Cómo decidir sobre cosas dudosas

 

//Pr. Luis A. Núñez\\

1 tesalonicenses 5:23 dice que somos espíritu, alma y cuerpo. Nuestro espíritu nos permite comunicarnos con Dios, ser guiados por Él, debemos ejercitar nuestro espíritu. Existen muchas cuestiones y situaciones con las cuales nos topamos en nuestro día a día que no son mencionadas específicamente en la Palabra de Dios. Necesitamos seguir algunos criterios bíblicos si deseamos cuidarnos del mal, cuidar a los hermanos más débiles, tratar con las diferencias entre los hermanos y evitar escándalos.

En cada cultura hay ciertas prácticas que son cuestionables. Estas prácticas, muchas veces no son mencionadas específicamente en las escrituras como correctas o erradas para un discípulo de Jesús. Ellas pueden incluir actividades de placer y entretenimiento, pudiendo ser clubes u organizaciones a las cuales quisieras pertenecer, ciertos hábitos y opciones en tu comida y bebida o inclusive, cuestiones sobre los días que deben ser usados para la adoración o descanso.

¿Cómo determinas la voluntad de Dios con respecto a ciertas prácticas cuando la dirección específica sobre tales cuestiones no es proporcionada por la Biblia? De manera general, debes siempre considerar, primeramente, los señaladores como el testimonio y la consciencia del Espíritu. Además, existen algunas preguntas que pueden ayudarte, que indican lo que podrías hacer frente a una situación dudosa.

  1. ¿GLORIFICA A DIOS?

Tal vez lo más importante para juzgar una práctica cuestionable es hacernos la pregunta: “¿Esto glorifica a Dios?” La Palabra de Dios dice que todo lo que haces debe glorificar al Señor (1 Corintios 10:31, Colosenses 3:17, Colosenses 3:23-24)

¿Cómo definir lo que glorifica a Dios? Eso puede ser algo muy subjetivo, pero una manera práctica para hacerlo es observar si eres capaz de agradecer a Dios antes de hacer determinada actividad. Si aquello fuera incompatible con una oración, entonces, contundentemente no glorifica a Dios.  Po ejemplo, si alguien te da vuelto de más y te quedas callado ¿puedes dar gracias a Dios por eso?

  1. ¿CUÁL ES TU MOTIVACIÓN?

¿Por qué quieres hacer determinada actividad? ¿Cuál es la razón o motivo para hacerlo? Hasta una actividad buena puede ser hecha con motivaciones erradas. Por ejemplo, Santiago brinda una ilustración de un motivo errado para orar:

“Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites(Santiago 4:3)

Orar ciertamente no está mal, sin embargo, los motivos de algunos pedidos son impropios. La motivación descrita en este versículo es el deseo de cumplir los deseos de la carne. Oh deseos que no tiene que ver con el carácter de Dios, orar por una mujer casada, o porque alguien se muera porque no te cae bien o que después de pecar ores “señor que no me descubran”

  1. ¿ES NECESARIO O CONVENIENTE?

Pablo declara que, aunque algunas cosas pueden ser consideradas lícitas o legales (sin violar la Palabra escrita de Dios), debes considerar si ellas son realmente convenientes.

Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna(1 Corintios 6:12)

¿Será que es conveniente y necesario visitar ciertos lugares, participar de ciertos eventos y formar parte de ciertos grupos? No es ilícito, pero puede ser inconveniente para ti como hijo de Dios. Allí entra ciertos lugares bares, compañías almuerzos con amigos y amigas del sexo opuesto y no está tu esposa etc. El Whatsapp es una herramienta necesaria, pero puede convertirse en algo adictivo o perjudicial si no lo usamos sabiamente. etc.

  1. ¿PROMOVERÁ EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL?

Muchas actividades pueden impedir el crecimiento espiritual. Otras actividades pueden convertirse en consumidoras de tiempo y estovar tu crecimiento espiritual:

Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa(Marcos 4:18-19)

La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto(Lucas 8:14)

Pregúntate a ti mismo: “¿Esta actividad impide o promueve mi crecimiento espiritual?” Las actividades que impiden el crecimiento espiritual se convierten en pesos que interfieren en la carrera espiritual que Dios ha puesto delante tuyo.

Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro, tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante(Hebreos 12:1)

  1. ¿TE LLEVARÁ A SER TENTADO?

Jesús nos enseñó a orar: “No nos dejes caer en tentación”. Es inútil hacer esta oración, si por medio de una actividad cuestionable, deliberadamente nos colocamos en un lugar de tentación. La Biblia advierte:

Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe, no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. Todas las cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas” (Tito 1:13-15)

La tentación es diferente a una prueba de fe. Una prueba ocurre cuando un creyente enfrenta una situación difícil, pero respecto a la cual no tuvo ninguna elección, probando su fe en Dios.

Dios permite las pruebas para fortalecer tu fe y llevarte a la madurez espiritual. Sin embargo, Dios no tienta al hombre. La tentación es el deseo de hacer el mal y viene cuando no controlas adecuadamente tus pensamientos y acciones o cuando Satanás te incita a hacer el mal. Algunas prácticas cuestionables pueden colocarte en situaciones de tentación. Si te entregas a la tentación, pasión o lujuria, eso terminará en pecado y el pecado termina en muerte espiritual.

  1. ¿VIOLA TU CONSCIENCIA?

Al tomar una decisión respecto a prácticas cuestionables, debes estar totalmente persuadido de que tu opción es la correcta. En el tiempo del Nuevo Testamento, los creyentes se preguntaban si era correcto o no comer la carne vendida en las carnicerías, pues entre griegos y romanos, en aquellos días, la carne que era vendida en el mercado era de animales que habían sido usados en los sacrificios en templos paganos. Por causa de eso, muchos creyentes sentían acusación en su consciencia, pues les parecía que estaban comiendo algo consagrado a demonios. Sería el mismo caso, hoy en día, de comer comida repartida en los famosos “cargos a los santos” ¿Sentirías paz al comerlo? La mayoría de los creyentes respondería que no.

Pablo entonces nos da una sensacional respuesta. Él dice que todo lo que no viene de fe es pecado, es decir, si tu consciencia te acusa, no lo hagas.

Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado(Romanos 14:23)

El principio es que debes estar totalmente convencido en tu consciencia respecto a cualquier cosa que hicieras. Si permanece la duda, entonces detente, no lo hagas. Si tienes dudas, entonces se convierte en pecado involucrarte en tales prácticas. Jamás hagas nada sin convicción.

  1. ¿AFECTARÁ A LOS DEMÁS NEGATIVAMENTE?

Si yo hiciese determinada actividad ¿Cómo afectará esto a los demás? ¿Los edificará? Edificar significa instruir, construir o mejorar espiritualmente.

“Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación” (Romanos 14:19)

¿Esta actividad contribuye de manera positiva para el desenvolvimiento espiritual de otros? Pablo escribe:

Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica(1 Corintios 10:23)

Algunas prácticas en las cuales puedes involucrarte se pueden convertir en un obstáculo para el crecimiento espiritual de otros creyentes. Nuevamente, hablando sobre esta cuestión de comer carne, Pablo escribe:

Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano(1 Corintios 8:13)

Pablo no consideró que comer carne era errado. Sin embargo, no comería si eso impidiese a un hermano más débil crecer en su fe. Un hermano más débil es un creyente que, debido a su debilidad en la fe, conocimiento o consciencia, puede ser perjudicado por el ejemplo de un hermano más fuerte. Ellos pueden ser influenciados a hacer aquello que tú haces en completa paz, pero como ellos son débiles, se sentirán condenados al hacerlo y eso impedirá su crecimiento espiritual.

Un creyente fuerte es alguien que, debido a su comprensión de la libertad en ciertas áreas y la fuerza de su convicción, ejerce libertad con buena consciencia y no se deja llevar por las diferentes opiniones de otros. Cualquier acción de parte de un hermano más fuerte que normalmente sería permitida, es incorrecta, si esta influenciara o llevara a pecar, contra su consciencia, a un hermano más débil o le impidiera su progreso espiritual. Pablo escribió:

“Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite” (Romanos 14:21)

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