Caminando con Dios

//Pr. Luis A. Núñez\\

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“Dad gracias en todo, porque esta es la …

Todos necesitamos tener cuidado con creencias erradas o conceptos errados que suelen ser muy sutiles. Alguien podría decir que en nuestro día a día debemos hacer todo lo que podamos y dejar a Dios las cosas imposibles y en realidad esta idea solo nos aparta de Dios, porque si somos exactos nos daremos cuenta que, de manera general, las cosas con las que lidiamos en nuestro día a día las podemos resolver nosotros mismos, son pocas las veces con las que nos topamos con cosas imposibles. Dios no quiere solo ayudarte con cosas imposibles, sino que quiere estar contigo en todo momento, mientras cocinas, mientras cuidas de la casa, mientras estás manejando, en tus tares escolares o universitarias; Dios quiere involucrarse en tu vida, en todo momento.

Sabiduría es incluir al Señor en todo 

“Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus veredas” (Proverbios 3:6) 

El Señor es la propia sabiduría, Él es la fuente de sabiduría. Muchos preguntan cómo podemos tener sabiduría, es simple, incluye al Señor en todo, en todas tus circunstancias, en todos tus quehaceres, en tus decisiones. En el texto de Proverbios dice: “Reconoce al Señor en todos tus caminos”, es decir, tómalo en cuenta, no en algunos caminos, no solo en los grandes asuntos o grandes aprietos. Reconocer al Señor en todos tus caminos es pedir constantemente ayuda; cuando estés yendo a comprar algo, por más simple que sea, ora y di: “Señor, ayúdame a encontrar lo que necesito”, cuando estés manejando tu auto dile: “Ayúdame a encontrar espacio para estacionar”, cuando estés en el paradero dile: “Ayúdame a encontrar un bus”, cuando cocines dile: “Ayúdame a cocinar con mejor sazón”, etc.

¿Puedo orar por cosas muy triviales? 

Claro, la Biblia dice que si reconoces a Dios en todo, si expresas que lo necesitas en cada momento, entonces Él enderezará, corregirá y direccionará nuestros pasos, nos colocará en el lugar cierto y en la hora cierta. Es posible que intentes hacer estas mismas cosas en tus propias fuerzas, pero la vida será mucho mejor si buscas ayuda del Señor.

Si reconoces al Señor en todos tus caminos, Él irá delante tuyo y enderezará los caminos tortuosos, Él hará que aparezcan las personas ciertas. No es tomar en cuenta al Señor de vez en cuando, sino que debemos hacer todos los días.

Orar sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17) 

Por supuesto, no se refiere a una oración de rodillas las 24 horas, sino es pensar en Dios de manera constante, agradeciéndole por su bondad, meditando en sus promesas, pidiendo ayuda. Orar sin cesar debería ser una costumbre muy arraigada en nosotros, es imporrante empezar a hacerlo para que poco a poco se torne en una actitud espontánea, en un hábito. Cuanto más dependencia de Dios desarrollemos, más abriremos la puerta para su obrar.

Adán comió del árbol de conocimiento del bien y del mal, es decir decidió por una vida de independencia, pero por el contrario, es necesario que tú decidas tener una vida de dependencia continua. Esa expresión de necesidad continua rompe tu justicia propia y te coloca en una posición de humildad y necesidad. La Biblia dice: “Diga el débil fuerte soy” y es que en nuestra debilidad y dependencia Él se hace fuerte.

“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Corintios 12:9-10) 

Cuanto más dependas de Él, más frutos darás. Muchas veces no tienes un día fructífero y es porque no has considerado a Dios en las cosas más simples. Es decir, debemos desear un caminar continuo con el Señor, de la misma forma como Noé lo hizo.

“Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé” (Génesis 6:9) 

Enoc fue arrebatado porque camino con Dios, una vida de constante comunión con Él.  

“Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. Caminó, pues, Enoc con Dios y desapareció, porque le llevó Dios”          (Génesis 5:22-24)

Coloca harina en la olla 

“Eliseo volvió a Gilgal cuando había una grande hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado: Pon una olla grande, y haz potaje para los hijos de los profetas. Y salió uno al campo a recoger hierbas, y halló una como parra montés, y de ella llenó su falda de calabazas silvestres; y volvió, y las cortó en la olla del potaje, pues no sabía lo que era. Después sirvió para que comieran los hombres; pero sucedió que comiendo ellos de aquel guisado, gritaron diciendo: ¡Varón de Dios, hay muerte en esa olla! Y no lo pudieron comer. El entonces dijo: Traed harina. Y la esparció en la olla, y dijo: Da de comer a la gente. Y no hubo más mal en la olla” (2 Reyes 4:38-41)

La olla es un lugar de vida, de sustento, no es un lugar donde se encuentre muerte, la olla es un lugar de nutrición, no debería haber muerte. Observa la manera como funcionan las cosas en el mundo, si algo no sirve debe ser desechado, por eso cuando fallas o cuando sucede algún problema, la consecuencia es que piensas que no sirves más.

La harina representa a Jesús (Levítico 2), específicamente es el trigo molido y zarandeado el que representa a Cristo, la obra de sacrificio por nosotros. Cuando Jesús toca lo impuro se torna puro, cuando la harina entró en la olla, todo lo impuro se tornó puro, toda la muerte se tornó en sustento, Cristo entró en la olla de muerte para vencerla y dar vida.

“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo” (Hebreos 2:14)

Puede ser que la muerte haya entrado en la olla de tu matrimonio, en la olla de tus finanzas o en cualquier otra área, entonces, en lugar de pensar en lo que tiene que ser desechado, mejor incrementa la harina que es Cristo, gracias a su obra consumada, a esa obra de amor, la muerte será removida.

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