//Pr. Mauricio Vizcarra \\
“Ya que es deber de todo sumo sacerdote presentar ofrendas y sacrificios, nuestro Sumo Sacerdote también tiene que presentar una ofrenda. Si estuviera aquí en la tierra, ni siquiera sería sacerdote, porque ya hay sacerdotes que presentan las ofrendas que exige la ley. Ellos sirven dentro de un sistema de adoración que es solo una copia, una sombra del verdadero, que está en el cielo. Pues cuando Moisés estaba por construir el tabernáculo, Dios le advirtió lo siguiente: «Asegúrate de hacer todo según el modelo que te mostré aquí en la montaña». Pero ahora a Jesús, nuestro Sumo Sacerdote, se le ha dado un ministerio que es muy superior al sacerdocio antiguo porque él es mediador a nuestro favor de un mejor pacto con Dios basado en promesas mejores. Si el primer pacto no hubiera tenido defectos, no habría sido necesario reemplazarlo con un segundo pacto”
(Hebreos 8:3-7 NTV)
No dejamos de copiar, no inventamos un abecedario, copiamos, no inventamos caminar, copiamos el movimiento de cada paso que damos para caminar ¿Qué es lo que queremos nuestra generación copie? ¿Qué es lo que deseamos que nuestros hijos copien?
Cuidado en copiar cosas que no envuelven la vida. Hebreos dice que existe una falta en la copia, una decadencia de lo original. A veces no queremos nada con Dios porque en realidad tenemos una copia de Dios con la que intentamos establecer una relación, que no es Dios realmente. En Hebreos dice que existe gente que intenta copiar un pacto menor. Son sinceros pero son controlados por la copia de una cultura defectuosa que impide que el Reino entre en su interior.
- No te copies de la cultura del caos
La gente copia el caos y la locura para pensar en seguridad. La vida no es walking dead, y somos contagiados por la cultura de la desesperación y no por la guía del Espíritu Santo, por el Reino de Dios.
“Pues el reino de Dios no se trata de lo que comemos o bebemos, sino de llevar una vida de bondad, paz y alegría en el Espíritu Santo”
(Romanos 14:17 NTV)
“No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta” (Romanos 12:2 NTV)
La Biblia dice que no te amoldes a este mundo. Por esta razón ten cuidado de a quien envidias, puede que sean personas secretamente miserables a quien tu deseas imitar, pero en el fondo son personas que están desesperadas, sin paz y sin descanso.
- Cuidado con lo que copias de la gente
Queremos los éxitos de las personas, pero no queremos pasar los procesos. Admiramos sus logros, pero no queremos pagar lo que involucra el éxito. Copiamos la forma de vestirse de otras personas sin saber que en el fondo ellos están deprimidos. Tenemos que tener cuidado de no crear un plan de vida que no quieres copiar de la vida de otros. Algunos pensamos tener el mismo resultado por el estilo de vida de otros. Un ejemplo de esto es Moisés. Moisés los llevó al borde de la tierra prometida, pero no entró, porque reprodujo el miedo de los otros líderes, pero Josué los llevo a dentro. Por esta razón Hebreos dice:
“Pues cuando Moisés estaba por construir el tabernáculo, Dios le advirtió lo siguiente: «Asegúrate de hacer todo según el modelo que te mostré aquí en la montaña»” (Hebreos 8:5)
Pero ahora a Jesús, nuestro Sumo Sacerdote, se le ha dado un ministerio que es muy superior al sacerdocio antiguo, porque Él es mediador a nuestro favor de un mejor pacto con Dios basado en promesas mejores. Moisés no es tu modelo, Cristo es nuestro modelo.
“Nadie podrá hacerte frente mientras vivas. Pues yo estaré contigo como estuve con Moisés. No te fallaré ni te abandonaré. »Sé fuerte y valiente, porque tú serás quien guíe a este pueblo para que tome posesión de toda la tierra que juré a sus antepasados que les daría. Sé fuerte y muy valiente. Ten cuidado de obedecer todas las instrucciones que Moisés te dio. No te desvíes de ellas ni a la derecha ni a la izquierda. Entonces te irá bien en todo lo que hagas.”
(Josué 1:5-7 NTV)
Dios le estaba diciendo a Josué que su proceso no sería como el de Moisés, le dijo ten cuidado con lo que aprendiste de Moisés, no te copies de Moisés. Considera los resultados de tu forma de vida. Los saduceos le dijeron a Jesús que no era lícito sanar el día sábado, ellos copiaron el mandamiento que los llevó a estar en el mismo lugar, desde hace dos mil años estaban atorados en el mismo lugar. Tu forma de vida limitará las cosas grandes que Dios ha planificado para ti.
Moisés tenía que entrar en la tierra prometida, pero copió lo que antes Dios le había dicho que hiciera, es decir, golpear la roca. No siempre lo que nos salió bien antes, nos volverá a sakir bien mañana, necesitamos escuchar la voz de Dios a lo nuevo y no a lo antiguo.
- Cuidado con lo que copias en tu corazón, porque establecerá la dirección de tu vida
Le dijo medita en este libro de la vida, medita en lo que te dije, la meditación establece nuestra dirección, esta es la forma de vida que necesitamos copiar.
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.”
(Mateo 5:8 RVR1960)
Somos lavados por la sangre de Cristo y no basta ser limpios, necesitamos ser puros según su Palabra. Cuidado con abrir tu corazón a la condenación y la aceptación de pensamientos que no proceden de Dios (Romanos 8:1), pensamientos como:
- No soy digno.
- Soy miserable.
- Nadie se fijará en mi.
- Soy débil.
Debemos copiar y meditar en los planes de bien sobre nosotros.
“Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza”
(Jeremías 29:11 NTV)
Dios quiere que copies lo que Él dice que eres. Nunca copies lo que no eres porque nunca lo descubrirás, pero si Dios te dice que eres su hijo amado copia eso. Dios le dijo a Josué: sé valiente ¿Por qué? Se necesita valentía para salir de la depresión, de la descalificación, de las voces del rechazo.
Dios no hizo un pacto con tu pasado, con tus problemas, con el alchool o las drogas, Dios hizo una alianza con su hijo, con Jesucristo, para que hoy puedas entender que hay un pacto mejor, existe un intermediario, un árbitro que no terminó el juego, un sacerdote con mejores promesas.