// Pr. Wilber Chávez\\
Muchas veces creemos que nuestra vida se resume en las circunstancias que vivimos y pareciera que nada cambiara; déjame decirte que no es así. Dios mira nuestra historia, no como pequeñas circunstancias o momentos, sino como un todo, para que al final nos de su victoria. Cuando vemos una película normalmente inicia todo con tranquilidad, pero luego aparecen muchas escenas de drama, suspenso, miedo etc. para que al final se logre una victoria. Nuestra vida es muy parecida. Estamos viviendo momentos de una historia con Dios y mas allá de cualquier circunstancia sabremos que Dios tiene para todos nosotros un final feliz y de victoria.
Quiero contarte sobre la historia de José, un joven que pasó por muchas circunstancias, pero que al final cumplió el propósito de Dios.
- Tus errores o el de los demás no podrán cambiar los planes de Dios
La Biblia dice en Génesis 37:3:
“Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores”
Aquí encontramos que Jacob amaba entre sus hijos mucho más a José, a tal punto que hizo solo para él una túnica de colores. No creo que esté bien que un padre muestre preferencias, pienso que todo padre debe amar por igual a todos sus hijos, el detalle está en que por actitudes como esta, su padre provocó que sus otros hijos comiencen a odiar a José.
Muchas veces pasamos por crisis y dificultades, pero por causa de errores de otros, podemos hasta sentirnos mal, pero debemos entender que los propósitos de Dios en nuestras vidas, jamás podrán ser alterados.
- Aun tus propias fallas no te alejarán del propósito de Dios
La Biblia dice en Génesis 37:5-7:
“Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía. Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado: He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío”
Aquí vemos que José comentó los sueños que Dios colocó en su corazón a sus hermanos y a partir de ello sus hermanos lo odiaron más aun. En ese sueño los manojos de sus hermanos se inclinaban ante él. Todos tenemos sueños y anhelos, pero debemos entender que muchos de ellos son para guardarlos en el corazón y si hay que compartirlo, debe de ser hecho a personas que estén a la altura de esa conversación. Dice la Biblia que no debemos de dar perlas a los chanchos, mostrando que hay cosas que son tan valiosas que debemos de tener cuidado con quien las compartimos.
A pesar de ese error Dios no desvió el propósito que tenía sobre José, esa falla al final simplemente colaboró para el cumplimiento de su propósito.
- Muchos intentarán detenerte, pero si estás en el propósito de Dios, ni la muerte podra hacerlo
En Génesis 37:18 y 22-24 vemos lo siguiente:
“Cuando ellos lo vieron de lejos, antes que llegara cerca de ellos, conspiraron contra él para matarle”
“Y les dijo Rubén: No derraméis sangre; echadlo en esta cisterna que está en el desierto, y no pongáis mano en él; por librarlo así de sus manos, para hacerlo volver a su padre. Sucedió, pues, que cuando llegó José a sus hermanos, ellos quitaron a José su túnica, la túnica de colores que tenía sobre sí; y le tomaron y le echaron en la cisterna; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua”
Aquí vemos que por causa de la envidia, los propios hermanos de José querían matarlo. En una ocasión lo arrojaron a una cisterna que felizmente estaba vacía; es así como funcionan los planes y propósitos de Dios, muchos hasta pueden intentar alterarlo, pero los planes del Señor si o si se van a cumplir.
- José fue vendido y llevado a Egipto
En Génesis 37:28 dice:
“Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto”
Allí vemos que José fue vendido, quizá alguna vez ustedes también lo fueron (traicionados). A José lo vendieron sus propios hermanos, muchas veces la crisis y la decepción viene de nuestro propio entorno, pero no debemos tener miedo. Si estamos alineados al propósito, Dios permanece con nosotros.
La Biblia que José fue llevado a Egipto, en ese entonces Egipto era, probablemente, la mayor potencia mundial, un lugar donde muchos hubieran querido ir, pero no podían; José pudo haber sido enviado a pequeños pueblos, pero el propósito de Dios era que fuera a Egipto.
- José fue vendido a Potifar
En Génesis 37:36 dice:
“Y los madianitas lo vendieron en Egipto a Potifar, oficial de Faraón, capitán de la guardia”
Aquí vemos que fue vendido a Potifar quien era un muy hombre rico. Aun en este momento podemos ver que en medio de una desgracia la mano del Señor se manifiesta. José fue vendido como esclavo, pero no fue a parar a la casa de alguien pobre, sino de alguien con mucho dinero ¿cómo crees que sería ser esclavo en la casa de un pobre? imagino que limpiaría la casa todo el día o quizás lo llevarían al campo a labrar la tierra, aun en la comida, imagino que sería muy poca, pero ¿cómo era ser esclavo en casa de alguien rico? normalmente allí no hay mucho trabajo dado que hay muchos sirvientes, tal vez lo único que tenía que hacer era cortar el pasto o sacar a pasear al perro, ni hablar de la comida, allí hay abundancia ciertamente. Eso es lo que Dios tenía para José, Dios lo llevó a una casa donde estaría muy bien tratado, a pesar de ser esclavo.
“Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano. Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía” (Génesis 39:3-4)
Vemos aquí que no solo fue un siervo más, sino que la mano de Dios permitió que él se convierta en el jefe de los siervos. Es así como Dios trabaja en nuestras vidas, muchos intentarán venderte y quizás detener tu avance, pero tranquilo, si estás en el propósito de Dios nada podrá detenerte.
- Aun las calumnias no serán obstáculos
En Génesis 39:7-9 y 12 vemos lo siguiente.
“Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo. Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?”
“Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las manos de ella, y huyó y salió”
Aquí vemos que José es seducido y sin haber hecho nada malo es calumniado y echado en prisión. Muchos pueden decir que es injusto, pero qué podemos decir, vivimos en un mundo donde no hay justicia y solo esperamos la llegada del Príncipe de justicia. Probablemente muchas personas te calumnien y te difamen intentando detener los planes y propósitos de Dios, pero tranquilo, debes aprender a confiar en Dios y saber que al final tú tendrás la victoria.
“Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel. Pero Jehová estaba con José(B) y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía” (Génesis 39:20-22)
Aquí vemos que José fue echado en la cárcel injustamente, pero aun así podemos ver la mano de Dios. Si lees los versículos te darás cuenta que José no fue echado a una cárcel cualquiera, sino a la cárcel del rey, que era una especie de cárcel dorada y especial, donde los presos tenían otros tratos. Es allí donde José fue enviado, es allí donde Dios por su gracia lo llevó. Las desgracias y malas noticias vienen por mano de Satanás y este mundo, pero en medio de todo ese mal podemos ver la misericordia del Señor extendiéndose sobre nuestras vidas.
- Un lugar para hallar el propósito de Dios
En Génesis 40:1-3 dice:
“Aconteció después de estas cosas, que el copero del rey de Egipto y el panadero delinquieron contra su señor el rey de Egipto. Y se enojó Faraón contra sus dos oficiales, contra el jefe de los coperos y contra el jefe de los panaderos, y los puso en prisión en la casa del capitán de la guardia, en la cárcel donde José estaba preso”
Vemos la historia de un copero y un panadero quienes llegaron a la cárcel. José estando allí logro interpretar sus sueños y decirles que el copero sería restituído a su cargo y el panadero moriría. Todo esto no era casualidad, José estaba en el lugar preciso y en el tiempo exacto para que Dios pueda cumplir sus planes y propósitos.
Es el copero, quien más adelante le dirá a Faraón sobre la existencia de José. Nunca creas que nuestra vida está llena de casualidades, por el contrario, nuestra vida está llena de propósitos, nada es por casualidad, el lugar donde vives, las personas de tu alrededor, al final, todas ellas también serán usadas para cooperar en el cumplimiento del propósito de Dios en tu vida. Es allí, donde estás, donde vives y aun en medio de esa circunstancia que Dios te bendecirá y prosperará.
- Dios nunca se olvidará de ti
En Génesis 40:14 dice:
“Acuérdate, pues, de mí cuando tengas ese bien, y te ruego que uses conmigo de misericordia, y hagas mención de mí a Faraón, y me saques de esta casa”
Esta es una de las escenas más tristes en la vida de José. Él pide al copero que una vez que esté delante de faraón se acuerde de él y lo ayude. José era muy bendecido, pero aun así tenía algo en su corazón, un anhelo que no había sido alcanzado. Él quería ver a su padre, él quería estar con él, ya eran varios años y José no sabía nada de él. José quería ser libre y por ello pidió ayuda, el único problema es que pidió ayuda al hombre y las personas tristemente olvidan, fallan constantemente y esta no fue la excepción. El copero se olvidó y solo 2 años después recordó a José. Las personas pueden olvidarse, pero Dios jamás.
- Al final Dios termina sus propósitos
En génesis 45:1-5 dice:
“No podía ya José contenerse delante de todos los que estaban al lado suyo, y clamó: Haced salir de mi presencia a todos. Y no quedó nadie con él, al darse a conocer José a sus hermanos. Entonces se dio a llorar a gritos; y oyeron los egipcios, y oyó también la casa de Faraón. Y dijo José a sus hermanos: Yo soy José; ¿vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él. Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros”
Vemos allí que José al final interpreta los sueños de Faraón y por ese motivo causa es colocado en una alta posición, se le da una esposa y Dios lo bendice con dos hijos. José fue muy bendecido y prosperado al final, de la misma forma como tú y yo lo seremos, porque es así como son los propósitos de Dios, pero había aun en José el anhelo de saber sobre su padre y vemos en estos versículos que los hermanos de José llegan ante su presencia y él les pregunta si vive aún su padre. Y la respuesta es si, vive su padre y José tendrá la oportunidad de verlo y disfrutar muchos años aun a su lado. Dios es bueno
En esta porción de la Palabra vemos que José le dice a sus hermanos que no se pongan tristes por haberlo vendido, porque para preservación de vida Dios lo trajo. Al final José comprendió que todo cumpliría un propósito y que más allá de la maldad y errores de las personas Dios estaba cumpliendo sus propósitos en su vida.
Dios tiene un plan y un gran propósito para tu vida y nada ni nadie podrá impedirlo, solo asegúrate de estar en el lugar y el tiempo correcto y cumpliendo sus propósitos. No olvides que todas las cosas cooperan para bien para aquellos que aman al Señor.