//Pr. Luis A. Núñez\\
“Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias” (Colosenses 2:6-7)
La iglesia de los colosenses estaba siendo atacada por personas que comenzaron a traer enseñanzas no cristianas. Estas herejías eran una mezcla de ocultismo pagano, legalismo judío y cristianismo.
A lo largo de la historia de la iglesia, esta siempre ha sido atacada por corrientes de doctrinas falsas o también por circunstancias como la que estamos viviendo, esta pandemia generacional. No podemos negar que el maligno usa esta situacion para intimidar y producir ansiedad, que es una señal de desconfianza y falta de fe.
Estas situaciones producen embates que tienen que ser vencidos con una actitud de firmeza de fe. Por eso les dice el Señor a través del apóstol: “arraigados, sobreedificados y confirmados en la fe”.
La Biblia nos narra una historia asombrosa de un gigante llamado Goliat, que era una amenaza al pueblo de Dios y como David fue usado para derrumbarlo. Quisiera meditar en ello para que, de la misma manera, podamos hoy ser vencedores, veamos:
¿Quién es Goliat?
“Los filisteos juntaron sus ejércitos para la guerra, y se congregaron en Soco, que es de Judá, y acamparon entre Soco y Azeca, en Efes-damim. También Saúl y los hombres de Israel se juntaron, y acamparon en el valle de Ela, y se pusieron en orden de batalla contra los filisteos. Y los filisteos estaban sobre un monte a un lado, e Israel estaba sobre otro monte al otro lado, y el valle entre ellos. Salió entonces del campamento de los filisteos un paladín, el cual se llamaba Goliat, de Gat, y tenía de altura seis codos y un palmo. Y traía un casco de bronce en su cabeza, y llevaba una cota de malla; y era el peso de la cota cinco mil siclos de bronce. Sobre sus piernas traía grebas de bronce, y jabalina de bronce entre sus hombros” (1 Samuel 17:1-6)
En la Palabra de Dios los nombres tienen un significado espiritual. Goliat, por ejemplo, significa: exponer, descubrir, quitar y también puede significar ir al exilio. Gat significa lagar. Lagar es el lugar donde las uvas son pisadas, prensadas. Colocando todo junto, Goliat de Gat significa aquel que “fue expuesto aplastado y exiliado por Dios”.
Esta combinación de nombres ya nos muestra que Goliat es una tipología de Satanás. Cuando leemos en la Biblia acerca de Goliat, vemos que el número seis está en todas partes. Tenía seis dedos en las manos y seis dedos en cada pie. Su altura era de seis codos y tenía seis piezas en su armadura. Él es 666, el número del anticristo. Esto es para mostrarnos que representa la mentalidad del anticristo (oponerse a todo lo que tiene que ver con Dios).
Todavia la Palabra de Dios cuenta la historia de la caída de Satanás.
Primero, el diablo tuvo su corazón expuesto y por eso fue expulsado del cielo, “tu que decias seré como el altísimo …” y luego fue exiliado, es alguien que fue expulsado, aquí en esta porción de la Palabra dice “fuisteis cortado, echado” (Isaías 14:12-14).
Goliat era filisteo ¿Qué significa filisteo? La palabra filisteo viene del hebreo “palash” que significa “aquel que rueda en el polvo”. Después de la caída del hombre, Dios maldice a la serpiente condenándola a comer del polvo de la tierra.
“Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida” (Génesis 3:14)
El polvo de la tierra simboliza la carne del hombre, así la carne con sus deseos y concupiscencias se convirtió en alimento del diablo. Esto muestra que los filisteos simbolizan un espíritu maligno. Este espíritu se alimenta del polvo de la tierra, pero también procura hacer que se sientan sucios y desechados.
En cuanto a Goliat se dice que era un gigante de más de tres metros de altura. Tenía en su cabeza un casco de bronce. En la palabra de Dios los metales tienen un significado simbólico, el oro representa la gloria de Dios, la plata siempre apunta a nuestra redención y el precio que se ha pagado, pero el bronce representa juicio y condenación. Por lo tanto, un casco de bronce tipifica una mentalidad de condenación.
En el pecho tiene una coraza de bronce, indicando que su corazón está lleno de mentalidad de condenación y juicio. No tiene ningún amor por las personas. En sus piernas tenía protecciones de bronce, indicando que él está firmado en la condenación. Todo lo que hace y dondequiera que vaya es para acusar, juzgar y condenar. Todo en Goliat es bronce.
Esta es la razón por lo que es tan importante para nosotros oír sobre el evangelio de la gracia. El bronce representa algo fuera de la presencia de Dios. En el Tabernáculo el altar de bronce estaba fuera del lugar santo. El altar de bronce se colocaba en el atrio del tabernáculo, fuera de la presencia de Dios, pero cuando entras en el Tabernáculo, propiamente dicho, ya no ves bronce, solo oro. El oro habla de la justicia de Dios.
Cuanto más lejos estás de Dios, más te condenas y juzgas a los demás, pero cuanto más se acerca a Dios, más ves el oro de la justificación de Dios cubriendo a tu cónyuge y a los hermanos. En la presencia de Dios vemos a todos cubiertos con el oro de la justificación que viene de la sangre de Cristo.
Todos sabemos la historia, Goliat se levantó para amenazar al pueblo de Dios y fue enfrentado por David, quien no aceptó la armadura de Saúl, sino se enfrentó al gigante con una honda y unas cinco piedras, bastó una sola para tumbar al gigante, porque el confio plenamente en el Señor, pero quiero meditar en lo que Goliat produjo cuando gritó, cuando amedrentó al pueblo del Señor.
“Y se paró y dio voces a los escuadrones de Israel, diciéndoles: ¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo el filisteo, y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí. Si él pudiere pelear conmigo, y me venciere, nosotros seremos vuestros siervos; y si yo pudiere más que él, y lo venciere, vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis” (1 Samuel 17:8-9)
Él produjo temor de futuro, miedo e incertidumbre de futuro, que la Biblia llama de ansiedad, afán. Esto se asentó más cuando vieron a ese muchacho con una honda y piedras, aparentemente frágil y sin armadura de guerra, lo que enfrentaron era angustia y ansiedad. La ansiedad o temor de futuro destruyen tu fe e incrementan tu sentido de justicia propia.
Si leemos Mateo 6:25-34, vemos que el Señor Jesús nos dice que no estemos ansiosos, angustiados por el mañana, no tiene nada que ver con el planificar, con la madurez de pensar en las decisiones que se deben tomar mañana, el Señor dice que no tengas ansiedad por nada. Goliat colocó al pueblo en un posición de ansiedad de futuro, su estrategia de intimidación tenía que ver con el mañana, no hay peor desequilibrio emocional que el miedo al mañana.
¿Cómo vencer esta ansiedad, este temor del mañana? Descansando en el Señor, pues es en el descanso que acontecen los milagros. La mayoría de los milagros que el Señor Jesús hizo fueron el sábado, en el día de descanso. No hay una religión en la historia que haya impuesto algo semejante como la ley de “guardar el sábado”, descansar un día a la semana, pero en realidad el hombre no halla descanso en nada de lo que haga, así que como toda la ley del Antiguo testamento, esto nos lleva a Cristo, solo en Él podemos descansar. “Venid a mi los cansados y yo les hare descanzar” ¡aleluya!
En el sexto día Dios creó al hombre y el séptimo le dijo que guardara, santificara el sábado, el descanso ¿por qué? porque Dios creó al hombre para que viviera en su descanso. El maligno siempre se levantará para intimidarte, para producir en ti ansiedad, pero vamos a vencer toda estratagema del enemigo descansando en Dios.