Columnas para una edificación prevaleciente

//Pr. Eliud Cervantes\\

Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.  Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles” (Hechos 2:41-43) 

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autoridad de la Iglesia

Estos son los cuatro pilares de la iglesia. Estos pilares hacen que la iglesia sea fuerte y fluya con la voluntad y los propósitos de Dios. Estas actividades, que son importantes para el beneficio de nuestra propia vida individual, tienen lugar en la iglesia local.

El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan…”       (Hechos 20:7) 

La iglesia primitiva se reunía todos los domingos con el propósito de partir el pan. Aunque tenían al mejor predicador, el apóstol Pablo, su enfoque no era simplemente escuchar la palabra predicada sino participar de la Cena del Señor.

La Cena del Señor es una de las más altas formas de adoración al Señor. Es querida por el corazón de Dios porque le recuerda a Su Hijo amado, Jesús. ¡No solo eso, sino que la provisión que Dios quiere que recibamos se encuentra en la santa Comunión! No necesitamos perseguir respuestas del mundo cuando podemos recibirlas por los caminos del Señor.

“…haced esto en memoria de mí” (Lucas 22:19)

Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles” (Hechos 2:43)

Los apóstoles presenciaron y realizaron muchas señales y maravillas mientras se apoyaban en las cuatro columnas de la iglesia. Cuando continuamos firmemente en priorizar estos cuatro pilares ¡nosotros también podemos experimentar las abundantes bendiciones de Dios!

Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón,  alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:46–47)

Mientras la iglesia primitiva continuaba perseverando en la doctrina de los apóstoles, el partimiento del pan, la comunión y la oración, el Señor les añadía diariamente. Estas son las claves para experimentar la sabiduría y el favor de Dios diariamente en nuestras vidas. Estas columnas están completamente relacionadas con los elementos del Tabernáculo. Desde una vista aérea, vemos el altar de bronce y la fuente en el lado este del tabernáculo, la mesa de los panes en el norte, el Candelabro (menorá) en el sur y el altar del incienso y el arca del pacto en el oeste.

1ra columna – La doctrina de los apóstoles 

Las enseñanzas centradas en Cristo traen las bendiciones del Nuevo Pacto. El este del tabernáculo es donde se encuentran el altar de bronce u Holocausto y la vasija de bronce. El altar de bronce es una imagen de la cruz de Jesucristo, mientras que la fuente es una imagen de nosotros siendo lavados por el agua de la Palabra. 

para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra” (Efesios 5:26) 

El agua de la Palabra se refiere a la doctrina centrada en Cristo. La doctrina de los apóstoles, por lo tanto, se refiere a enseñanzas Cristo-céntricas basadas en la obra consumada de Cristo.

El primer caballo del Apocalipsis, el blanco, es el espíritu maligno de la falsa doctrina, es el que atacará a la iglesia desde el este, el Señor colocó allí el altar de bronce y la fuente para mostrarnos la importancia de escuchar las enseñanzas centradas en Cristo. Cualquier otra enseñanza que devalúe u omita la obra terminada de Cristo es falsa doctrina.

2da columna – Comunión 

La comunión en la Iglesia local trae provisión y abundancia en áreas de escasez. El sur del tabernáculo es donde se encuentra el Candelabro, la cual representa la iglesia de Jesucristo, que es el lugar de comunión. El caballo negro es el espíritu maligno que atacará a la iglesia desde el sur con hambre y carencia. La respuesta de Dios para contrarrestar la carencia en nuestras vidas es a través de la comunión en el cuerpo de Cristo.

Otro aspecto importante en relación a que no falte provisión, tiene que ver con la sabiduría que debemos tener cuando manejamos las finanzas. Y hay sabiduría cuando decidimos sembrar en la Casa de Dios.

Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto”      (Proverbios 3:9-10)

Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto… Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa” (Hageo 1:6, 9)

Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:10)

Una de las formas de participar en la iglesia local es diezmar y ofrecer otras formas de apoyo financiero. Los versículos anteriores revelan cómo sembrar en la casa del Señor producirá abundantes cosechas en tu propia vida. Esta es una de las formas de contrarrestar el hambre o la escasez.

3ra columna – El partimiento del pan 

El norte del tabernáculo es donde se encuentra la mesa de los panes. El enemigo que ataca el tabernáculo desde el lado norte es el caballo Bermejo, la muerte y la enfermedad. La mesa de los panes de la proposición es un cuadro de la Cena del Señor. La sagrada Comunión contrarresta la enfermedad y la dolencia en nuestras vidas.

Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen” (1 Corintios 11:29-30) 

Cuando participamos de la Cena del Señor, debemos participar de ella dignamente teniendo discernimiento (1) que Su sangre ha limpiado nuestros pecados y (2) que Él tomó nuestras enfermedades en Su cuerpo (Isaías 53:5) . Si discernimos esto, estamos participando dignamente del cuerpo del Señor y dando gloria a Jesús, y no seremos débiles, enfermos ni moriremos antes de tiempo.

4ta columna – Oración

El oeste del tabernáculo es donde se encuentra el altar del incienso. El enemigo ataca este lado del tabernáculo con guerra y contienda. El altar del incienso es un cuadro de oración ¡Superamos las luchas y los conflictos en nuestras vidas a través de la oración! En lugar de tratar de convencer a la gente con nuestras palabras en una discusión, lo más sabio que el Señor quiere que hagamos es orar. Es difícil permanecer enojado con alguien cuando oramos.

Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe” (Hechos 6:7) 

Mientras la iglesia primitiva continuaba firmemente en las cuatro columnas de la iglesia, ¡la palabra de Dios se difundió grandemente! Necesitamos continuar priorizando la palabra de Cristo. Sigue escuchando la doctrina de los apóstoles (enseñanzas del nuevo pacto). ¡Cuanto más meditemos en la Palabra de Dios, más veremos sus bendiciones manifestarse en nuestras vidas!

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