Excusas que me mantienen verde

//Pr. Miguel Bautista\\

Hoy en día vivimos una época donde es más fácil terminar de ver una serie de Netflix que terminar una tarea del colegio, es más fácil ver un partido de la selección o tu equipo favorito, que estudiar para un examen importante. Hoy es más fácil pasar horas en el celular, que vivir intensamente para el Señor.

Cuando el tiempo pasa y las cosas no cambian lo único que hacemos los jóvenes es excusarnos con frases como:

  • No estoy trabajando porque no hay trabajo para mi.
  • No estudie para el examen porque estuve ocupado.
  • No puedo liderar una célula porque no tengo tiempo.
  • No puedo cortejar porque eso no va conmigo.
  • Por culpa de tal persona estoy así.
  • No tengo tiempo para la iglesia porque trabajo.


            Las excusas no nos dejan madurar y tampoco nos permiten disfrutar de todo lo que el Señor tiene para nosotros.

“Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo” (Galatas 4:1)
            Vivimos en el siglo 21 y el tiempo pasa más rápido, la presión social está más fuerte para un joven y las tentaciones cada vez son mayores debido al avance de la tecnología y me pregunto ¿Habrá aún jóvenes que desean vivir para Dios?

            Cuando leemos Lucas 14: 17-23, podríamos llamar a esta parábola, la parábola de las 3 excusas, pero antes mencionemos algunas consideraciones:

  • El hombre que hizo la gran fiesta es el Señor Jesús. Hay una fiesta para nosotros.
  • Esa fiesta es para todos nosotros que seremos vencedores.
  • La obra de Dios es una fiesta y el Señor está invitándonos a ser parte de esta fiesta y poder ser parte de la mayor cosecha antes de su regreso.


            Ahora si, mencionemos las 3 excusas que no deberían ser parte de nosotros como radicales libres:

Proyectos personales (v.18)

            El primero dijo había comprado un terreno y necesitaba ir a verlo. Esto nos muestra que hay personas que no quieren servir al Señor por que tienen sus propios sueños o proyectos. Aman mas sus sueños que los sueños de Dios, están más preocupados en los terrenos naturales que en en el Reino de Dios.

            ¿Será que Dios no quiere que cumplas esos sueños para glorificarlo a Él y así muchas personas sean inspiradas y alcanzadas con el evangelio? Si quieres ser médico declaras vida cuando la medicina ya no pueda, si deseas ser profesora verás a tus alumnos como futuros hombres de Dios y usarás principios que están en la palabra de Dios.
Si deseas ser abogado, un político o policía, no te venderás por que fuiste comprado por la sangre del Cordero. Si tienes sueños de ser cantante o artista, hazlo, sueña en ganar un premio internacional para que exaltes el nombre del Señor. Deléitate en Dios y Él concederá los deseos de tu corazón (Salmos 37:4).
La búsqueda del dinero (v. 19)

            El segundo dijo había comprado bueyes y quería ir a probarlos. Es triste ver personas que primero quieren dinero antes de servir a Dios. La Palabra dice que no podemos servir a dos señores (Mateo 6:24). No pueden vivir para Dios, porque están buscando dinero.

Satanás destruye la imagen de un pastor haciendo creer a las personas que son ladrones que se aprovechan de los hermanos, eso provoca que la iglesia no esté entregada al Señor. Los líderes son los primeros en estar con nosotros en la obra.
Relaciones equivocadas (v. 20)

            El tercero dijo que acababa de casarse y no puedo ir. Considera algo muy importante, todo lo que es Dios te acerca más a Él. Si esos amigos son de bendición e inspiración en la obra júntate con ellos, de la misma forma, si deseas cortejar espera el tiempo y a la persona correcta, no te apresures, ninguna persona va llenar tu corazón.

            Este es uno de los mayores test para aquellos que desean servir al Señor. Si estás en cortejo entonces crece en la obra con esa persona, hagan discípulos, multipliquen células, sigan creciendo en la obra de Dios. Si esta relación es de Dios ambos crecerán.

            Ora para casarte con la persona que el señor te de y sírvanle hasta que Él venga. Busquemos las cosas de arriba porque son eternas.

“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (Colosenses 3:1-2)

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