchos hijos, es verdad, esa afirmación es correcta. Ser hijo no te permite automáticamente disfrutar de la herencia, tú puedes ser hijo de un padre rico y aun no tenerlo; porque el padre aun no te permite experimentar todo eso. El único motivo de porqué el padre no deja experimentar al hijo, es porque el heredero aun es pequeño, es niño, inmaduro.

Ser hijo te lleva a la condición de heredero, pero para tomar posesión de la herencia es necesario ser hijo maduro. Hijos que no son maduros no entran en posesión de su herencia (Gálatas 4:1-7)

El hijo que aún es menor de edad es heredero, pero aún vive como cualquier siervo. El sentido de adopción aquí no es que el hijo no era inicialmente hijo y después pasó a ser hijo el sentido es que ahora el hijo es reconocido como adulto y puede administrar las finanzas de su padre. Muchas veces cuando leemos esta parte de Gálatas, pensamos que necesitamos crecer más espiritualmente. El sentido del mensaje que Pablo está usando es que el pueblo de Israel era infantil viviendo bajo la ley, pero cuando vino Cristo la gracia también llegó y cuando llega la gracia nosotros maduramos, somos adoptados como hijos adultos. Pablo está diciendo que mientras vivas en la ley aun eres niño, pero cuando entiendes la gracia, te vuelves hijo adulto.

“Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño” (Hebreos 5:13).

La palabra de justicia aquí es que Cristo, es él quien ya sufrió el castigo en tu lugar. Aquí el niño en la fe es aquel que aún no entendió la gracia, la justificación por la fe. El hijo maduro no confía en su justicia propia ni en su obra, sino que confía en la justicia de Cristo que es por la fe.

Resumiendo, para ser herederos del mundo es necesario ser hijo, pero este hijo necesita ser hijo maduro y el hijo maduro es aquel que entiende la palabra de justicia que procede de la fe. Es aquel que tiene revelación de la gracia. Es allí donde dice que cuando somos adoptados clamamos Abba padre, papito, es decir la revelación del amor de su gracia por el cual le dices papito. Entonces carnal es el que está en la justicia propia y no comprende la gracia. 

  1. SOMOS SANTOS (Separados)

¿De qué? de este mundo, por eso dice que somos nuevas criaturas. La Biblia no dice que nos cambió el estilo de vida, Él nos sacó del lugar donde estuvimos y todo es hecho nuevo, es una nueva vida en la naturaleza de Dios. La biblia dice que somos santos, Colosenses 1:21-22 dice: “Y a vosotros también que erais en otro tiempo extraños y enemigos, en vuestra mente haciendo malas obras ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentarlos santos, sin mancha e irreprochables delante de Él”

Hebreos 3:1 dice: “Por tanto hermanos santos participantes del llamamiento celestial considerad”

1 Pedro 2:9 dice: “Nos sacó de las tinieblas a su luz admirable”

Nada de lo que hagamos nos va a hacer más santos, ya somos santos ¿Qué es lo que debemos hacer entonces? Expresar lo que ya somos.

1 Pedro 1:15 dice “Si no como aquel que os llamó es santo sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir

No es hacer algo para ser santo porque ya eres santo, es más bien que expreses lo que eres ¿Por qué es importante esto? Porque estamos hablando de tu identidad, tu identidad está en Cristo, lo que eres en Cristo, si tienes revelación de que eres santo entonces vivirás en santidad.

  1. NO SOMOS PECADORES

Romanos 5:19 dice: “Porque, así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno los muchos serán constituidos justos” 

No somos pecadores, somos justos. Sé que la Biblia dice que el que dice que no tiene pecado le hace mentiroso, eso es porque aun nuestra naturaleza carnal nos hace caer en pecado, pero no somos pecadores, es por eso que en 1 Juan 2:1 dice “Estas cosas os escribo para que no pequéis y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el padre Jesucristo el Justo”. Esto es importante porque tienes que verte como lo que eres, porque eso definirá tu conducta, tu eres santo, entonces vivirás en santidad. Tú no eres pecador, entonces no vivirás pendiente al pecado y si hubieres pecado Jesús es nuestro defensor. Jesús no es defensor de culpables es defensor de justos.

Por eso la Biblia dice en 2 Corintios 5:16: “De manera que de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne” La carne es la manifestación de la justicia propia, no nos conoceremos según la justicia propia, el objetivo es vernos según la gracia de Dios en nosotros.

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