//Pr. Luis A. Núñez\\
1.- Es interesante notar que Dios en su Palabra hace mención de personas o hechos cuando quiere resaltar algo y por el contrario, deja de nombrar personas y hechos cuando no los considera más. Veamos algunos ejemplos para entender este hecho:
Nehemías 3:12 nos cuenta acerca de Salum y su trabajo en la restauración del muro junto con sus hijas. Lo que entendemos es que Dios quiere resaltar que este hombre no tenía hijos varones, pero eso no lo detuvo para ser partícipe de restauración del muro, lo hizo junto a sus hijas.
Otro ejemplo lo vemos en 1 Reyes 6:1, donde se nos narra la historia de Israel, desde la salida de Egipto hasta la construcción del templo por Salomón. Se nos indica que son 480 años, pero en Hechos 13:18-22, se nos muestra ese mismo periodo histórico, pero indica que el tiempo transcurrido son 573 años, es decir existen 93 años de diferencia que no son nombrados en 1 Reyes. Luego vemos que esos años eran los años de pecado y de sus consecuencias que el pueblo de Dios vivió y que Dios no los cuenta en la historia de su pueblo Israel.
Veamos otro ejemplo, es el caso de Rahab, quien es nombrada en la genealogía de Jesús en el evangelio de Mateo, pero no es nombrada en la genealogía que se describe en el evangelio de Lucas; la explicación es que el evangelio de Mateo presenta a Jesús como Rey, entonces introduce a Rahab como representante del pueblo gentil, para mostrarnos a Jesús como Rey de judíos y gentiles. Lucas lo muestra como hombre y Marcos como siervo y Juan muestra su deidad.
Otro ejemplo es la oración de Jabes, descrita en 1 Crónicas 4:9-10, donde desde el primer versículo vemos una lista de los descendientes de Judá, indicando solo sus nombres e hijos de quién fueron, pero en los versos 9 y 10, cuando mencionan a Jabes indica que era más ilustre que sus hermanos, por la oración que él hizo. Es decir, indica que su posición de preeminencia entre sus hermanos era por el tipo de oración que hizo, resaltando la fe que lo llevó a esa posición.
Un último ejemplo lo vemos en Génesis 4 y 5, donde se narra dos tipos de generaciones: La de Caín y la de Set. En la de Caín se nombra las grandes cosas que hicieron, pero no se nombra cuantos años vivieron y la otra, en la de Set, no se nombra lo que hicieron, pero se dice que engendraron hijos e hijas y además se nombra cuantos años vivieron, porque Dios quería mostrar que vivir bajo su voluntad es lo que determina nuestros días, los que son contados delante de Él.
Entonces ser nombrado o dejar de serlo es muy importante en la Biblia, es la Palabra de Dios y todo detalle que en ella existe es porque Dios quiere enseñarnos siempre algo.
2.- Un segundo aspecto es el hecho de que la Biblia nos muestra a Cristo que es la gracia manifestada de manera constante. Gracia, como dije muchas veces, no es que Dios cambió su carácter, pues algunos piensan que Él era una cosa en el Antiguo Testamento y ahora es otro en el Nuevo Testamento, de ninguna manera, Dios siempre es el mismo por los siglos de los siglos, Dios siempre fue un Dios de Gracia.
En Romanos 5:20 dice que donde abundo el pecado sobreabundo la gracia, pero no entiendas mal, la ley se introdujo para que el pecado tenga auge o se haga evidente. Veamos un ejemplo, Caín mató a Abel, el pecado estaba ya a la puerta, pero se manifiesta con condenación cuando la ley dice no matarás, entonces cuando matas la ley evidencia ese pecado, porque se dijo no matarás y ahora mataste. La ley puso en evidencia el pecado, hizo que abundara, sin embargo, donde el pecado se manifieste o abunde, sobreabundará la gracia, se manifiesta con mayor fuerza. En el capítulo 6 de Romanos, Pablo se hace una pregunta: ¿perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? El mismo se responde ¡de ninguna manera!
La ley fue dada para llevarnos a Cristo, porque nadie puede cumplir la ley completamente y la ley era para ser cumplida íntegramente, pues si cumplías una parte entonces toda era transgredida (Santiago 2:10), entonces si no podemos salvarnos por nosotros cumpliendo la ley ¿Quién podrá ayudarnos? ¡Cristo!
