//Pr. Wilber Chávez\\
Siempre es gratificante recibir una carta de alguien que está lejos. En este caso, estas son cartas enviadas por el Señor Jesús a cada una de las Iglesias. Aquí, en Apocalipsis, podemos ver la preocupación del Señor con cada una de las Iglesias. Cuando hablamos de iglesias nos referimos a la iglesia local, a la Iglesia que está presente en el día a día de la vida de cada persona, a la iglesia en una comunidad, donde podemos ver el cuidado y la gran importancia que le da el Señor Jesús.
“Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios” (Apocalipsis 2:1-7)
1.- Toda iglesia tiene un orden: “Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso…”
Dice la Biblia que escribe al ángel de la iglesia. En este contexto, ángel está referido a la autoridad en una iglesia local. Una persona que está al frente de una obra, que puede ser el pastor principal, así como el presbítero de la iglesia.
Nuestro Dios es un Dios de orden y de respeto a las autoridades delegadas, nunca crea que Dios hará las cosas de manera desordenada. Él mismo estableció autoridades, no para decir que son más importantes, simplemente para tener orden en casa. Nunca debemos menospreciar ello, en casa está el papá, la mamá, el hijo mayor, etc. En el trabajo está el jefe y los subordinados, etc. No se trata de ser mejores o estar más cerca de Dios, simplemente se trata de orden.
El Señor escribe la carta, pero inicia con la autoridad establecida, es por ello que siempre debemos orar por nuestras autoridades, nuestro Señor se preocupa por la autoridad colocada en cada iglesia.
2.- El Señor nos tiene en su mano: “El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro…”
Las siete iglesias, así como los candeleros, representan en general a la totalidad de las iglesias locales. Es decir, todos somos muy importantes para el Señor, Él nos tiene en su mano y anda en medio de nosotros. Cada iglesia local es conocida por el Señor y el camina en medio de su iglesia. Hay un cuidado especial y una preocupación grande del Señor por su iglesia, como iglesia local debemos salir aprobados, caminando al ritmo del Señor.
3.- Conoce nuestras obras: “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia”
Muchas veces hacemos tantas cosas, algunas para nosotros mismos y otras como servicio para la iglesia y la verdad es que a veces creemos que nadie nos ve o que a nadie le importa, pero la verdad es que Dios siempre nos ve. Él conoce nuestro arduo trabajo, la paciencia que tenemos en nuestro día a día con aquellos que aun no han crecido o no conocen al Señor y con seguridad, en el día cierto verán la recompensa.
4.- Eran una Iglesia con conocimiento Bíblico: “Y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos”
La Iglesia de Éfeso, era una iglesia, que conocía la Palabra, era una iglesia que había aprendido a conocer a Dios a través de su Palabra. Todos debemos conocer la Palabra de Dios, es la manera como Dios se hace conocido. Pueden hasta aparecer en medio de la iglesia personas que digan que son esto o aquello, es allí donde nuestro conocimiento de la Palabra nos ayudará a discernir entre ovejas y lobos disfrazados de cordero.
5.- Una Iglesia muy trabajadora y sufrida: “Y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado”
La Iglesia de Éfeso fue muy trabajadora, una iglesia que predicaba a tiempo y fuera de tiempo, una iglesia que no desmayaba cada vez que sufría al ser perseguida por el gran amor y bondad que mostraba. Ciertamente no hay nada que reprochar a una Iglesia como la de Éfeso, pero esta iglesia perdió algo muy importante: “El primer amor”.
“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido”
El Señor realmente ve el corazón, la iglesia de Éfeso fue una Iglesia muy especial, bendecida y muy trabajadora, el único detalle es que ella perdió el corazón, perdió el primer amor, hacía las cosas que Dios demandaba, solo que perdió esa alegría de servir, esa alegría de alguien que ama lo que hace.
En oportunidades, nosotros hacemos muchas cosas solo por hacer y es probable que muchos ni lo noten, pero Dios si, Él sabe el corazón con el que hacemos las cosas. Si queremos hacer algo para el Señor hagámoslo no solo por cumplir, sino también con todo tu corazón y con alegría.
6.- Una advertencia del Señor: “Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido”
Nuestro Dios es Dios de oportunidades, Él nos da una nueva oportunidad cada vez que nos equivocamos, nunca debemos olvidarlo. El otro detalle es que todo tiene su tiempo, hay prisa de parte de Dios en su obra, por ello no debemos menospreciar sus oportunidades, sino levantarnos con más fuerza aún. La advertencia del Señor es volver a ese camino de alegrarnos en su obra prontamente porque llegará el día en que simplemente nuestro candelero será removido.
7.- Tenemos un Dios que recompensa: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”
Nuestro Dios es un Dios que ama recompensar. Dice la Biblia que no es deudor de nadie. El Señor, nuestro Dios, recompensará a todos aquellos que trabajen arduamente, pero con amor y alegría. La recompensa para esta iglesia es que todos ellos tendrán el privilegio de comer del árbol de la vida. Ellos podrán disfrutan de más vida del Señor porque simplemente estará a su alcance. Ellos querían más del Señor y tendrán más.
Esa carta fue escrita también para nosotros, Dios quiere que seamos vencedores y también desea que heredemos sus recompensas. Hay mucho más de Dios para cada uno de nosotros y el mensaje central es: NO PIERDAS EL PRIMER AMOR, no pierdas el corazón al hacer las cosas para Dios y esto también se aplica a no perder el corazón de ser padre, esposo, líder, pastor, etc.
Que todo lo que hagamos lo hagamos de corazón, sabiendo que Dios nos ve.

