La decisión de reinar

//Pr. Wilber Chávez\\

Todos en algún momento hemos recibido un regalo maravilloso, uno que nos ha dejado impresionados. Y a propósito de los regalos, quien ama está dispuesto a dar siempre lo mejor, Dios te ama y te ha dado el mejor regalo que pueda dar (y no me refiero necesariamente a la salvación). La Salvacion no es otra cosa que el nuevo nacimiento, pero aun el nuevo nacimiento aconteció por causa de un regalo que recibiste anteriomente en tu vida. Me refiero a la capacidad o al poder de decidir.

El poder de decidir

Algo que nos diferencia de toda la creación en el universo es que nosotros podemos tomar nuestras decisiones. Podemos tomar la decisión de correr, saltar, o también parar, etc. Es más, hoy estas aquí, porque decidiste venir y esa actitud cambiará tu vida. Dios pudo haber creado al hombre y simplemente darle todo lo que él necesita y listo, pero no fue así, Dios le dio al hombre esa capacidad. Si el hombre fuera un superhéroe entonces su superpoder sería el de decidir.

Todos podemos tomar decisiones basados en nosotros mismos, pero existen algunas barreras que nos impiden tomar todas las decisiones.

No podemos decidir por los demás

Tú puedes decidir cambiar, ser mejor cada día a través de cambios en tus actitudes, pero no podemos cambiar a las demás personas. Esto lo podemos notar en la historia del joven rico (Marcos 10:17) Jesús intentó persuadirlo a ser el mejor, pero él no quiso.

Muchos pasan sus días intentando hacer que los demás sean diferentes, con esto no quiero decir que no hagan nada, háblales, usa todos los métodos de convencimiento que desees, pero al final serán sus decisiones las que prevalezcan.

Tristemente veo parejas que ya desde el inicio se llevan mal y muchas veces es porque sin darse cuenta ambos quieren cambiars, por favor no hagan eso, si alguien no puede amarte como eres, entonces no fuerces las cosas, si no puedes amar a alguien como es, no necesitas ser un superhéroe.

No podemos decidir que circunstancias vivir

Las circunstancias se dan y no podemos decidir de qué tipo serán. No podemos elegir que padres tendremos, la ciudad donde naceremos o el idioma que hablaremos. Piensa en la historia de Jesus, el Señor Jesus vino en circunstancias no muy agradables. Su pueblo era oprimido, había discriminación a la mujer, el castigo más duro era la crucifixión y el Señor no pudo cambiar esas realidades. Sin embargo, algo que si podemos hacer es toma decisiones respecto a nosotros mismos y eso puede cambiar la realidad que vivimos.

Muchos jóvenes se enamoran, pero ese sentimiento no los lleva a tomar decisiones. Si quieres casarte con una mujer de Dios o un hombre de Dios, entonces trabaja para estar a esa altura. Hay una película llamada Rapidos y furiosos y muchos jóvenes creen que aquello que funciona en el mundo también funcionará aquí en la iglesia (Apariencia, caballerosidad, etc.). Aquí en la iglesia la mirada va mucho más allá de solo la belleza, aquí se ve el corazón, es en ello que debemos de trabajar.

¿Quieres saber si estás listo para casarte? Pregúntale a un pastor u obrero que tenga una hija ¿Usted me recomendaría para casarme con su hija? 

“Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse” (Daniel 1:8)

Daniel fue álguien que no tuvo la oportunidad de decidir muchas cosas. Estaba preso, no podía decidir dónde estar, qué idioma hablar, con quién casarse, irse de vacaciones o de viajes, etc. Muchas veces nos quejamos porque no sabemos que decidir, pero aun ello es mucha gracia. Daniel, en su corazón, siempre quizo honrar al Señor, pero no podía hacerlo de la manera que quería, sin embargo descubrió que existía una manera, decidió no contaminarse con la comida del rey.

Quiso ser fiel en lo poco. Daniel vio que en pequeñas cosas podía decidir y decidió honrar al Señor. Decidió honrar al Señor con su manera de comer.

Llamados a Reinar

Cuando Dios creo al hombre le dijo:

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra” (Génesis 1:26)

Dios creó al hombre para dominar y gobernar, esas dos cualidades nos hablan de alguien que toma muchas decisiones, a diferencia de un esclavo.

“y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” (Apocalipsis 5:10)

Si sabes que de aquí un mes darás un examen ¿cómo te preparas? Si hay un certamen de belleza y tú estás invitada ¿cómo te preparas? Más adelante reinarás juntamente con Cristo ¿cómo te preparas? Actúa desde ya como lo que eres, un rey, una princesa.

La decisión de David de defender a sus ovejas de osos y leones, lo llevaron a desafiar a  Goliat para después ser rey. La decisión de Jacob de valorar la primogenitura lo llevó a ser padre de multitudes. La decisión de Pedro de obedecer a Jesús lo llevó a experimentar un milagro. Dios te ha llamado a ser un rey, a gobernar y a hacer historia en tu generación.

Muchas veces en lo profundo de nuestro corazón deseamos cambiar muchas cosas, el problema es que creemos que para lograr ello debemos necesariamente tomar grandes decisiones y la verdad no es así, pues son las pequeñas decisiones las que nos van llevando a los grandes cambios.

Una actitud pequeña decisión de Daniel lo llevó a hacer historia en medio de su generación. Decide cambiar, decide ser mejor, comienza con las cosas pequeñas, las cosas simples y sin darte cuenta estarás entrando en un camino maravilloso.

Si todavía no lo hiciste, decide hoy entregarle tu vida a Cristo, decide hoy hacer pequeños compromisos con el Señor.

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