Por lo tanto, el carácter de Dios, de su santidad es el mismo, es así que la enseñanza que damos acerca de ser vencedores para reinar con Cristo, es correcta a través de la Palabra. La gracia no anuló la posición de firmeza y perfección de Dios. Es muy claro que su Palabra nos muestra que no todos reinarán con Él, pues un día compareceremos ante su trono y habrá un lloro y crujir de dientes, pues no todos serán escogidos, a pesar que son llamados (Mateo 20:16) y que hay en el Reino posición de honor y de vergüenza. También se habla de naciones para gobernar de acuerdo a la respuesta de sus hijos.
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (2 Corintios 5:10)
“Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no se preparó ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Pero el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco, porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará, y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá” (Lucas 12:47-48)
La gracia se manifiesta en que, en Él todos tenemos la oportunidad de ser vencedores, de reinar junto a Él, sin merecer nada de esto y que solo en las fuerzas de Dios es posible. Su gracia se manifiesta en el hecho de que todo está consumado y que nuestra victoria comienza y termina con el creer.
3.- Veamos una narración interesante de la palabra en 2 Samuel 23:8-39 y leamos 1 Crónicas 11:10, el resto es la misma historia narrada en 2 Samuel, por lo menos vemos tres tipos de valientes que acompañaron a David:
- Los que amaban al rey.
- Los que amaban la causa.
- Los que caminaron junto a Él, pero no son ni nombrados.
Para entender eso debemos recordar que David es un tipo de Cristo en el Antiguo Testamento. En varias oportunidades vimos esto, un ejemplo es David y Mefiboset, David es un tipo de Cristo y Mefiboset nos representa, pues nosotros hemos sido lisiados por el mundo y marcados por el pecado, indignos y condenados a morir, sin embargo, somos invitados a la mesa del rey para comer de su pan todos los días.
Entonces a la luz de esto veamos algunas cosas importantes:
- A pesar de haber caminado con el rey, no son contados por Dios como los valientes Este es el caso de Joab, hasta su escudero es contado y nombrado, pero Joab no (2 Samuel 23:37) ¿cómo así? Joab era un hombre valiente, un hábil general que acompañó a David en luchas y victorias, pero que actuaba según le parecía, era llevado por sus impulsos de venganza antes que por la voluntad del rey. En 2 Samuel 3:26-36 la Biblia narra que mató a Abner a traición y David llora por él y se enoja con Joab, más tarde cuando la culpa de Absalón se perfiló claramente, participó en su muerte (2 Samuel 18.13-15), a pesar de la orden de David de respetar la vida del joven. Es decir, vivía de acuerdo a su propio criterio, y muchas veces contradecía la orden de David. Estaba en su ejército, luchaba, compartía buenos consejos (caso del censo), pero con todo y eso, él actuaba como le parecía, haciendo lo que él creía justo (justicia propia), es por esta razón que no fue contado, ni nombrado como uno de los valientes de David.
- Los que aman la causa
Desde el verso 18 en adelante de 2 Samuel 23, la Biblia narra o describe a los valientes de David. Además, en 1 Crónicas 11 se nos muestra que estos querían que David asumiera el trono, es decir, que querían la estabilidad de su nación, ellos estaban identificados con una causa, con un propósito y por esta razón fueron nombrados y contados en la Biblia. En la historia narrada por Dios, hicieron grandes proezas y mataron centenas de filisteos, pero aun con eso, la Biblia aclara que no eran como los tres (2 Samuel 23:23). - Los que aman al rey
2 Samuel 23:17 dice que “los tres valientes hicieron esto” y aunque los demás también eran parte de los valientes, los demás versículos aclaran que los otros no fueron como estos tres.
¿Qué fue lo que distinguió a estos tres de los demás? La Biblia narra que uno mató 800 filisteos, el otro hirió tantos filisteos que su mano quedó pegada a la espada y el otro defendió un campo de lentejas, aun cuando los demás huyeron, pero en realidad, los demás también hicieron proezas, así que esa no es la respuesta, entonces ¿qué los distinguió? La Biblia narra que ellos fueron a Adulam, es decir, no todos quieren estar muy cerca del rey, solo estos tres fueron para estar cerca de él y fueron movidos por el suspiro del rey ¡quién me diera de beber! solo un deseo, un suspiro. Saben queridos, solo los que aman al rey responden a su suspiro, a su deseo, eso es lo que hacemos por amor, el deseo de Dios nos lleva a movilizarnos ¿por qué evangelizar? porque es el suspiro de Dios. Estos tres son honrados y nombrados. No es un solo un deseo de agradarlo, sino de obedecerlo porque creemos en Él. Nuestro deseo no debe ser solo querer agradarlo, sino también, disfrutar lo que Él tiene para nosotros, ese disfrute es complacencia para Dios.