Disfruta de las puertas abiertas en la vida de la iglesia

//Pr. Eliud Cervantes\\

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autoridad de la Iglesia

Estamos en un año profético como Iglesia. Este es el año de “Las puertas abiertas”. Ahora, debemos recordar que cuando hablamos de un nombre de año es porque nuestro Dios quiere que seamos un pueblo que tenga una dirección, nos habla de aquello que Dios quiere hacer a través de nosotros en este tiempo.

Fue así con cada una de las siete Iglesias del Apocalipsis. Por eso quisiera ver algunos detalles, una vez más, sobre aquella palabra que recibimos de parte del Señor para nosotros como Iglesia a través del mensaje a la Iglesia de Filadelfia.

“Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre” (Apocalipsis 3:7-8)

Creemos firmemente que somos la Iglesia de Filadelfia, aquella iglesia que verá y será parte del Arrebatamiento. Es para esa iglesia que el Señor se presenta de una forma tan especial: “como el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre”.

La llave de David está relacionada con el espíritu de gracia. La gracia no es una cosa, sino el propio Señor Jesús. Nosotros tenemos las llaves de la casa de David porque tenemos el espíritu de favor sobre nosotros. Mientras más favor disfrutamos, más puertas abiertas son colocadas delante de nosotros. Las puertas abiertas son una señal del favor de Dios.

Esto dice el Santo, el Verdadero

Ahora, la primera cosa que tenemos que ver en este pasaje es que aquel que habla no es cualquier persona, es nuestro propio Señor Jesús, pero que quiere que sepas que el es Santo, el Verdadero. Lo que va decir es verdad, no es mentira, ni tampoco una frase de ánimo. Cabe a cada uno de nosotros creer lo que Él está diciendo. Y el hecho que se presente de esa manera, revela la condición de la Iglesia. Para esta iglesia, que ciertamente enfrentaba muchas dudas, el Señor ratifica que Él es Verdadero.

La Palabra es para la Iglesia

Otra cosa importante también a entender es que la palabra liberada no es para una persona en específica, sino es para toda la Iglesia. Si queremos experimentar en su plenitud aquello que Dios está haciendo y va hacer en este año, necesitamos estar plenamente unidos de forma práctica en la vida de la Iglesia. El cumplimiento pleno de esta palabra se verá reflejado a medida que permanezcamos en medio de la Iglesia.

Si hay algo que el enemigo está trabajando mucho en estos últimos días es en un cristianismo aislado, independiente. En la Palabra del Señor vemos muchos ejemplos de personas que experimentaron lo que Dios estaba haciendo por el simple hecho de estar con la Iglesia. El pueblo de Israel es una sombra de lo que somos hoy como Iglesia.

“Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda. Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo” (Éxodo 14:22-23)

“Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios. Y venida la tarde, subieron codornices que cubrieron el campamento; y por la mañana descendió rocío en derredor del campamento”    (Éxodo 16:12-13)

Estos ejemplos nos muestran que las personas experimentaron la provisión del Señor por el simple hecho de estar con el pueblo de Dios. Hay tantas cosas que ni imaginas que experimentas en tu vida por el simple hecho de estar con el pueblo de Dios. Por eso, este año no vivas aislado de la vida de la Iglesia. Sé parte de una célula, participa activamente en todas las metas y actividades que vamos a desarrollar. Dios hará grandes cosas a través de tu vida.

He puesto una puerta abierta

La palabra “puesto”, tiene que ver con “dar”. Dios nos ha dado una puerta abierta. Sin embargo, creemos que esa puerta abierta es principalmente para la salvación de las vidas. Es por ese motivo que en este año de las Puertas Abiertas debemos ser intencionales en el predicar el evangelio. Hay puertas abiertas para la salvación de muchas vidas. Aquí vemos que la puerta abierta grande y eficaz que se le abrió a Pablo fue para la expansión de la Obra, del Evangelio.

“Porque se me ha abierto puerta grande y eficaz y muchos son los adversarios”        (1 Corintios 16:9)

La Palabra del Señor nos dice también: “Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:3-4)

Esa es la voluntad del Señor. Dios quiere que todos los hombres sean salvos. Pero hay algo en el que debemos permanecer creyendo, y es en la salvación de nuestra casa, de nuestra familia. La promesa del Señor es: “…Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa” (Hechos 16:31).

Necesitamos del fluir del río de Dios

En este último viaje que hice con mi familia, pude ver que en medio de desiertos y tierras áridas hay espacios de vegetación muy hermosos ¿Por qué se da ese escenario? Porque hay el fluir de un río. Por tanto, no importa si a tu alrededor todo esté seco, lo único que necesitamos es del fluir de un río. Ese fluir, con nosotros, tiene que ver con el acceso que tenemos ahora al fluir del Espíritu Santo.

La palabra del Señor nos muestra que nosotros no somos como retama en el desierto, sino como árboles plantados junto a corrientes de aguas.

“Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará” (Salmos 1:3)

Si tú permaneces conectado al fluir del río de Dios, verás las puertas abiertas en todo lo que hagas. Seamos intencionales en disfrutar de ese fluir de Dios. Jesús nos dio una promesa en el Evangelio de Juan:

“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva” (Juan 7:37)

Es interesante que el último de esta fiesta, la fiesta de los tabernáculos o “Zucot”, que duraba siete días, era la más grande o de más alegría. Y el último día se llamaba “Hoshana Rabá” que es el día más gozoso de esta gozosa celebración. En medio de ese escenario Jesús nos muestra que hay aún una alegría mayor que podemos recibir cuando vamos a beber del Espíritu.

Todavía me gustaría resaltar que en el Evangelio de Juan en el capítulo 4, Jesús también le dice en cierta oportunidad a una mujer que beba de un pozo, pero ese beber tenía que ver con el nuevo nacimiento, sin embargo, aquí en el capítulo 7 ese beber ya no es de un pozo, tiene que ver con un río, habla de ser lleno del Espíritu Santo. Los pozos son privados, le pertenecen a alguien, pero los ríos son para bendecir a los demás. Es esa llenura que nos va permitir alcanzar a otras personas y seremos de bendición para muchas personas. Por tanto, acudamos a beber de ese río, del fluir del Espíritu Santo. Somos Radicales Libres, jóvenes llenos del Espíritu ¡Contamos contigo Radical Libre en este año de las puertas abiertas!

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