El fundamento

//Pr. Giovani Larico\\

“Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo (1 Corintios 3:11)

¿Sabes qué es el fundamento? es más fácil ver la parte de encima de una casa que su fundamento, sus cimientos, pero aunque no sea algo visible, es muy importante establecer ese fundamento.

Nuestro fundamento tiene que estar bien establecido 

Cuando te sacas una foto con un futbolista famoso solemos solo fijarnos en sus logros, pero obviamos los fundamentos que llevaron a esa persona a alcanzar esa realidad. En nuestro caso también debemos entender cuál es el fundamento de nuestras vidas. Te hago una pregunta ¿Por qué eres parte de esta iglesia? Podemos encontrar respuestas como: “Es que en la célula me divierto, es chévere”, “Es que esta iglesia tiene una buena enseñanza”, “Es que en esta iglesia hay milagros”, “Es que en esta iglesia hay restauración de matrimonios”, “Es que en esta iglesia se habla de prosperidad”, etc. Todo lo mencionado anteriormente no representan el fundamento de la iglesia, es fácil olvidarnos del fundamento al ver solamente el producto. Es necesario recordar, de tiempo en tiempo, cuál es nuestro fundamento, porque si no es asi entonces todo lo que estamos construyendo se volverá en ruina. Hay personas que se atreven a construir algo sin fundamento, pero eso solo será algo pasajero

Veamos el ejemplo del Señor Jesús. Él no estaba preocupado en el status o en ser famoso, aunque era muy conocido. 

“Conforme á tu nombre, oh Dios, Así es tu loor hasta los fines de la tierra: De justicia está llena tu diestra” (Salmos 48:10)

Jesús recibió loor, es decir alabanza, pero no estaba preocupado en este asunto.

“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre” (Filipenses 2:9) 

Fue exaltado hasta lo sumo, pero Él no estaba preocupado en ser una mega estrella.

“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8)

Jesús no estaba preocupado en esto, su atención estaba centrada en algo diferente. Muchas veces dejamos de ser felices porque nuestra atención está centrada en cualquier otra cosa menos en el fundamento. Para poder entender a profundidad vamos a leer este texto.

“Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo16:13-18)

Cesarea de Filipo estaba al norte de Israel, era una ciudad idólatra y pagana. En esa ciudad había una cueva y alrededor de ella hicieron un templo dedicado a un dios que era mitad hombre, mitad cabra, es decir, un fauno. Este templo era llamado “puerta del infierno” pues se hacían sacrificios de animales y la gente que concurría a este lugar tenía relaciones sexuales como parte del rito. Jesús lleva a sus discipulos a esta puerta del infierno y les pregunta qué dicen las personas al respecto del hijo del hombre. Cada respuesta representaba a alguien importante: Jeremías predecía el futuro, un profeta muy importante, pero Jesús no se conmovió con estas palabras. Otros decían que era Elías, Elías tenía autoridad sobre la naturaleza, llegó al Jordán y camino sobre suelo seco, además fue arrebatado por Dios y no conoció la muerte, pero Jesús no se conmovió con esta respuesta. Otros decían que era Juan el bautista, pero Jesús no se inmutó con esas comparaciones. El fundamento no es tener la unción de Elías, la unción de Jeremías, todo es verdad, pero no es el fundamento. En nuestras células es bueno que haya milagros, pero no es el fundamento, pues si el fundamento en tu célula son los milagros, el día que no haya milagros tu célula se habrá acabado.

Después Jesús les pregunta a sus discípulos: “¿qué dicen ustedes de mi?”, Pedro se levanta y dice: “Tú eres el hijo del Dios viviente, el Cristo”, Jesús se alegró y dijo: “Bienaventurado eres…”, en otras palabras, tú has entendido quién es el fundamento, mi padre te lo ha revelado, tu has entendido que soy el ungido.

Hermanos este es el fundamento de nuestra fe, que hay un Cristo que fue separado para cumplir este propósito, no puedes olvidar esto. Solo podemos ser iglesia porque este propósito fue conquistado por Cristo en la cruz. Cuando nosotros tenemos este fundamento bien establecido las puertas del infierno no prevalecerán contra nosotros.

Solo existe iglesia porque Jesús murió en la cruz y este hecho es el fundamento. Cristo rescató a la humanidad de las garras del enemigo para constituir un pueblo suyo. Entonces ¿Cuál es el fundamento para mi o para un cristiano? Es que Cristo murió en la cruz y tomó mi lugar.

Cuando yo creo me hago uno con Cristo y esta revelación es suficiente para ser feliz, ya no tienes motivo para ser infeliz. Es infeliz aquel que no sabe lo que va a acontecer mañana, porque no tiene seguridad donde va a pasar su eternidad. Nuestra alegría es saber que Cristo murió en la cruz por cada uno de nosotros, tomó nuestro lugar y ahora tenemos una nueva vida.

Gracias por la sangre que derramaste en la cruz, gracias por perdonar mi pecados, gracias por salvarme en la cruz. Yo no me voy a ir al infierno porque mi fundamento es Cristo. Alabado sea tu nombre, pues fuiste enviado para salvarnos.

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