//Ob. Darcy Vignatty\\

El proceso es necesario en nuestras vidas por una razón muy poderosa que la encontramos en el libro de Gálatas 4:19:
“Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros”
La palabra formado en el griego es morfoo que significa modelar o formar, todos pasamos por un determinado proceso en cada área de nuestras vidas, con la única finalidad de entrar en el molde que es Jesús. Entrar en el molde nos habla de expresar a Jesús en nuestra forma de pensar, sentir y actuar.
La Palabra de Dios nos muestra el sentir que tenía el apóstol Pablo en este aspecto tan importante de ser formados, compara su labor de formar discípulos con los dolores de parto de una mujer que está a puertas de dar a luz, este sentir expresa que él estaba dispuesto a pasar por este proceso con propósito de que cada uno de los hijos de Dios expresemos a Jesús.
En Gálatas 5:22 se nos muestran los frutos del Espíritu y para entender mejor este versículo haremos una analogía con una manzana y detallaremos aspectos como color, tamaño, etc. Lo mismo ocurre con los frutos del Espíritu Santo en nuestras vidas, se tienen que expresar cada una de estas cualidades (amor, paz, benignidad, etc.), pero para ver la plenitud de un fruto, como en el caso de la manzana, se requiere pasar por un proceso, lo propio sucede en nuestras vidas, hemos nacidos de nuevo y el proceso correspondiente permitirá que cada uno de nosotros expresemos los frutos del Espíritu. Según la RAE, el proceso se define como un conjunto de actividades planificadas de forma concatenada o forma seguida, una detrás de la otra para alcanzar un objetivo o un fin concreto.
Hasta aquí hemos comprendido cual es el objetivo del proceso y su importancia, sin embargo, no todos estamos dispuestos a pasar los procesos, es por eso que necesitamos atender algunos aspectos que nos ayudarán a entender aquello que Dios quiere hacer en nuestras vidas:
- El proceso requiere de tiempo
En lo natural entendemos que todo requiere pasar por procesos y lo espiritual no es ajeno a eso. Una mujer para dar a luz requiere esperar 9 meses, se siembra una semilla, pero no se cosecha al día siguiente, pues requiere su tiempo, lo mismo pasa en nuestras vidas.
Consideremos 2 Samuel 5:4, David comenzó a reinar a los 30 años, pero él fue ungido a temprana edad, tuvo que esperar y pasar por un proceso. Lo mismo pasó en la vida del señor Jesús, su ministerio inicio a los 30 años (Lucas 3:23), José pasó por un proceso para llegar a ser el segundo en autoridad después de faraón. Como podemos ver todos pasaron por un proceso que requiere de tiempo, con la finalidad de alcanzar un propósito.
Hebreos 11:1 nos comparte el significado de la fe, nos dice que la fe es la certeza de lo que se espera, esto por supuesto nos habla de tiempo. Aprendamos a esperar en Jesús, Él renovará nuestras fuerzas. No sé por lo que estés pasando, pero ten certeza que Dios cumple sus promesas, no dejes que el tiempo determine aquello que Dios tiene para darte.
- Guarda tu corazón en el proceso (Proverbios 4:23)
Sobre toda cosa guardada guardemos nuestros corazones, es muy importante entender este punto en los procesos que vivimos porque surgirán circunstancias, personas o nuestras propias fallas que querrán contaminar con amargura, soledad y condenación nuestro corazón o peor aún nos llevarán a actuar en nuestra justicia propia, esperando recibir a través de ella reconocimiento.
La mejor manera de guardar nuestro corazón es ser llenos del amor de Cristo cada día. Entrégale al Señor tus preocupaciones, batallas y sueños (1 Pedro 5:7-10).
- Dios terminará la obra que comenzó en ti (Filipenses 1:3-6)
Esta porción de la Palabra nos indica que el que comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará, la terminará hasta el día de Jesucristo. Es nuestro Señor quien está obrando, reconócelo en todos tus caminos y verás que Dios es bueno, como un buen alfarero está trabajando para que seamos como Jesús. Cuando entendemos que fue Él quien empezó la obra en nosotros nos permitirá también esperar un final bueno, no seremos los mismos.
- El final de todo proceso nos traerá una recompensa si somos vencedores
Fuimos creados con libre albedrío para tomar decisiones, en el proceso decidimos perseverar o desistir, la diferencia será determinada por si tomamos nuestras decisiones en aquello que está escrito en la Palabra o con base en nuestras circunstancias y emociones.
Hebreos 10:35-37 dice que no perdamos la confianza pues de esa forma obtendremos la promesa. Como iglesia tenemos una promesa, que Cristo volverá por nosotros, pero también de manera personal hay una promesa, Dios es galardonador, fiel y bueno.
- Nunca estarás solo en el proceso
La Palabra de Dios nos muestra una gran promesa en la comisión que nos dejó nuestro Señor Jesús y es que nunca estaremos solos (Mateo 28:20). Jesús afirmó una gran verdad sobre su vida, Él dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6), Él es el camino y nosotros estamos en Él, esta verdad debe llenar de mucha confianza nuestro corazón, para hacerle frente a cualquier circunstancia en nuestras vidas.
En la vida de varios personajes de la Biblia vemos que Dios siempre estuvo con ellos sin importar las circunstancias, como en el caso de José en su proceso de esclavo hasta ser el segundo después de faraón, Daniel en el foso de los leones, los amigos de Daniel en el horno de fuego, etc. Sin embargo, me gustaría preguntar ¿tu corazón está con el Señor? vuelve tu corazón a Jesús.
Dios estuvo siempre con nuestro Señor Jesús, el único momento que fue dejado fue en la cruz porque estuvo tomando nuestro lugar, se hizo pecado por nosotros, por eso dijo: “Padre ¿por qué me has abandonado? pero aquí es importante entender que Él fue abandonado, para que tú y yo nunca estemos solos y siempre disfrutemos de su presencia y su amor.