//Pr. Eliud Cervantes\\

Mateo 6:19-24
Muchas personas piensan que el dinero no es algo muy espiritual, sin embargo, la Biblia habla mucho sobre el dinero. Existe una estadística muy interesante que comprueba ese hecho, en el Nuevo Testamento existen 215 versículos que hablan respecto a la fe, 218 versículos que hablan de salvación y 2084 versículos respecto a finanzas y dinero. En otras palabras, en el Nuevo Testamento se habla diez veces más de dinero que de salvación y un dato más, de las 28 parábolas que comparte Jesús, 16 hablan sobre dinero.
¿Por qué Jesús habló tanto de dinero? ¿Será que Jesús estaba trás el dinero? ¿Será que Él vino a esta Tierra en busca de tu dinero? claro que la respuesta es no. Jesús no está interesado en el dinero. Él está interesado en nuestros corazones, pero si está interesado en nuestros corazones, entonces ¿por qué habló tanto de dinero? Observa este versículo:
“Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6:21)
El Señor está expresando una verdad, una realidad ¿Cuál es esa realidad? ¡Donde está tu tesoro allí está tu corazón! así siempre es, es una realidad presente yentonces ¿qué es el tesoro?Aquí en la Biblia, la palabra usada es “tesouros”, usada para definir un tesoro, una riqueza, es decir, un tesoro es algo que poseemos, algo que es importante para nosotros, es algo por lo cual trabajamos y lo valoramos. Generalmente lo apreciamos más que muchas otras cosas. Nadie tiene su tesoro tirado por allí. Podemos decir que todos tenemos un tesoro, no sé cual sea el tamaño del tuyo, pero Jesús nos dijo que donde estuviera nuestro tesoro, allí también estará nuestro corazón.
Entonces, si el Señor nos dice que “hagamos tesoros”, la pregunta es ¿dónde y cómo debemos hacer nuestros tesoros?
El corazón siempre va trás el tesoro. Entonces veamos lo que dice la Palabra:
“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6:19-21)
Desde el versículo 19, el Señor está haciendo una introducción para dar un mensaje que puede ser el inicio de una gran prosperidad en tu vida. Si percibes, una gran mayoría de personas se resignan y se frustran en función de la prosperidad económica, porque piensan que no es la voluntad de Dios. El problema es que muchos creen que dinero y Dios no tienen ninguna relación, pero vemos que hay muchos ejemplos en la Biblia que tienen que ver con dinero. Muchos creen que estos “tesoros” están relacionados a obras como el evangelismo, la ayuda social o la obediencia a los mandamientos, pero en realidad se trata de dinero. Observa la introducción que el Señor Jesús hace en el v. 19, Él nos dice que hagamos tesoros, pero nos dice que no los hagamos en la tierra, sino en los cielos y nos dice que donde está nuestro tesoro allí está nuestro corazón. Para entender mejor veamos los siguientes conceptos:
El cielo y la tierra (Territorio)
El cielo y tierra son dos mundos, uno es celestial y el otro es terrenal. La palabra “tierra” aquí es usada para definir un territorio a diferencia del término que está relacionado a la geografía. Entonces uno de estos reinos es donde reina Dios y otro es donde reina Satanás, de hecho, la Biblia nos muestra en varias partes que Satanás es el príncipe de este mundo (Juan 16:11). El cielo es donde reina Dios (Mateo 5:34).
Jamás puede haber algo de tierra en el cielo, pero si puede haber cielo en la tierra. El cielo se puede manifestar en la tierra, pero ¿Cómo?, a través de los embajadores del cielo en la tierra (2 Corintios 5:20, Efesios 6:20) ¿percibes el gran acontecimiento? estamos tomando posesión de lo que es de Dios, las fronteras del diablo están retrocediendo cada vez más. A medida que la iglesia crece, el territorio de Dios crece también ¡aleluya! Entonces lo que se nos está diciendo es que los tesoros que nos hagamos sean bajo el gobierno, bajo la dirección, bajo los principios de Dios, bajo su señorío.
Otro segundo aspecto muy importante es cómo vemos este tema:
“La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?” (Mateo 6:22-23)
Ahora percibe como en el v. 22 el Señor nos habla acerca de cómo estamos mirando esto, si nuestros ojos son de luz o de tinieblas. Luz y tinieblas, otra vez dos mundos, si tu tesoro está en el reino de la luz allí estará tu corazón, si está en el reino de las tinieblas allí estará tu corazón. No son dos tesoros diferentes, son dos mundos diferentes ¿percibes? un mismo tesoro, pero este estará donde decidas hacerlo y el cómo ves esto definirá si dentro está luz o tinieblas. Es por esto que todo lo que tiene que ver con dinero tiene dos formas de verlo, con un ojo bueno que es luz, conforme a la Palabra o con un ojo malo que es conforme a este mundo. Cuando hablamos de dinero, de diezmos, de primicias, de ofrendas solo se pueden ver de dos formas, incluso el efecto de esta palabra dependerá de cómo o con qué ojos lo vemos, buenos o malos. Esa es la razón por la que en la iglesia del Señor hay quienes ven esto del dinero con ojos de luz, a la luz de la Palabra y actúan en función de esto y son bendecidos, pero también hay quienes lo ven con ojos del mundo y como tal no perciben la luz, la verdad. Por eso dice:
“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mateo 6 :24)
El Señor sigue haciendo una gran introducción y nos dice que hay dos mundos, cielo y tierra, en uno está reinando Dios y en el otro Satanás, pero Dios tiene sus embajadores en esta tierra, por tanto el cielo se está manifestando en esta tierra, el reino de Dios se está manifestando en esta tierra a través de sus hijos, estos dos mundos tienen dos señores y el hecho de poner tu tesoro en uno de ellos hace que te vuelvas servidor de uno de ellos, sirves a Dios en el cielo o sirves a mamón en la tierra, es decir “dinero” o “tesoro” están asociados a servir.
Existe el peligro de que estos embajadores, sus hijos, pretendan servir a dos señores, pero esto no funciona así, tu tesoro está en el cielo, o sea bajo la voluntad de Dios o está en la tierra bajo la voluntad de mamón (riquezas). Mamón es el nombre del encargado diabólico de las riquezas. Veamos:
“Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?” (Mateo 6:25)
El Señor dice que no te afanes, ni tengas ansiedad en buscar comida o vestido, confía en Dios porque Él sabe lo que necesitas, son los gentiles los que persiguen esto, pero ¿cómo es esto? ¿los cristianos no buscan que comer, que vestir? Lo que Dios quiere decir es que los del cielo tienen ojos buenos y mente amplia y los de la tierra tienen ojos malos y mente reducida ¿cómo es esto? el gentil busca afanadamente pan y vestido, esto le trae inseguridad, pues su mente está enfocada en esto, por otro lado, el celestial no busca primero pan, sino la voluntad de Dios. El pan siempre vendrá por añadidura.
¿Cuántos quieren ser ricos? es claro que el deseo de todos es tener más de lo que necesitamos, eso es ser rico, pero ¿Para qué? Si buscas primeramente su voluntad, es decir, crees en Él, antes de emprender cualquier cosa, si tu deseo es hacer tesoros, repite entonces: “Dios quiere que haga tesoros, que tenga tesoros y que mi corazón esté donde esté mi tesoro. Siempre hay propósito ligado a tu nueva naturaleza ¿para qué quieres una empresa o un incremento de salario? Siempre que tengas propósito evitarás ser un rico inútil que diga “no sé qué hacer con tanto dinero”, porque buscaste la voluntad de Dios y todo vino por añadidura.