Las dos caras de la fe

//Pr. José Miguel Noriega (La Vid Arequipa)\\

Jesús es el cambiador de nombres, cambia toda realidad, pues aun cuando Simón no sabía en realidad lo que sería, así como tú y yo, no sabemos quiénes seremos, pero Dios si lo tiene claro, Él cree en nosotros sabiendo lo que pasará, aun cuando fallaremos.

Jesús le dice a Simón que vayan a aguas más profundas y que tiren las redes. Él ve la profundidad de todo lo que nosotros no vemos, Él ve bajo las aguas, ve en ti lo que tú jamás logras ver. Todo cambió en mi cuando entendí que todos tenemos las 2 versiones de Pedro, todos somos Simón y también Pedro, son las dos versiones de creyentes, carnal y espiritual. Mi predicación empezó a cambiar cuando me di cuenta que predicaba a 2 tipos de personas.

El propósito de Dios en ti no es cambiarte en otra persona, es hacer que veas en ti lo que siempre estuvo y que Él sí logra ver. Simón no sabía que el sería Pedro, por eso no entendía la razón por la que Jesús se subió a su barca. Aún no te has conocido a ti mismo y cuando lo hagas, entenderás los designios de Dios.

Hay cosas dentro de ti que te lastiman porque en ti está Pedro, pero también está Simón y Simón jamás podrá ver el futuro de Dios, Simón es ciego. Pedro dijo ante la orden de Jesús: “pero si tú lo dices”, no importa cuán incapaz me sienta, si tú lo dices voy a cumplir tu palabra ¡en tu nombre echaré las redes! Tiene que llegar ese momento en tu vida y en la mía, en la que lo que hagamos no esté basado en nuestra capacidad o confianza, sino en su Palabra.

Jesús no necesitaba la barca de Simón, era Simón quien necesitaba de Jesús, pero Jesús subió, eso significa que de la misma forma como Jesús quería a Simón, Él te quiere a ti. Simón le responde: “Jesús apártate de mí que soy hombre pecador” es decir, estaba diciendo: “Jesús aléjate porque te defraudaré” pero, aunque Jesús sabía que cometería un terrible error, aun así, subió a su barca.

Jesús no necesitaba el bote, su interés no era la barca, Él si era necesario caminaría sobre las aguas, de hecho, así lo hizo en otro momento (Mateo 14:25) Esta verdad, tan simple, pero poderosa te hará libre ¡JESÚS NO TE NECESITA! Él te quiere, pero no te necesita, Él amaba a Simón y por eso subió a su barca, a cambiar su nombre y su historia, sucede exactamente lo mismo contigo.

Cuando Jesús subió a su barca, Jesús dijo algo que realmente asustó a Simón, lo que lo asustó es que había alguien delante de él que veía en la oscuridad, que veía debajo de las aguas y que sabía todo de él. No siempre serás perfecto, no siempre serás Pedro, en muchos episodios de tu vida serás Simón y Dios quiere que veas en ti a Pedro. 

Como también lo estaban Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. No temas; desde ahora serás pescador de hombres le dijo Jesús a Simón (Lucas 5:10 NVI) 

Jesús le dice: “no temas” Lo que Jesús quería decir es: “yo sé el futuro, yo sé en quién creo, sé que me fallarás, pero te amo y creo en ti”. Si te quedas atrapado en Simón, jamás verás al Pedro que hay en ti, desde ahora serás pescador de hombres.

Habrá algo en ti que te diga que eso no es cierto, que no es real, pero es necesario que creas más en la voz de Dios, que en la voz de tu justicia. Simón jamás se irá, solo debes dejarlo sentado y no permitas que conduzca la barca ¿Te sientes estancado? Tranquilo Jesús subió a tu barca. Él cambiará tu historia.

Hay un momento en el que Jesús habla con Simón y le dice que el diablo había pedido para zarandearlo como a trigo, pero que no temiera porque Él mismo había orado para que su fe no fallara. Dios jamás dijo que no seríamos zarandeados, sino que confiemos. Es inevitable que seamos zarandeados y que tengamos momentos en los que somos tentados a negar quienes somos, pero nuestro Señor sigue creyendo en nosotros.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio