//Pr. Eliud Cervantes\\
Recibes la sabiduría de Dios en tu corazón
El éxito para cada día de nuestras vidas es tener la sabiduría de Dios. Ahora, como hijos de Dios debemos saber que es en nuestro corazón donde escuchamos la voz de Dios. El corazón es donde Él deposita Su sabiduría.
“He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría” (Salmos 51:6 RVR60)
Este pasaje, en otras versiones nos dice que es en lo secreto del corazón Dios que uno recibe la sabiduría de Dios. Tener la sabiduría de Dios es vital. Es vital para saber qué hacer y decir en diferentes situaciones, para entender el tiempo de las cosas, para saber orar para que recibas el suministro de Dios para tus necesidades, para aprender a fluir con Dios y caminar en caminos de abundancia.
Un buen ejemplo de esto podemos encontrar en el Salmo 23, allí nos dice que la razón que no nos faltará es que el Señor es nuestro Pastor. Como nuestro Pastor, Él quiere que lo sigamos y nosotros somos las ovejas y como ovejas, debemos comer lo que Él alimenta y debemos ir a donde Él nos guíe. Esa es nuestra única responsabilidad. Cuando simplemente seguimos a nuestro Pastor, seremos abastecidos y recibiremos Su sabiduría.
La clave para la vida que deseas está en la sabiduría de Dios
“Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia; Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, Y sus frutos más que el oro fino. Más preciosa es que las piedras preciosas; Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella. Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda, riquezas y honra. Sus caminos son caminos deleitosos, Y todas sus veredas paz” (Proverbios 3:13-17 RVR60)
La palabra del Señor nos enseña que la sabiduría de Dios te da cinco beneficios:
- Largura de Dios, lo cual nos habla de larga vida y salud.
- Riquezas, que no necesariamente es una inmensa riqueza material (porque puedes tener eso y aun así no ser feliz). Lo que Dios quiere es proveer para ti de tal manera que tengas más que suficiente para bendecir a otros.
- Honra, que es lo que todo el mundo busca; pero el honor viene de Dios.
- Deleite, no significa que no enfrentarás ninguna prueba en la vida. Significa que aun en medio de tus pruebas, tus caminos son deleitosos. Nuestro yugo es fácil y ligera nuestra carga mientras seguimos a Jesús, porque Él cuidará de ti.
- Paz, esta es la paz shalom, que se refiere a la plenitud en cada área de tu vida.
Podemos escuchar la sabiduría de Dios porque tenemos un nuevo corazón
Salomón entendió que la sabiduría estaba depositada en el corazón. Entonces le pidió a Dios un corazón entendido, es decir, un corazón que oyera o un corazón que oyera.
“Así excedía el rey Salomón a todos los reyes de la tierra en riquezas y en sabiduría. Toda la tierra procuraba ver la cara de Salomón, para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón” (1 Reyes 10:23-24)
Algunos creyentes piensan que el corazón humano es desesperadamente malvado ya que Proverbios 28:26 dice: “El que confía en su propio corazón es necio”. Sin embargo, esto solo es cierto para las personas que no son salvas. Esto no es cierto para el hijo de Dios. Hoy, Dios nos ha dado a los que creemos en Él un corazón nuevo bajo el nuevo pacto.
“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne” (Ezequiel 36:26)
Tienes un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Has nacido de nuevo, y ahora ya no tienes un corazón de piedra sino un corazón de carne. A veces, puedes actuar de acuerdo con tu vieja naturaleza pecaminosa, pero la verdad es que tu vieja naturaleza se ha ido. Eres una nueva creación. Lo que queda es la carne: los residuos de la naturaleza pecaminosa, las sensaciones sobrantes (muy parecido a cómo puedes escuchar el sonido del eco de una montaña cuando gritas a la orilla del río). Si bien puedes experimentar tendencias pecaminosas en la carne, tienes un corazón nuevo. Y en este nuevo corazón, Dios ha puesto Su sabiduría.
Una “vida secreta” con Dios es la clave para escuchar Su voz
Oímos a Dios hablar no con una voz audible sino a través de un conocimiento interior en el corazón. Por eso no debemos descuidar los tiempos de soledad para meditar y contemplar. No te dejes llevar por la cultura del ajetreo, donde sientes la necesidad de estar siempre ocupado con algo, siempre navegando por las redes sociales o consumiendo contenido. Ten un tiempo de meditación y contemplación para que Dios te hable en tu corazón. Escuchar lo que Dios tiene que decirte es más importante que lo que tú tienes que decirle.
Creemos que la oración se trata de que hablemos con Dios, pero también es un momento para escucharlo. Tomemos tiempo para meditar y escuchar de Él después de descargar lo que está en nuestros corazones. Hoy, Dios escribe en nuestros corazones.
“Siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón” (2 Corintios 3:3)
Somos cartas vivas sobre las que escribe Cristo. Cuando escuchamos una prédica en el culto o en la célula, el Espíritu de Dios está escribiendo en nuestros corazones a través de su Palabra. Cuando el Señor escriba en nuestro corazón, saldremos al mundo y la gente podrá leernos como si fuéramos cartas vivas. Cuando nos lean, verán la paz, el gozo, el resplandor, la excelencia moral y la gloria de Dios. Y dirán que quieren conocer este Dios que tenemos.