//Pr. Eliud Cervantes\\
Nuestra visión declara “Nuestro encargo es edificar una iglesia de vencedores donde cada miembro es un ministro y cada casa una extensión de la iglesia, conquistando así nuestra generación para Cristo, a través de células que se multiplican”
Dentro de nuestra visión existe una verdad muy importante que está en la Palabra: “Cada miembro es un ministro”. Otra palabra para describir “ministro” es “sacerdote” y la verdad bíblica es que fuimos hechos REAL SACERDOCIO. La palabra sacerdote trae consigo un impacto grande; en la mente de las personas solo el padre o pastor pueden ser llamados sacerdotes (ministros), pero esta palabra trae más claridad en la mente de los hermanos de lo que se espera, de cada uno de nosotros como ministros del Nuevo Testamento.
¿Cómo podemos actuar como sacerdotes hoy? Vamos a ver a la luz del Nuevo Pacto cómo podemos actuar en nuestro ministerio sacerdotal.
El elemento clave para la presencia de Dios. Una de las cosas más importantes en la práctica de la vida de la iglesia es la presencia de Dios. Porque cuando tenemos la presencia de Dios podemos ver el poder de Dios manifestándose entre nosotros. Ejemplo: Una célula viva se caracteriza por la presencia de Dios.
Dios ya está presente entre nosotros, pero necesitamos experimentar esa presencia, para eso necesitamos de tres elementos, esos 3 elementos pueden ser encontrados en todas las religiones, inclusive en el Antiguo Testamento:
- Templo
En el Antiguo Testamento, para que la persona experimentara la presencia de Dios debía ir al templo. En todas las religiones es así, porque el templo es la habitación de Dios. En el Antiguo Testamento el templo era el local que manifestaba de la presencia de Dios, solo existía la presencia en ese lugar.
- Sacerdote
Aun teniendo el templo en el Antiguo Testamento, la persona no podía entrar allí sin el segundo elemento. El segundo elemento es el sacerdocio, las personas solo podían acceder al atrio, para ello la figura del sacerdote era imprescindible. En Israel los sacerdotes eran los levitas.
Entonces, en el Antiguo Testamento para adorar a Dios en primer lugar deberíamos ir al lugar correcto, es decir, al templo, en segundo lugar deberíamos buscar a las personas correctas, es decir, a los sacerdotes.
- Sacrificio
Pero el sacerdote no podía entrar en el templo sin el tercer elemento: el sacrificio de animales.
¿Cuál es la diferencia entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento? 1 Pedro 2:5.
En este versículo podemos ver los tres elementos: el templo, el sacerdote y el sacrificio. Estos elementos son muy importantes, pero muchos cristianos no comprenden. La diferencia entre el cristianismo y las otras religiones, inclusive el judaísmo del Antiguo Testamento, es que ellas poseen estos tres elementos separados, pero en el cristianismo esas tres cosas son apenas una. Apocalipsis 1:5-6.
- El templo somos nosotros. Nuestro Dios no habita en edificios, nosotros somos piedras vivas, somos la casa de Dios.
- Los sacerdotes somos nosotros. La iglesia es un reino de sacerdotes. Todos los miembros son sacerdotes.
- El sacrificio ya fue realizado. Se llama “el Cordero de Dios”. Él ya murió en la cruz y derramó su sangre. Él es nuestro sacrificio.
El Nuevo Testamento es el tiempo en que todos los creyentes son piedras vivas y son edificados casa para Dios. Todos los miembros son sacerdotes y ofrecen sacrificios y el sacrificio vive en nosotros y entre nosotros. Infelizmente muchos creyentes no entienden esto, veamos algunos conceptos equivocados:
- El Templo: Aun creemos que el local donde se reúne la iglesia es el Templo de Dios. Ejemplo: existe un cambio de comportamiento cuando entran (1 Corintios 3:16-17). El local que no es casa de Dios la santificamos, pero nuestro cuerpo, el verdadero templo, no lo santificamos.
- El Sacerdote profesional: Creemos que solo los pastores vestidos de terno son sacerdotes. Pensamos que nosotros somos solo “laicos” (que significa “idiotas”). Los miembros no son laicos, sino todos somos sacerdotes.
¿Cuál es la función del sacerdote?
La palabra clave para definir al sacerdote es mediador. Él es mediador entre las personas y Dios. En el Antiguo Testamento su significado era puente. Nosotros somos el puente, nos colocamos en la brecha. El Señor Jesús fue constituido Sumo Sacerdote, Él trajo de regreso a los pecadores a Dios y también trajo Dios a los pecadores, porque Él es el mediador. Él entró en el Lugar Santo en el cielo, llevando su sangre y hoy podemos entrar en la presencia de Dios.
