El nuevo nombre de Dios

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//Pr. José I. Galdos\\

soy-el-que-soyMe gustaría compartir sobre algo que es tan básico, pero a la vez tan profundo. En realidad hasta la gente del mundo sabe sobre este asunto. Sólo que es necesario que sea revelación en nuestras vidas y experiencia.
Me gustaría compartir sobre el nuevo nombre de Dios. Conocer a Dios por su nombre es una clave y de esto depende el éxito de tu vida cristiana, créeme.
Juan 17:6
Lo primero que Jesús dice es que manifestó el nombre de Dios. ¿Qué nombre? Si fue manifestado es porque estaba oculto. No era algo conocido. No fue Elohim, así es conocido en Génesis. No vino a revelar El Shadai como fue con Abraham. O tal vez Jhave, eso se mostró en Éxodo, o sea el Yo Soy. Después de estos tenemos los nombres redentivos de Dios. Como Jehová Rafah (Él es nuestra sanidad), o Jehová Nissi (El es nuestra bandera); etc.
Leyendo el evangelio no vemos a Jesús refiriéndose de ninguna de esas formas hacia Dios. Sino que se refiere a Dios como PADRE. Para ser más exactos se menciona 244 veces a Dios como Padre. En realidad este es el nombre de Dios. Es mucho más que un título. Aprender a relacionarte con el Padre es algo indispensable para nuestra relación con El.
¿Por qué es importante esto? Porque somos transformados mientras contemplamos al Señor como dice 2 Corintios 3:18. No somos transformados por lo disciplinados que somos o porque tienes un discipulador duro, o por una penitencia o por martirizarte. No, sino por contemplar al Señor. Entonces necesitamos tener una correcta imagen de Él. Si no tenemos la imagen correcta de Dios, no seremos transformados. Necesita ser la imagen exacta de Dios.
Entender que tenemos un Padre es fundamental. Él puede ser médico, juez, gobernador, pero cuando está con nosotros es Padre.
En los versículos 11 y 12 de Juan 17, vemos que Jesús guardaba a sus discípulos en el Nombre. Los guardó en el nombre del Padre. No vemos ninguna mención de que los discípulos vivían enfermos o con grandes necesidades. ¿Por qué? Porque ellos fueron guardados en el nombre. ¿Qué significa ser guardado en el nombre? No es decir repetitivamente “estoy guardado en su nombre”. Es algo mucho más alto. Significa reconocer a Dios como Padre y eso nos da la fe para vivir confiados y guardados en su poder. Eso significa que cuando Jesús les enseño a relacionarse con Dios como Padre, ellos entendieron que eran parte de la familia y Él es el Padre. Él me puede disciplinar, pero no rechazar.
Jesús les enseña a orar hacia el Padre. Los discípulos escuchando eso se maravillaron. Un niño judío tenía una imagen rara de Dios, no era de Padre. Sino como severo era peligroso relacionarse con Dios a los ojos de los judíos. Los judíos tienen hasta el día de hoy la fiesta del Yom Kipur que es la fiesta de la expiación, el día del perdón nacional. Entraba el sumo sacerdote al santísimo lugar para el perdón nacional. Si el sumo sacerdote entraba un poco contaminado, o tocaba el arca, o si se tropezaba, moría. Entonces era un día de expectativa. Sólo era una vez al año. Ellos desarrollaron técnicas como no dormir en la noche para no tener sueños impuros, amarrar una cuerda en la cintura. El entraba lleno miedo. Entonces, imagina a un niño viendo eso, con seguridad se imaginaban algo reactivo. Cuando el volvía y aparecía levantando las manos, todos gritaban porque el Señor había aceptado el perdón.
Dios quiere que nos relacionemos con El como Padre, con toda la intimidad que esto implica.
Pero los religiosos logran transformar esta revelación maravillosa en algo formal, es muy absurdo. Recuerdo que cuando yo era niño y tenía alguna pesadilla, yo no llamaba a mi padre de la siguiente forma: “Oh, tu Padre que habitas en el cuarto de alado, ven y socórreme en tu angustia padre”. Jamás me dirigí de esa forma a mi padre. Algunos se relacionan así con Dios, con un miedo o distancia que revela la falta de revelación que tienen de la paternidad de Dios. ¡Él es Padre!
Cuantos aún somos religiosos en la forma de relacionarnos con Dios. Muchos quieren agradar al Padre, eso por un lado es bueno, pero hay un lado negativo. Creemos que sólo si somos agradables a Él, entonces Dios cuidará de nosotros. Esto es un error. De una forma independiente a nuestro comportamiento él nos amará, porque Él nos ama no por lo que hacemos y si por lo que somos, ¡somos hijos!
Es notable que el enemigo quiere destruir la imagen paterna desde nuestra casa. Nos enteramos de padres que abandonan, que abusan física y mentalmente a sus hijos. En resumen las noticias de malos padres son más que de malas madres. ¿Por qué? Porque el enemigo quiere destruir la imagen paterna, ya que en el futuro esto afectará en la relación con nuestro Padre de verdad. Todos tuvimos alguna historia con nuestros padres que de alguna u otra forma afecta actualmente nuestra relación con Dios Padre. Por causa de eso muchos piensan que Dios los dejará, que se le acabó la paciencia, de que serán castigados a través de una enfermedad. Todo esto no es de Dios. Muchos tienen miedo de pedir porque imaginan que Dios tiene un candado para sus bendiciones, sobre que no es así, Él ya nos hizo sentar en su mesa para disfrutar de su gracia.
Romanos 8:15. Aquí vemos que Pablo nos muestra que antes vivíamos en el miedo y que no podemos poder volver a vivir en ese miedo y si en la confianza de que él es nuestro Papito. Ese es el espíritu de la nueva alianza.
¿Cómo es nuestro Padre? Lucas 15:11-20
La meta en esta parábola no es hablar ni del hijo mayor ni del hijo menor. La meta es hablar del Padre. El Padre es el personaje central en esta parábola. En el versículo 20 describe la actitud del Padre.
1. Tuvo misericordia: Él es un Padre compasivo. En esa época todos vivían juntos. Mientras más rico eras, con más gente al rededor vivía. Con seguridad siempre veían a ese padre con sus hijos, pero también vieron la actitud del hijo menor. Posiblemente algunos de los vecinos se burlaron del padre. Tal vez el padre fue visto como un chiste por la actitud que tuvo su hijo. Pero aun así el Padre recibió nuevamente a su hijo. Yo se que las consecuencias de nuestros errores se dan, pero aun así, las misericordias de Dios se renuevan a cada mañana.
2. El Padre corrió. Esa palabra correr en griego significa dos cosas. Un correr leve y un correr como en una competencia. Aquí se refiere a la segunda forma de correr, un correr intenso. El Padre salió explosivamente. En esa época las personas no usaban pantalones y los de más de 50 años no podían correr bien. Entonces el Padre tenía que levantar la parte de abajo de la túnica. La única forma era levantar la túnica hasta la cintura. Tenía que mostrar la parte interior de su ropa y ser avergonzado. Ese es nuestro Padre que corre tras de nosotros. Es el único lugar en la biblia que dice que Dios corrió. Es el que corre en nuestra dirección. Deja de pensar en el Padre de una forma equivocada. El vencedor es el que llega a la meta siendo sustentado por el Padre.
3. El Padre lo abrazó. El muchacho estaba oliendo muy mal. Quien trabaja con chanchos huele a chancho. Necesitamos del abrazo de Dios. Hechos 10:44. Aquí la palabra caer en el original significa abrazar. Cuando somos llenos del Espíritu, es el Padre abrazándote. Es ahí que el poder del pecado cae, somos sanados y nos sentimos amados.
4. El Padre lo besó. Un padre besa por más que estés sucio. En el griego hay un beso de saludo, pero hay otro beso que no te deja ni hablar porque te rellena de besos. A ese segundo beso se refiere la Palabra.
Tal vez no te relacionas así con Dios, por causa de cómo fue en tu casa, pero el Espíritu quiere enseñarte a relacionarte así. De la misma forma como ama a Jesús, así te ama.

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