Dos principios básicos para una relación de cortejo

 

//Pr. Eliud Cervantes\\

Nosotros llevamos el asunto de las relaciones y el matrimonio bien a serio. Hay muchas personas que cuando se trata de construir una casa, o definir algo muy importante, llevan personas entendidas del tema para que los ayude; pero cuando se trata de relaciones, muchos toman decisiones de manera aislada. Necesitamos de la sabiduría de Dios para nuestro matrimonio.

La biblia dice que el insensato edifica su casa sobre la arena, sin conocimiento, sin la base correcta.

Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca… Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena” (Mateo 7:24, 26) 

El diablo está destruyendo el concepto del matrimonio, pero la primera cosa que vemos en la Biblia fue el matrimonio, el primer milagro de Jesús fue en un matrimonio y la historia de la Biblia también termina en matrimonio.

Otro punto importante es que tu matrimonio glorifique a Dios. El matrimonio es una voz profética, es un anuncio del matrimonio de Cristo con la Iglesia. Por eso Dios tiene interés de promocionar matrimonios. Por esa razón los matrimonios son atacados por el enemigo para distorsionar esa imagen.

Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia” (Efesios 5:31-32) 

Tiempo correcto – La juventud

La juventud es un tiempo maravilloso, pero no todos lo saben aprovechar.

El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio” (Eclesiastés 8:5) 

La Biblia afirma que el corazón del sabio discierne el tiempo. Sin embargo, sabiduría es algo que no se encuentra mucho en la juventud, que es un tiempo de vigor, osadía y sueños, pero de poca sabiduría. Los mayores ya no tienen eso, pero poseen la experiencia y la sabiduría que le falta a los jóvenes y que es oro, pues les costó muy caro adquirirlos. Sería maravilloso si pudiésemos tener la juventud y la experiencia al mismo tiempo; pero infelizmente no es posible. Sin embargo, la juventud es el mejor momento para apasionarte. Aunque muchos digan que no existe edad para apasionarse, cuando esas cosas se dan fuera del tiempo, parece que ya no es compatible. Por eso nada se compara con la pasión de la juventud.

Existe el tiempo correcto para relacionarse 

La infancia y la adolescencia no es el tiempo correcto para comenzar una relación, pues son fases de formación y aprendizaje física y mental. Es bueno recordar que los niños y los adolescentes son inmaduros emocionalmente y tienen conceptos equivocados en relación a la realidad.

Es importante entender que no basta considerar apenas la voluntad de la persona, si quiere o no relacionarse, o si sus hormonas lo impulsan a eso, es necesario considerar la edad y la persona como un todo. Es perceptible que, a partir de los 20 años de edad, comienza a surgir más equilibrio entre el cuerpo, mente y espíritu, y cada una de esas partes y funciones afecta las relaciones.

La Biblia nos muestra y la experiencia también, que el mejor tiempo para relacionarse y casarse es en la juventud. Cuando vemos la creación, en el Edén, Dios creó un hombre y una mujer joven. Ellos estaban en la plenitud de la vida, pues Dios los creó listos para relacionarse el uno con el otro, tanto física como emocionalmente. Por eso Dios les dijo: “Sean fecundos, fructifiquen”. Por tanto, no estamos hablando de una pareja de adolescentes ni de ancianos, sino de jóvenes.

Está comprobado científicamente que, entre los 15 a 30 años, la mujer tiene el periodo más fértil de su vida. Sin embargo, antes de los 20, ella es inmadura emocionalmente y después de los 30, su fertilidad comienza a disminuir lentamente. ¿Todo eso es casualidad? Creo que no. Por tanto, el aspecto biológico solo refuerza lo que estamos hablando en relación al periodo de que la juventud es el mejor tiempo para relacionarse y casarse.

