Un toque especial

//Pr. Luis A. Núñez\\

Marcos 5:21-34

La mujer de la que se habla en esta porción de la Biblia había usado sus fuerzas y recursos en buscar una solución a su problema de salud. 12 años habla de un tiempo largo, para ella fue algo muy penoso y difícil, la situación la había orillado al límite, ya no tenía nada, ningún recurso para buscar una solución.

La Biblia dice que entonces oyó hablar de Jesús. La pregunta que nos hacemos es ¿qué oyó de Jesús? lo que es un hecho, es que aquello que ella oyó la impulso a creer, al punto que ella dijo: “si tan solo tocare su manto seré salva”.

Lo impresionante está en la pregunta que Jesús hizo: “¿Quién ha tocado mi ropa?” es obvio que la reacción y respuesta de los discípulos se basa en una cuestión lógica: “la gente te aprieta y dices ¿Quién me ha tocado?”, pero alguien lo había tocado de una manera especial, alguien se acercó con una fe especial, pero ¿qué fe especial es esa? la manera como el Señor Jesús le responde es aquella que nos permite ver la fe de esta mujer.

El verso 34 dice: “Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; vé en paz, y queda sana de tu azote”  lo que nos muestra la Palabra es maravilloso, pero aun hay más, sin embargo, una vez más es necesario el auxilio del idioma original en el que fue escrito la Biblia para entender. El griego tiene palabras que son usadas con significados amplios y otras son específicas para una determinada situación, en este caso el Señor está usando dos palabras que se relacionan, pero una de ellas es más amplia, estas palabras son “sozo” y el “juguies”. “Juguies” es una palabra usada específicamente para cura, sanidad de una enfermedad y la palabra “sozo” es una palabra que se usa para definir libertad, perdón, sanidad, que comúnmente es traducida como salvación, al igual que la palabra “soteria” que también es traducida como salvación.

Esta palabra “sozo” es usada en:

“Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4)

“Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero” (1 Timoteo 1:15) 

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8-9) 

Y aunque había personas que usaban la palabra “sozo” para referirse a sanidad física, lo común era usar el “juguies” para sanidad física. Ahora ¿Qué de especial tenia la fe de esta mujer?

Ella primero oyó de Jesús, quién era ese Jesús, qué hacía ese Jesús, qué enseñaba ese Jesús. Por un lado, muchos milagros habían acontecido en diferentes lugares, en Capernaum, Jerusalén, Galilea, etc. Además la Biblia nos muestra que desde que Jesús inició su ministerio comenzó a enseñar acerca del “arrepentimiento”, que es cambio de mentalidad, de forma de pensar. A través de la ley las personas pensaban que solo el que obedecía, el que era bueno merecía perdón y bendición, pero ahora Jesús representaba la gracia, el perdón, para quienes no lo merecían, por amor.

Él es nuestra salvación, Él pagaría por nuestros pecados, nos redimiría, su sangre derramada nos lavaría de todo pecado, Él era el mesias. Jesús no solo sanaba enfermos o liberaba endemoniados, Él decía que era “el camino, la verdad y la vida y que no había forma de llegar al Padre, sino por Él.

Esa salvación en realidad era el “sozo”. Esta mujer durante años buscó el “juguies” (sanidad) para su cuerpo, gastó todo buscando sanidad, durante años su mayor anhelo era ser sana, durante años había pensado que era capaz de dar todo lo que tenía para ser sanada, curada de su mal, durante doce años era su anhelo, hasta que oyó de Jesús y entendió que en Él, no solo había poder para sanarla, sino había poder para perdonarla, para darle vida eterna, para transformarla, para limpiarla de todo mal, para librarla de toda maldición (1 Corintios 1:18 poder “dunamis” para el sozo).  Jesús tenía el “SOZO”, ahora ella quería ese “sozo”,  ella ahora quería algo más que solo ser sanada, ella quería la salvación que Cristo ofrecía, entonces dijo “si tan solo tocare su manto sere “sozo” ¡aleluya!.

Cuando Jesús preguntó quien lo había tocado, ella temerosa se acercó y conto todo, entonces Jesús le responde: “Tu fe te ha hecho “sozo” (salva), ve en paz y se “juguies” (sanada)”.

Quiero expresar lo siguiente:

A todo creyente, hijo de Dios, el Señor te dice “ve en paz”, estos son momentos difíciles para toda la humanidad, mucho desconcierto y miedo, incertidumbre a causa de este virus, hay consecuencias socio económicas y no sabemos lo que mañana será determinado, pero en medio de esto el Señor te dice “ve en paz”, paz solo es resultado de confiar plenamente en que “Dios está contigo”, que aunque andes en valle de sombra y de muerte no temerá tu corazón, porque Él está contigo. Paz es el resultado de ser un hijo de Dios.

En segundo lugar, quiero dirigirme a toda persona que por primera vez me oye, para decirte que seas llevado a tener esta fe especial, una fe que no solo te lleva a querer ser sanado o librado de este mal, sino que desees el “sozo”, la salvación en Cristo. Que desees lo que Dios tiene para ti, la vida de Dios, la salvación eterna. Que creas que Jesús vino para hacerse como tu (pecado) en la cruz y morir en tu lugar, para que ahora tú seas como Él. Te invito a que aceptes este perdón, este amor de Dios y le creas, no solo para ser libre de este azote, sino para tener su completa salvación.

Por favor repite conmigo esta oración: “Señor Jesús, te acepto como mi Señor y salvador…”.

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