//Pr. Eliud Cervantes\\
En un tiempo donde cada día somos bombardeados con noticias de conflictos, desastres naturales, enfermedades y donde probablemente aparezcan nuevas cepas de virus que no tienen cura aun, quizás nos preguntamos: “¿Habrá algún lugar seguro para mí donde pueda refugiarme? ¿Seré yo el siguiente al que le pase alguna situación? ¿Dios realmente protegerá a mí y a mi familia este año que viene?”
Estas circunstancias hacen que las personas vivan inseguras y en medio de la incertidumbre. Pero querido Radical Libre, Dios no quiere que tu corazón se sienta turbado o con miedo de tu seguridad o la de tu familia. El Señor Jesús nos dijo:
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27)
Viviendo bajo su abrigo, el lugar secreto
En el Salmo 91, nosotros encontramos la seguridad de Su protección sobre nuestras vidas, como hijos amados:
“El que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente” (Salmos 91:1)
Sabes, Dios te quiere tan seguro en esta promesa que, como el salmista David, puedes decir que sí hay refugio para nuestras vidas y puedas declarar esto de Él:
“Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío»” (Salmos 91:2 NVI)
Nuestro Dios, en su omnisciencia, ya había previsto todas estas cosas y ha prometido en Su Palabra protección para todos estos males. No hay ninguna trampa puesta por el diablo de la que nuestro Padre no nos pueda guardar, si confiamos en Él y nos refugiamos en Él. Es esa promesa que encontramos en este Salmo, pero la pregunta que surge es: ¿Estoy apto para vivir al abrigo (en el lugar secreto) del Altísimo? ¿Cuál es el requisito para estar en ese lugar? Sí, claro que sí, somos aptos. Si Dios no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por ti, puedes estar seguro de que Él, con Jesús, te dará libremente todas las cosas (Romanos 8:32) lo que ciertamente incluye su protección. Jesús te calificó para estar en este lugar secreto para siempre a través de su obra terminada en la Cruz.
“El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32)
Ahora, tenemos que entender que, este lugar secreto no es un lugar geográfico: Está en Cristo. La palabra “habitar” en el hebreo original del versículo es la palabra yashab, que significa sentarse, permanecer o asentarse, y la Biblia dice que estamos sentados con Cristo Jesús (Efesios 2:6). En otras palabras, el lugar secreto o abrigo es un lugar de cercanía a Dios. Es donde vivimos en reposo dentro de la misma Persona que nos compró la protección a través de su muerte en la cruz.
“Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús” (Efesios 2:6)
La sombra del Omnipotente
La sombra nos habla de un lugar cercano, por eso el Salmo 91:1 menciona esta cercanía, dice que morarás bajo la sombra del Omnipotente (Dios Todopoderoso).
Es probable que nunca te has sentido cerca de Dios. Tal vez siempre has visto a Dios como un Dios enojado; pero nada podría estar más lejos de la verdad. La Biblia nos dice que “Dios es amor” (1 Juan 4:8, 16), y que su placer es amar.
“¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del remanente de su pueblo? No siempre estarás airado, porque tu mayor placer es amar” (Miqueas 7:18 NVI)
Como personas imperfectas, le fallaremos a Dios de una manera u otra, pero su corazón de amor y su voluntad de protegernos nunca falla. De hecho, Él dice que nos ha amado con un amor eterno:
“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia” (Jeremías 31:3)
“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor” (1 Juan 4:18)
Corre debajo de sus alas
“Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad” (Salmos 91:4)
En la Biblia las alas nos hablan de protección, por eso David le dijo a Dios:
“Guárdame como a la niña de tus ojos; Escóndeme bajo la sombra de tus alas” (Salmos 17:8)
El propio Jesús les ofreció protección al pueblo judío cuando dijo:
“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!” (Lucas 13:34)
Lo que quería Jesús era reunir a la nación de Israel para protegerlos, pero no quisieron, por eso lloró al ver a Jerusalén.
Para nosotros, porque no hemos rechazado a Jesús, sino que lo hemos recibido como nuestro Señor y Salvador, tenemos su protección, especialmente en estos tiempos de pestes mortales, catástrofes naturales y muchas otras cosas más.
Normalmente mis hijos, cuando algo pasa en la noche (truenos, malos sueños, etc.) y no pueden dormir, vienen a nuestro cuarto y se meten debajo de la frazada junto a nuestros brazos y luego de unos segundos duermen tranquilos.
Los truenos no acabaron, pero una cosa cambió para ellos: ahora están en los amorosos brazos de sus padres, lo que destierra todos los miedos. De la misma manera, las amenazas y peligros del mundo no van a desaparecer pronto, pero podemos vivir sin miedo cuando sabemos que siempre estamos en el abrazo de nuestro Padre todopoderoso y amoroso.
Así que delante de este escenario, ¿te verás a salvo en su lugar secreto, el lugar donde no puedes acercarte más a Él? En lugar de dar lugar al miedo, puedes dar lugar a la meditación y el descanso sobre esta asombrosa verdad. Jóvenes, así es como vivir en el lugar secreto del Altísimo, y permanecer bajo su sombra se convertirá en una realidad para ustedes en vuestro día a día. Cualquiera que sean las flechas que el diablo pueda disparar contra nosotros, ningún arma forjada contra nosotros prosperará mientras permanezcamos en este lugar de intimidad, seguridad y protección en nuestro Señor Jesús.
Tienes acceso por fe al lugar secreto del Altísimo donde ningún mal puede tocarte. No hay necesidad de temer vivir en el fin de los tiempos porque el Señor es tu refugio y fortaleza. Su palabra lo dice. Y aquellos que confían en su palabra ¡completamente encuentran su palabra completamente verdadera!
Preguntas para compartir:
- ¿Qué experiencia en esta pandemia te llevaron a dudar de la protección de nuestro Padre?
- ¿De qué manera percibes el amor del Padre sobre tu vida?
- ¿Qué significa para ti estar debajo de sus alas en la práctica?