Un Llamado a los confines de la tierra

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//Pr. José I. Galdos\\

proposito3Creemos que como iglesia, Dios nos está llevando a un nuevo nivel de desafíos. Un nuevo tiempo de desafíos. Es tiempo de seguir rompiendo paradigmas religiosos y limitados.
Por la gracia de Dios, en estos últimos años Dios nos ha estado llevando a romper paradigmas. Por ejemplo, por muchos años, Cusco era considerado como cementerio de pastores y líderes, ya que los ministerios que se establecían en la ciudad no prosperaban, no avanzaban y los que lo hacían terminaban en divisiones. Muchos creyeron que esa historia no hiba a cambiar, al punto que hubo gente que se fue de la ciudad murmurando contra el pueblo y creyendo que Cusco siempre sería cementerio de ministerios.
Dios nos ha llevado a romper ese muro, como iglesia hemos experimentado un crecimiento fuerte en estos últimos años, vimos que esos paradigmas fueron rotos.
Pero en estos días es necesario romper un nuevo paradigma. Dios nos está llamando a salir fuera de nuestras fronteras comunes. Tenemos dos opciones, o llevamos este mover de Dios a nuestra tumba o este mover de Dios puede ser esparcido en medio de las naciones.
Isaías 54:1-2
Necesitamos tener una visión más amplia. Dejar de ver sólo hasta nuestra nariz. El nuevo desafío que Dios está colocando en nuestros corazones es llevar el mover de Dios a las naciones. Creemos que somos una iglesia grande para llevar líderes, hombres de Dios y pastores a otros países. Nosotros somos una iglesia misionera, ya que queremos alcanzar nuestra generación para Cristo.
Para esto necesitamos de un nuevo nivel de madurez. Madurez para salir, para ser enviados, para ser entrenados. El llamado de Jesús a sus discípulos para hacer discípulos era para todas las naciones. ¿Cuanto estamos haciendo por ese llamado de Jesús? ¿Cuanto estamos invirtiendo como iglesia en las naciones?
Necesitamos ensanchar nuestra tienda y nuestro territorio. Estirar nuestras estacas y creer que Dios puede llevarnos a lugares más lejos. Como iglesia tenemos el potencial para hacerlo.
Números 13:27:33, 14:1-11
Viendo este pasaje sacáremos algunas conclusiones y respuestas que necesitamos tener para alcanzar este objetivo.
1. Necesitamos de identidad.
En el pasaje vimos que en esa tierra prometida había leche y miel, pero también habían gigantes para ser vencidos. Esos gigantes son obstáculos. Con seguridad se levantarán muchas resistencias para cumplir este propósito. Es por eso que necesitamos tener una identidad para este tiempo.
Identidad de ir para que las cosas se den o se den y punto. Ir para ver el mover de Dios en las naciones o nada. Identidad de fuerza y violencia. Identidad de renuncia a nuestra comodidad por aquello que Dios quiere alcanzar a través de nosotros. Somos una nueva generación, una nueva estirpe. No nos conformamos con la mediocridad, queremos más y nada podrá detenernos en este propósito.

2. Claridad del llamado.
El tener claridad del llamado facilitará muchas cosas. Es muy importante tener las cosas claras, tener una visión clara y convicción de aquello que vamos a realizar.
Si tenemos claridad del llamado nos prepararemos para este nuevo tiempo. Estaremos dispuestos a invertir todo lo que sea necesario. Sin visión simplemente no hay misión.
Necesitamos permitir que el Espíritu Santo nos conquiste con lo que quiere hacer. Tener revelación de la inversión en las naciones. Quien tiene claridad dará pasos prácticos para que esto suceda. Desde orar, invertir económicamente hasta ir como protagonistas de la conquista de las naciones.

3. Consistencia.
El desafío es grande, y como todo desafío grande los obstáculos y las precio es también lo son.
Consistencia en nuestra fe. Ya que en muchos lugares no hay absolutamente nada e iremos por la fe para comenzar obras pioneras. Por eso es necesario de esa consistencia en Dios.
No podemos ser infantiles e inmaduros para tamaño desafío. A las primeras resistencias no podemos retroceder y ceder pasó al enemigo. Esta consistencia también determinará a donde llegaremos.
Presión en medio de críticas y hasta argumentos del enemigo en nuestra mente, de que este proyectó es una ilusión, de que no vale la pena y que es en vano.
Caleb y Josué resistieron a esta presión de todo el pueblo Hebreo, hasta querían apedrearlos. Pero su consistencia en Dios no los hizo retroceder.
De los otros dios espías que tuvieron una visión limitada no se sabe nada. Pero sabemos que a través de Josué y Caleb Dios hizo proesas. No podemos perder esta oportunidad.
Romanos 1:13-15
Pablo dice que es deudor. Pero no lo es de Dios, sino que el reconoce que se le dio algo de parte de Dios que necesita entregarlo a los demás. En otras palabras, nosotros somos deudores de las naciones que necesitan el evangelio, somos deudores de todos aquellos que no conocen a Cristo.

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