El poder de la transformación

//Pr. Luis A. Núñez\\

Olvidando-lo-que-quedó-atrás
Olvidando lo que quedó atrás

Nuestras vidas tienen que ser transformadas, nuestras iglesias tienen que ser transformadas conforme a su propósito, la verdad todos anhelamos la transformación de nuestra vida, de nuestra iglesia, de nuestra célula, soñamos con una etapa diferente, queremos eso. Sé que también muchos en este lugar enterraron este deseo por muchas razones, pasando a una etapa de conformismo, de letargo, pero para eso estamos juntos, para despertar en nosotros el deseo de la transformación ¡Aleluya! y esta transformación está expresada en la Palabra como resultado de ver a Cristo.

“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Corintios 3:18)

Ver su gloria como, ya dijimos, es ver la obra de Cristo en la cruz, ver la victoria de Cristo frente a la muerte, es ver su victoria frente al pecado, es ver lo que somos por causa de lo que Él hizo, por lo tanto, el poder de la transformación está en cada día tener revelación de lo que somos por causa de Cristo. Cuando ves esta revelación sin que nada obscurezca esta imagen, serás más transformado en aquello que eres.

He podido observar que una de las mayores razones por la que muchos hijos de Dios entramos en un conformismo es la frustración frente a las cosas que desean hacer para Dios, pero creyendo que son los recursos o los talentos los que nos llevarán a concretar sus deseos o que por causa de ellos verán la transformación de las cosas, veamos un claro ejemplo en la Biblia. Sansón fue hijo de Manoa, cuya esposa, al igual que Sara, Ana y Elisabet, era estéril. Su nacimiento, como fue el de Juan el Bautista y Jesús, fue anunciado por un ángel (Jueces 13:3). Estaba destinado a ser nazareo, que significa separado o consagrado desde su nacimiento. Generalmente el voto nazareo se hacía voluntariamente por un período limitado (Números 6:1–21). En Israel el nazareo era el que se apartaba de los demás mediante la consagración a Dios con un voto especial.

Es bueno ver siempre las virtudes de las personas, para elogiarlas, para considerar su importancia, pero también es necesario ver sus errores para no cometer los mismos, para cuidar de no caer en los mismos ya que los impulsos y deseos de su carne son los mismos que tenemos, sin embargo, es bueno recalcar que, así como Sansón, tenemos aun los mismos problemas, enfrentamos cosas similares en nuestra vida espiritual, el fue engendrado de manera milagrosa. Como Sansón tuvo un origen sobrenatural, así también nosotros tenemos un origen sobrenatural, tenemos un inicio sobrenatural, porque fuimos engendrados no de carne, sino de Dios ¡Aleluya!

La Biblia nos muestra desde Números 6:13 en adelante, que el tiempo de duración del nazareato debería estar consagrado, hasta el día que se decidiera interrumpir el voto, lo que nos muestra que la consagración es el resultado de fe, de creer y de disposición, pero podemos ver que Sansón experimentó algunos problemas, que afectaron el cumplimiento del propósito de Dios para su vida. 

  1. Primer problema

Sansón tenía un problema serio de carácter. Una definición de carácter es lo que uno es en la oscuridad, cuando nadie te conoce o nadie te ve, cuando nadie sabe lo que piensas. Sansón tenía mucha inestabilidad en la definición de su carácter. Su posición moral era cuestionable, es por esto que vemos que el cedió a los tres tipos de tentación a la que los hijos de Dios están expuestos hoy, esto lo podemos ver representado en la vida de Sansón en las tres mujeres que se presentaron en su vida.

  1. La primera mujer es el resultado de su carne

Descendió Sansón a Timnat y vio allí a una mujer de las hijas de los filisteos. Regresó entonces y lo contó a su padre y a su madre, diciendo: —He visto en Timnat una mujer de las hijas de los filisteos; os ruego que me la toméis por mujer” (Jueces 14:1-2)

Los padres le dijeron que no era posible, que había mujeres entre las hijas del pueblo de Dios, pero él no aceptó ninguna razón, él dijo claramente que esa era la mujer que quería y que no le interesaba ningún principio, Dios no debía intervenir en esta decisión. Él fue seducido por sus ojos, por eso decimos que esta mujer representa la carne, así es en la vida de todo creyente, los deseos de la carne, que representan muchas cosas se tornan en el impedimento para cumplir el propósito de Dios.  

