Siete Principios para la Multiplicación Financiera

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Mateo 25.14-30 Talentos

Introducción
Cuando hablamos de prosperidad generalmente nuestra tendencia es compararnos. Ej. Mis abuelos no tenían nada pero ahora yo tengo mucho. Ojo cada época es diferente. ¿Con base en que podemos decir que somos prósperos?
Una manera muy singular de saber es simplemente preguntándonos cuanto hemos crecido en prosperidad en relación a años pasados.

1. Todos hemos recibido algo del Señor
La parábola de los talentos en su primer sentido es espiritual. Pero también habla de bienes del Señor. Talento significa cuantía de dinero, recursos.
Vamos a ver siete principios. Un talento equivalía a 30 kilos de oro (3000000 soles). Dios no es alguien avaro. Todos ganamos más o algunos menos. Pero todos ganamos algo del Señor.  El problema de nosotros  es que muchas veces despreciamos aquello que el Señor nos da.

Alguien diría que no recibió nada, pero si lo hicimos en la forma de habilidades y talentos. Dinero es solo una forma de expresar una habilidad recibida. En ese sentido todos recibimos algo de parte de Dios. ¿Qué es lo que Dios te dio?

2. Reconocer que el Señor desea nuestra prosperidad
Ojo en la parábola no hay la orden de multiplicar. Jesús no dio ese mandamiento, pero los siervos conocían su corazón. La voluntad del Señor es que tú prosperes. Una cosa es prosperar y otra ser rico. Prosperar es tener crecer en tener mas en cada área de nuestras vidas. Deuteronomio 30.9-10.  Muchos no han prosperado porque no han valorado lo que tienen. Dios te dio algo. No prosperar es también ser infiel con lo que Dios te dio. Dios te creo para crecer, avanzar y prosperar. ¿Qué estás haciendo con lo que Dios te dio?
Lo que da alegría al corazón de Dios es verte crecer. Ej. No conformarse. Es un placer juntar, esforzarse y comprar porque el disfrute es mayor. Lo bonito es cuando tu planeas comprar muebles para tu casa y luego con Dios lo alcanzas. Eso es muy alegre que aquellos que son ricos no lo tienen. Dios se alegra cuanto disfrutas y te alegras porque el ingrato no disfruta de nada.

3. Valorar y no enterrar tu talento
El siervo enterró el talento. ¿Por qué este hombre enterró su talento?. Ej. Existen personas que sustentaron familias vendiendo helados. Pero muchos entierran sus talentos. Ej. Lavador de carro a domicilio. Muchos entierran su talento porque creen que con ello no pueden hacer nada, a veces por vergüenza y otras por orgullo.

Muchos no han prosperado porque has despreciado aquello que Dios les dio. Ej. Esposa que quiere vender picarones.
En el V25. Escondí en la tierra… aquí tienes lo que es tuyo. Solo dio el diezmo. Por ello lo llamo de siervo infiel. Dar el diezmo es solo devolver lo que Dios te dio. Para prosperar necesitamos dar más que el diezmo. Este siervo tenía una imagen distorsionada de Señor decía que el Señor era duro, severo que cosecha donde no sembraste… Este hombre creyó que Dios era malo. Estaba con 3000000 soles y lo enterró, vivió en la miseria, era avariento y escondió. Aquí hay gente que cree que Dios es malo, y no quiere su prosperidad. El que enterró el talento tenia miedo de correr riesgos. La obra de Dios requiere fe.

3. La consecuencia de enterrar es perder
V28 Quítale el talento y dalo al que tiene mas. La justicia de Dios es dar mas  al que tiene mas. Socialmente esta mal.  Pero Dios dice que quien tiene y no lo aprovecha le dará al que realmente lo aproveche. Dios exige de ti que prosperes, si ya lo eres no pares de hacerlo. No tengas miedo de la bendición de Dios por causa de los negligentes. Los otros anteriores fueron mas fieles porque multiplicaron al 100%.
4. Reconocer que todo es de Dios

Todos tenían por lo menos un talento pero ninguno de ellos era dueño del talento. Lo mismo acontece con nosotros. Todo lo que tenemos no es nuestro es de Dios. Ej. Si tengo un carro ese es de Dios, entonces quiere decir que prestare cuentas de el, como lo trato, lo cuido, que haces con el dinero que el te da. Si tienes algún bien no lo descuides porque ese es de Dios. Estamos preocupados con el local de Iglesia porque es de Dios y debemos saberlo cuidar. Cada uno recibió el talento de acuerdo a su capacidad, pero todo es del Señor.

5. La forma como lidias con tu talento revela tu carácter
La manera como tu lidias con lo que Dios te dio muestra tu carácter. Ej. Gente que habla mal de su trabajo revela el carácter que posee. Si no aprendemos a lidiar es decir a negociar con lo aquel que Dios nos dio como podremos entonces conquistar esta generación para Cristo. En el V26 Siervo malo y negligente Ojo el no robo, solo guardo el dinero pero Dios lo llama malo, porque para Dios es malo aquel que no cree que no puede prosperar, negligente porque habla de pereza, de no querer crecer más. Prosperar significa trabajo. Todos los años tenemos que mejorar, crecer y avanzar. Ej. Empleada que no pudo ser despedida. Recibió casa, carro etc. Recuerda que Dios es nuestro patrón. ¿Nadie tiene ese patrón? Todos lo tenemos. Para quien realmente trabajamos es para el Señor.

6. No debemos dejar de sembrar
La palabra de Dios nos muestra que somos inversionistas. Aquí debemos de aprender a ofrendar. 2cor. 9:10 Dios me da semillas y pan. Ej. Los campesinos. Dios da pan y semillas. Cuando coges tus semillas y las haces pan después tendrás hambre. La voluntad de Dios es que transformes tu semilla en una plantación. Hay una parte de tus bienes que no es pan mas si semillas. Recuerda que Dios da los dos. Si recibiste pan también recibiste la semilla. Debemos orar por el pan mas también por la semilla.

7. Daremos cuenta de aquello que recibimos
Cada uno recibirá una recompensa por que el prosperar habla de fidelidad y fe. Tal ves lo llames de ambicioso pero Dios lo llama de fiel. Si usas lo que Dios te dio, el te dará mas. Pero si no usas lo lamentaras porque lo perderás. El Señor era un inversionista, corrió riesgo, invirtió pero con sentido común, porque lo hizo según su capacidad. Si no has prosperado, hoy Dios puede cambiar tu historia.

CONCLUSION
Dios desea tu prosperidad, pero ella llegara cuando aprendamos a cumplir sus principios. Oremos para que el Señor nos bendiga y abra nuestros ojos para no pasar por alto ninguna de sus enseñanzas.

Pr. Wilber Chavez

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