Posiciónate y atrévete a conquistar

//Pr. Líbano Gamarra\\

autoridad-de-la-Iglesia
autoridad de la Iglesia

En esta oportunidad deseo hablar del desafío de posicionarnos y para ello voy a mencionarles la vida de un par de mellizos, en este caso de Esaú y Jacob. Esaú ya tenía la posición y el privilegio de ser primogénito, con todo lo que implicaba ser un primogénito, pues un primogénito recibía toda clase de bendiciones de parte de Dios, sin embargo, no apreciaba su posición, es más, sabemos que este vendió su primogenitura por un plato de lentejas, despreciando la misma, pero este no era el caso de Jacob, pues él anhelaba todas las bendiciones relacionadas a ser un primogénito; deseaba tanto las bendiciones de Dios que estuvo dispuesto a engañar.

Su primera experiencia sobrenatural fue ver ángeles subir y bajar por unas escaleras al cielo en Betel, luego en Peniel luchó con un ángel, hasta que Dios le cambió el nombre. Jacob era un engañador, pero luego se le llamó Israel (El que lucha con Dios y vence). En el Reino de los Cielos fuimos rescatados cuando íbamos rumbo al abismo, caminábamos engañados directo a sufrir eternamente, gracias a la misericordia y bondad de Dios logramos cambiar de rumbo. Jesús pagó un alto precio dando su vida y sufriendo en la cruz por nosotros, ahora somos justos, salvos, limpiados y perdonados, gracias a nuestro Señor y Salvador.

Ahora hablemos de Jesús, después de haber ayunado cuarenta días y sufrir tentaciones de parte de Satanás, salió de Nazaret y se estableció en Capernaum:

“Y saliendo de Nazaret, fue y se estableció en Capernaúm, que está junto al mar, en la región de Zabulón y de Neftalí; para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías, cuando dijo: Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo asentado en tinieblas vio una gran luz y a los que vivían en región y sombra de muerte, una luz les resplandeció. Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:13-17)

Cuando el Reino de los cielos se acerca a la tierra, incómoda en sobremanera a Satanás, ya que este es el príncipe de este mundo. Naturalmente hablando, nadie quiere perder su reino, mucho menos Satanás, por eso hace todo lo posible para tentar y destruir a Jesús, nuestro Salvador. Todo el sacrificio para rescatarnos del reino de las tinieblas lo hizo nuestro Señor Jesús y la primera victoria la obtuvo allá en el desierto, ayunando por cuarenta días y siendo tentado en todo, pero como sabemos, Cristo venció y comenzó a predicar sobre el Reino de los cielos que se había acercado a la tierra.

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos” (Lucas 4:18)

Nosotros éramos aquellos ciegos, pobres, presos y oprimidos y necesitamos ser liberados, pero esta tarea no iba a ser fácil, Jesús experimentó mucho dolor y sufrimiento, Él sabía todo lo que iba a pasar (Mateo 26:39). Todo fue hecho por Jesús, nuestro Salvador, pagó un precio muy alto por ti y por mí, ahora nos toca posicionarnos a nosotros.

Después de tomar posición como hijo de Dios (Juan 1:12) comienza un camino lleno de victoria, porque el Señor estará con nosotros todos los días hasta el fin y la Biblia establece bien claro que la vida o el camino del justo, es como la luz de la aurora, que va en hasta que el día es perfecto. Cuando dice esto está hablando de una progresión, habla de avanzar, de ir hacia adelante.

“Por eso, todos nosotros, ya sin el velo que nos cubría la cara, somos como un espejo que refleja la gloria del Señor, y vamos transformándonos en su imagen misma, porque cada vez tenemos más de su gloria, y esto por la acción del Señor, que es el Espíritu” (2 Corintios 3:18)

Entendiendo esto, no hay forma que nosotros seamos creyentes estancados y no avancemos. No hay forma de que ser un verdadero creyente y que no esté sucediendo algo nuevo en nuestra vida diaria, por eso yo vine a hablarte acerca de tener una mentalidad de conquistador ¡Posiciónate! El mismo Señor puso en nosotros el ADN de conquista, si hoy conquistamos a una persona para Cristo, entonces mañana conquistaremos a otras más y toda esta ciudad será para el Señor Jesús ¿Alguien lo cree? Esta es la generación que hará grandes proezas en el Señor.

Hay muchas personas en la vida cristiana que tienen un gran potencial, tienen un gran llamado, pero no están haciendo nada para posicionarse y entrar a la carretera del propósito de Dios para avanzar. Dios no quiere que solo demos vueltas en el desierto, Él quiere que te posiciones como hijo de Dios que eres.

“Jesús se acercó a ellos y les dijo: Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:18-20)

Debes de estar dispuesto a pagar el precio, ya no mires atrás, pues no hay futuro en el pasado, tu futuro está cuando empiezas a avanzar. Una acción tiene más valor que mil buenas intenciones, que mil palabras, esta es la hora de ponerse en acción, todavía lo mejor está por venir. Vengo para decirte que no podemos conformarnos con lo que hemos alcanzado, vengo para decirte que la mentalidad conformista no viene de Dios ¡Posiciónate!

Debes dejar de pensar que otros son los que tienen que predicar y conquistar esta generación para Cristo, que otros son los que avanzan en el propósito de Dios. Dios nos rescató, nos santificó, porque nosotros somos del Reino de los cielos, que estamos en esta tierra como embajadores de Cristo. No somos simples personas, somos aquellos que han sido lavados con la sangre del Señor Jesucristo.


En el reino de los cielos todo es distinto


Para Dios no hay tiempo, Él es el principio y el fin. Él es el alfa y el Omega, en Dios la edad no es impedimento para nada, por eso fue que Caleb a los 80 años dijo: “Dame ese monte porque yo sé que Dios está conmigo” Yo te animo a salir para la conquista.

“Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas” (Mateo 6:33)


Los hombres con propósito no se dejan marcar por los fracasos del pasado. Ellos son los que se levantan y lo vuelven a intentar ¿por qué? porque los que pertenecemos a la fe de Cristo estamos separados para conquistar, no nos damos por vencidos nunca hasta que lo alcanzamos.

“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos en verdad corren, pero solo uno obtiene el premio? Corred de tal modo que ganéis. Y todo el que compite en los juegos se abstiene de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Por tanto, yo de esta manera corro, no como sin tener meta; de esta manera peleo, no como dando golpes al aire, sino que golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo, no sea que, habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado” (1 Corintios 9:24-27)

Yo tengo un Dios que si me caigo me levanta. No importa cuál sea tu situación, sigue, pues en Cristo eres más que vencedor. Esto no es para cobardes, es para valientes, sal de la rutina y entrar en la conquista ¡posiciónate!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio