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La cuestión del Reino o recompensa y la disciplina de los creyentes es un asunto que se habla muy poco en las iglesias. Nuestra intención con este asunto es doble: que tengas seguridad sobre tu salvación y por otro lado deseamos traer temor sobre la venida de Jesús.
En la Biblia, existen tres aspectos para el reino de los cielos: apariencia, realidad y manifestación.
- Apariencia – todo lo que está relacionado con Cristo y el cristianismo, ni siempre es real.
- Realidad – está en la Iglesia. Fruto del nuevo nacimiento. Es todo aquello que fue revelado por Jesús en el sermón del monte. Hoy es interior, en el espíritu.
- Manifestación – será cuando Jesús vuelva para reinar sobre la tierra por mil años. En ese día será visible, pero hoy podemos experimentar los poderes de ese era venidera.
Diferencias entre Salvación y Reino
- La forma como es adquirido: Salvación – es por gracia mediante la fe (Ef 2:8-9; Tt 3:5; Jn 10:28). Reino – por obras practicadas por nosotros, por mérito (Ap 2:23; Mt 5:3,10; 7:21
- Duración: Salvación – Es eterna (no es más larga). Reino – Durará 1000 años (1Co 15:24-25)
- Sufrimiento: Salvación – no depende de sufrimiento. Reino – muchas veces implica en sufrimiento y privación. Mt 19:24 – para ser salvo no tienes que ser pobre. Mt 19:12 – para ser salvo no necesitas ser soltero o hacer voto de castidad. Ap 20:4 – mártires.
- Cómo Dios trata – el Reino no puede ser dado, más sí conquistado. Mt 20:21-23; Lc 23:42-43. El ladrón quería el reino, pero Jesús le respondió sobre salvación.
- Graduación – La vida eterna es igual, pero en el reino habrá diferencia de graduación entre creyente y creyente. Lc 19:17-19
- Definición – la vida eterna ya está definida, pero ser vencedor no lo está. Ap 3:11
La Recompensa
La Biblia nos muestra claramente que la recompensa es la corona, el trono, y el reino de los cielos. El reino de los cielos es la recompensa.
El sermón del monte, en Mateo 5 al 7, habla del reino de los cielos. Estas enseñanzas del Señor nos dicen como el hombre puede entrar en el reino de los cielos. Mateo 5 al 7 repetidamente habla sobre la cuestión de la recompensa.
“Bienaventurados los pobres (humildes) de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos; Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados; Bienaventurados los mansos, porque heredarán la tierra; Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados; Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios; y también, bienaventurados los que son perseguidos a causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”.
El reino de los cielos es mencionado dos veces en esas pocas bienaventuranzas. Al final, el Señor dice:
“Bienaventurados sois cuando, por mi causa, os vituperen y os persigan y, mintiendo, digan todo mal en contra de vosotras. Regocijaos y alegraos, porque es grande vuestro galardón en los cielos (…)” (Mt. 5:11, 12).
Todo lector de la Biblia concuerda que el asunto principal del sermón del monte en Mateo 5 al 7 es el reino de los cielos. Pero aquí, la cuestión de la recompensa es también mencionada repetidamente porque el reino de los cielos es la recompensa.
Mateo 16:27-28 dice: “Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces retribuirá a cada uno conforme sus obras.”
Dios recompensará o disciplinará a una persona salva de acuerdo con sus obras.
Hay dos hechos aquí. Primero: el hombre será recompensado de acuerdo con sus obras. La cuestión de la recompensa es enteramente basada en las obras. Segundo: ¿en qué momento la recompensa será distribuida? Será distribuida cuando Cristo venga en la gloria de Su Padre con Sus ángeles. Cuando Cristo venga en la gloria de Su Padre con Sus ángeles, aquél será el tiempo en el que Él establecerá Su reino sobre la tierra. Por tanto, solamente cuando el reino se inicie es que la recompensa se iniciará.
La recompensa es la obtención de la corona y la obtención del trono. ¿Qué es una corona? No es simplemente un sombrero esculpido en oro y con diamantes. Ese tipo de corona puede ser obtenido con un poco de dinero. Una corona representa una posición en el reino. Ella también representa gloria en el reino. La corona es una recompensa para los vencedores, y el trono también es una recompensa para los vencedores. Por tanto, el trono también es un símbolo del reino.
La Disciplina
No hay contradicción entre la disciplina de Dios y la gracia de Dios. Por el contrario, la disciplina de Dios manifiesta su gracia. A pesar de que una persona no perezca después de ser salva, esa persona sufrirá la disciplina de Dios. La cuestión es si la disciplina de Dios se restringe a esta era o se extiende a la era venidera también. Esa es un punto que muchos jamás consideran.
La Biblia nos muestra que la disciplina de Dios no se restringe solo a esta era, sino también puede ser vista en la siguiente era. Muchos no han sido disciplinados en esta era, aunque sean hijos de Dios, ellos no tienen una vida consagrada y no vemos mucha disciplina en ellos, por el contrario, viven tranquilamente y en paz parten de este mundo. Sin embargo, además de perder la recompensa, esas personas serán disciplinas en el reino. Si un cristiano vive en la tierra sin controlar sus pasiones, amando el mundo y andando en sus propios caminos, él será disciplina en la era venidera.
¿Por qué Dios disciplina? He 12:5-6
- Por amor.
El Señor nos disciplina porque nos ama (He 12:6). El hombre cuando ama es tolerante, pero Dios cuando ama, disciplina. No hay contradicción entre disciplina y la gracia de Dios, por el contrario la disciplina de Dios manifiesta su gracia. Ap 3:19
Los que no son disciplinados es porque no son hijos. Es la prueba de que somos hijos de Dios. He 12:7-8
- Para ser participantes de la santidad de Dios. Hb 12:9-10
Si un cristiano vive de forma relajada sin manifestar la santidad de Dios la mano del Señor vendrá sobre él. Su disciplina solo cesará cuando vivamos en santidad. Dios coordinará las circunstancias y él experimentará dificultades. El objetivo de Dios no es castigarlo, sino tornarlo participante de su santidad por la disciplina.
Nadie debe pensar si un cristiano no hace el bien, Dios lo negará como su hijo y lo expulsará como a perro. Pensar así es desconocer el alcance de la obra de Cristo.
- Para no ser condenados por el mundo.
En 1 Co 11:32 Pablo dice que el objetivo de la disciplina de Dios es impedir que seamos condenados con el mundo. En otras palabras, la disciplina prueba que somos salvos.
“Mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo” 1Co 11:32
Algunos piensan que si decimos que las personas son salvas, ellas se tornarán relajadas, pero Dios hace exactamente lo opuesto, Él proclama que si creemos somos salvos eternamente y jamás pereceremos. Sin embargo, Dios tiene su manera de guardarnos de ser relajados y liberales. Él nos disciplina.
Conclusión:
Habiendo leído estos pasajes, podemos concluir que si un cristiano no trata adecuadamente con su pecado, habrá punición esperándole. La biblia nos muestra nítidamente que tipo de punición será. No será una punición común, sino la punición “del fuego”. La pregunta es: ¿Qué tipo de pecado nos llevará a esa condición? Desde el momento que una persona es salva, es importante que ella trate con sus pecados. Ninguno de los pecados que ella haya confesado, los cuales se haya arrepentido, tratado y hecho remisión por la sangre del Señor Jesús, se manifestará en el trono de juicio. Pero, los pecados omitidos y no tratados, esos serán manifiestos el día del juicio.
Pero, para los vencedores la recompensa los espera no solo en esta vida sino en el tiempo cuando Cristo reino durante mil años. Aleluya!!!
Pr. Eliud Cervantes