  1. La segunda mujer es el resultado del mundo

“Fue Sansón a Gaza, y vio allí a una mujer ramera, y se llegó a ella” (Jueces 16:1)

Esto nos muestra el sistema de este mundo, lo que ofrece este sistema, donde el príncipe es el diablo. Por eso la palabra dice:   

No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él, porque nada de lo que hay en el mundo—los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida— proviene del Padre, sino del mundo” (1 juan 2:15-17)

Estas son áreas que el diablo usa en el mundo y con ella hace caer a muchos, estas son las áreas con las que también tentó a Jesús. El diablo le dijo: “Convierte esta piedra en pan (deseo de la carne)”, le mostró las ciudades (agradable a los ojos), le dijo: “toda la gloria será tuya (deseo o vanagloria de la vida)”.

  1. La tercera mujer es la representación de la astucia, el engaño del diablo

“Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila” (Jueces 16:4)

La seducción es la característica del maligno.

“sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8)

  1. Segundo problema

Sansón era un hombre que andaba solo, viajaba solo, peleaba solo, entonces murió solo, no daba cuenta de nada a nadie. Recordemos que Jesús antes de iniciar su ministerio escogió a 12, sus discípulos le rendían cuentas, estaban bajo una cobertura espiritual y su ministerio siempre estuvo acompañado. No existen llaneros solitarios en la obra de Dios, por esto Dios diseñó la iglesia, por esto existen las células, los discipulados, las redes, etc. Por eso Dios dijo que debemos de congregarnos, porque el congregar no solo es participar del mensaje, sino es ser parte de la vida de la iglesia. No podremos cumplir el propósito de Dios para nuestras vidas en este tiempo si no es a través de la iglesia, el Señor dijo que su iglesia es su cuerpo, es decir, la manera que tiene Dios de expresarse en la tierra hoy es a través de su cuerpo que es la iglesia.

  1. Tercer problema 

El creía que su fuerza radicaba en sus cabellos, este era uno de los mayores problemas ya que indirectamente lo llevó a abusar de la bondad de Dios. Él siempre creyó que su fuerza estaba en sus cabellos, no sé cuándo nació esta creencia, no sé quién se lo dijo, pero en realidad no era así, la fuerza de Sansón no estaba en su cabello, sino en el pacto con Dios, en su relación con Dios, no debemos atribuir el éxito o la fuerza a los talentos que tienes, sino a tu relación con Dios. Observen lo que aconteció, Dalila quiso persuadirlo durante tres oportunidades y no consiguió que le diera el secreto ¿imaginas esto? yo observo aquí soberbia de parte de Sansón, estaba jugando con Dalila, pero un día Dalila lo chantajeo y él no pudo más, tal vez entró en una crisis y contó “el gran secreto”.  

“Y gritó de nuevo: «¡Sansón, los filisteos sobre ti!». Sansón despertó de su sueño y pensó: «Esta vez me escaparé como las otras” Pero no sabía que Jehová ya se había apartado de él” (Jueces 16:20)

Perciban que el texto no menciona que ya no tenía sus cabellos, sino que el Señor se había apartado de él ¿Por qué? había llegado al punto más alto del abuso de la bondad de Dios, de su perdón, de su tolerancia, pero observen aun más, cuando él decide clamar al Señor, cuando él reconoce que la fuente de todo poder era el Señor. La Biblia dice que comenzó a crecerle el cabello, pero no tenía fuerza ¿En qué momento retornó su fuerza? cuando clamó al Señor, porque Dios es la fuerza. Él es el Poder.

“Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos. Asió luego Sansón las dos columnas de en medio, sobre las que descansaba la casa, y echó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano izquierda sobre la otra. Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos” (Jueces 16:28-30) 

No podemos conquistar una vida para cristo si no dejamos que Cristo nos conquiste primero, es decir que seamos esclavos de Jesucristo, habrá muchas invitaciones a retroceder, pero mantente en los negocios de tu Padre. No atribuyas la unción a algo especial que haces, sino simplemente a la gracia de Dios, no atribuyas el logro del propósito a recursos humanos, sino confía plenamente en Él. Reconoce cada día que necesitamos depender de Él en fe, debemos mantener firmes nuestra profesión de fe.

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