La biblia asocia la juventud al matrimonio:

Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto” (Malaquías 2:14) 

Sin embargo, en este tiempo, cada día más, el mensaje que se propaga en medio de los jóvenes es que la juventud no es el tiempo de casarse, sino de aprovechar la vida de soltero. Todos esos conceptos son resultados de valores mundanos impuestos a través de películas, y la vida de artistas que transmiten la idea que vivir solos es mucho mejor. Sin embargo, sus vidas no lo muestran así.

Cuando hablamos del tiempo correcto para relacionarse, es necesario reconocer que quien realmente sabe sobre eso es aquel que nos creó, proyectó y determinó fases distintas en nuestras vidas para que cada una de ellas fuese vivida plenamente. Cuando no discernimos el tiempo correcto para las cosas, vivimos apenas en función de una auto-realización y acabamos perdiendo el propósito de ellas. La peor cosa que existe es hacer algo sin propósito.

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”  (Eclesiastés 3:1)

Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo” NVI

La expresión “momento oportuno” significa “tiempo específico”. Y en los versículos siguientes vemos que hay tiempo para todo, entonces quiere decir que existe también un tiempo para comenzar una vida en pareja. 

El propósito correcto 

Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio…” (Eclesiastés 8:6) 

Hay una frase que dice: “Si no sabes a dónde vas, cualquier camino sirve”. Esa es una afirmación verdadera, que se aplica perfectamente a la relación, pues quien no ve propósito en relacionarse, cualquier persona le sirve.

Por eso no nos relacionamos con cualquier persona, o con varias. Si hubiese sido la voluntad del Señor que nos relaciones con varias personas antes de casarnos, eso hubiese estado bien claro desde la creación, pero Él no hizo eso. La verdad es que la voluntad perfecta de Dios estaba implícita en la creación, en la vida de aquellos dos jóvenes, mostrando una relación con un PROPÓSITO: el matrimonio.

Existe un propósito correcto en medio de una relación que es el matrimonio. Quien no tiene la intención de casarse dentro de un tiempo corto (pocos años), no debería comenzar una relación. Ten seguridad que el más interesado en verte feliz que tú misma, es Dios. Es por esa razón, la Biblia nos orienta que el tiempo y el propósito deben caminar juntos. Si no existe propósito en relacionarse, no lo hagas, pues desperdicio de tiempo.

Desea lo que Dios desea 

Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio…” (Eclesiastés 8:6)

La palabra “quisieres” significa deseo. Es decir, para todo deseo hay un tiempo. ¿Cuál es el propósito para relacionarse? ¿Pasar el tiempo juntos? ¿Disfrutar el momento?

El gran sabio Salomón, quien tuvo muchas relaciones dijo lo siguiente:

Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios” (Eclesiastés 11:9) 

Salomón escribió estos consejos inspirados por Dios para que no pienses que tu juventud durará para siempre. Recuerda que, la juventud es un tiempo precioso y maravilloso, pero pasará.

Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad” (Eclesiastés 11:10) 

Es muy bueno cuando las cosas se dan en el tiempo correcto, pero lo opuesto de eso es muy malo, pues el tiempo no vuelve más. Es muy bueno cuando un niño aprende a hablar y caminar en la edad correcta, de la misma forma, es muy bueno cuando te relacionas en el tiempo correcto, con la persona correcta y el propósito correcto.

Salomón, el hombre que tuvo muchas mujeres – más de 700, cuando escribió a los jóvenes, les hizo una alerta para que no se dejen embriagar con la vanidad de la juventud. Nosotros creemos que Dios une personas para un mismo propósito, mi matrimonio es prueba de eso. Cuando vives un matrimonio con propósito no importa dónde estás o qué estas haciendo, tú sientes paz y eres feliz. Nuestra vida en este mundo tiene un comienzo y fin, pero los propósitos de Dios son eternos. La eternidad mostrará el resultado de muchas decisiones que tomaste en tu vida, por eso, al tomar una decisión seria, busca agradar al Señor, antes de agradarte.

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