Los sacerdotes son la figura de cada cristiano, porque nosotros fuimos constituidos reyes y sacerdotes (1 Pedro 2:9). En el Antiguo Testamento los reyes y los sacerdotes eran funciones separadas, pero en el Nuevo Testamento, cada creyente es un rey y sacerdote. Entonces, las funciones del sacerdote son:
- Oír al Pueblo
En el Antiguo Testamento la función del sacerdote era estar delante del pueblo y oír su voz (problemas-pecados). Es lo mismo que pasa hoy, el mundo no necesita de una nueva religión, el mundo necesita de alguien que los oiga y si tú entregas tus oídos, tú ganarás esa alma para Cristo. Por lo tanto, la primera función del sacerdote no es predicar, sino oír.
- Reconciliar el pecador con Dios
Después de oír, el sacerdote decía: “¡Voy a realizar el ministerio de la reconciliación contigo!”. El sacerdote era el representante de Dios en la tierra y una vez oído los pecados, él impartía la Palabra de Dios, pero esa Palabra tenía como objetivo la reconciliación entre el pecador y Dios (2 Corintios 5:18). Aunque fuese una palabra de exhortación, el plan era reconciliar.
Las personas no quieren saber nuestra opinión, ellas quieren la Palabra de Dios (Hechos 4:12). El mundo no necesita consejos, necesita la Palabra de Dios. Entonces, ofrece tus oídos para oír y luego entrega una Palabra de Dios, haz la reconciliación. ¡Ten un palabra de Dios para dar!
- Ofrecer sacrificio
Después de eso él preguntaba: “¿Trajiste algún sacrificio?”, los sacrificios variaban de acuerdo a la condición de la persona, pero hoy en día el sacrificio “YA FUE REALIZADO” ¡Aleluya!
En el Antiguo Testamento solo algunas personas eran separadas como sacerdotes, pero en el Nuevo Testamento todos los creyentes son sacerdotes. Por eso, todo cristiano escucha el uno al otro, intercede el uno al otro y trae la Palabra de Dios el uno al otro. Necesitamos practicar eso en la vida de la iglesia.
Ejemplos prácticos:
En casa: Si queremos la presencia de Dios, tanto el esposo como la esposa tienen que ser sacerdotes uno hacia el otro, porque si no hay sacerdocio no hay presencia y ese es el motivo porque muchos matrimonios colapsan, no hay presencia de Dios.
No fuimos llamados para ser jueces en casa, sino para ser sacerdote y el sacerdote intercede por las personas, por eso, cada vez que tu cónyuge falle, en lugar de juzgar interceda por él o ella.
En el trabajo: Es ese mismo principio, no fuimos llamados para ser jueces en el trabajo, sino sacerdotes. Necesitamos de personas como José y Daniel, hombres intercesores en su trabajo. Daniel oraba tres veces al día y estuvo en varios reinados. Tú puedes transformar tu lugar de trabajo si eres un intercesor por tus colegas y jefes. La clave es el sacerdocio, si no hay sacerdotes, no tenemos la presencia de Dios.
En la célula: Lo mismo sucede allí. Si sólo el líder es sacerdote, muy pronto va morir por el peso de la obra, ese es el problema, el miembro no comprende que él también es un sacerdote. Cuando va a la reunión dice: “Estoy muy cansado, necesito que alguien ministre mi vida”, solo va a recibir, recibir y recibir. Son creyentes “dráculas”, se reúnen para chuparse el uno al otro y no para ministrar. Es por eso que muchos tienen miedo de liderar.
Fuimos llamados para ser sacerdotes. Cada miembro de célula es un sacerdote. Mientras más actuamos como sacerdotes más poderosa se torna la célula.
La restauración del sacerdocio (Efesios 4:7-10)
¿Por qué Jesús volvió al cielo y se sentó al lado derecho del Padre? Para ser un sacerdote por siempre. Hoy somos el cuerpo de Cristo, por eso nos unimos a Él para ser sacerdotes.
En Efesios Pablo dice que el Señor subió para llenar todo, pero en el Salmo 68:18 dice habitar. El Señor subió para llenar a su Iglesia completamente, pero para eso necesita ser edificada. ¿Cómo edificar? Dios concedió dones, cinco ministerios.
Los sacerdotes son entrenados por los cinco entrenadores, los cuales entrenan a los santos para ser sacerdotes. Recuerda, si no hay sacerdotes no hay presencia de Dios. Si una célula no tiene esos cinco servicios, no están edificando la casa de Dios, están apenas teniendo un tiempo agradable. No están practicando la vida del cuerpo.
Preguntas para compartir:
- ¿Quiénes son sacerdotes en este tiempo?
- ¿Cómo podemos vivir como sacerdotes hoy en día?
- ¿Por qué es importante que cada miembro viva como un sacerdote del Señor?